Morimos por el miedo de cambiar de hábitos, de ideas, de convicciones, de ver las cosas desde otro ángulo y entramos en un círculo vicioso de comportamiento adictivo y mal humorado. Morimos de miedo de mirar al espejo de la conciencia y afrontar los ojos nada atractivos de las verdades que residen en nuestra alma, pues estos reflejos generalmente son desagradables e indigeribles.
De una manera u otra, la gran mayoría de las personas que leen esto habrán pasado por un período de síndrome de patito feo. Esta horrible etapa generalmente aparece en la preadolescencia o adolescencia como producto de una revolución hormonal.
En ocasiones, con total falta de sincronía con nuestro cuerpo; los cambios en la voz, los cambios en las facciones del rostro, la aparición de vello, crecimiento de los pechos, etc. En general, un cambio bastante atroz que nos provoca extrañeza y negación por reconocer a quien tenemos delante del espejo.
¿Tienes problemas con la nariz, las arrugas ya se hicieron visibles o te gustarían unos labios más carnosos? Tienes dos opciones, la primera es hacerte una costosa cirugía plástica o bien puedes utilizar el método japones, en Japón trabajan duro en la elaboración de accesorios que permitan corregir los problemas estéticos.
Nada mejor para quitar las arrugas que este dispositivo. Se coloca en la boca y comienza a vibrar, además puedes seleccionar el nivel de vibración según el volumen de arrugas que quiera eliminar.
Los famosos sitios de la actualidad no siempre rebosaron de belleza de diseño, hoja de estilos detalladas y gráficos perfectamente combinados. Para empezar, en aquellos tiempo los diseñadores gráficos poco o nada colaboraban con los programadores, todo estaba orientado a la programación y muy poco al diseño, mientras fuera funcional el sitio era perfecto.
Hoy los diseños de aquella época pasarían como practicas de un aprendiz de HTML. Súbete a la maquina del tiempo con nosotros y dale un vistazo a las versiones antiguas de los sitios más famosos de la red.
Los centros comerciales son lugares tremendamente concurridos, por toda clase de personas, de todas las categorías sociales, sexuales e ideológicas. Esa acumulación de masas algunas veces provoca estados de excepción, gente que sale de lo cotidiano y tan solo con su apariencia te hacen exclamar: “¿Qué pe.. con est@?“.
Es innegable que el sentido de la moda cambia con el tiempo. Estas chicas de los años 80 residentes de Philadelphia tenían cabelleras cortas y alborotadas, usaban ropa con estampados psicodélicos, cosas que hoy, la mayoría de las mujeres no considerarían ni de broma utilizar.
