Estoy buscando a una persona que cuide a mi niño hermoso. Es bien portado, probablemente tiene siete años, cabello negro sucio, una lengua, un par de ojos, una cabeza y un cuello. Creo que nació con brazos y piernas, aunque no lo puedo asegurar, pues tal vez le crecieron después. Lo han llamado El Fin del Mundo, pero puedes decirle Isaac.
Aunque puedes alimentarlo, la mayor parte del tiempo no necesita sustento. Si hay necesidad, se comerá las costras de tus heridas, la mugre de tus uñas o cualquier otra parte vieja de tu cuerpo, no importa que esté muerta.
Tiene la costumbre de bañarse en diversos líquidos y, por lo general, no huele mal. Dicho de otra forma, terminarás acostumbrándote. Y con esto quiero decir que aprenderás a desactivar tu nariz con él. Si mal no recuerdo, creo que le llaman memoria celular. Jamás responde. De hecho, no dice una sola palabra. Aunque ocasionalmente podría hacerte una señal con los ojos, y aprenderás muy rápido a reconocer el sonido de estos órganos colgando uno contra el otro.
Por favor, jamás lo hagas esperar. No tendrá reparo en meterse a tu cabeza.
Pese a todo esto, es un pan de Dios. Se sentará por horas simplemente para observarte, ojo contra ojo. Si repentinamente se escabulle, no lo reprendas, déjalo. Tampoco intentes seguirlo o detenerlo. Si trae sus amigos a casa, te recomiendo que salgas un rato. Los sonidos pueden resultar… incómodos.
Aunque limpiará todo por su cuenta, tampoco te recomiendo que estés presente para esa parte.
Te consumirá poco a poco. Pero está bien, es algo natural. Tampoco es que necesites tus órganos internos. Eso no es más que un invento de los médicos. Mentiras. Y lo mismo aplica para el exterior. ¿Forúnculos negros en forma de rostros desesperados gritando sobre tu piel? Hay una solución. Aunque sean muchos. ¿Hongos deformes y esponjosos que brotan dentro y fuera del área genital? Exquisito. Tienen ese sabor especial de un homicidio.
Es una bendición. Es un honor.
No lo olvides.
Isaac te necesita. Justo ahora requiere de ti. Y el mundo necesita de Isaac. Si estás leyendo esto, lo sabes. Ya sabes, muy en el fondo. Sabes que el mundo es un quiste abultado por el odio en un cadáver a punto de reventar. Él se asegurará de que así sea. Y necesita de alguien que le ayude a creer. Con eso basta.
¿No crees que el precio a pagar es mínimo? ¿Tu cuerpo, tu vida, tu cordura, tu alma? Ahora puede verte. Puede sentirte. Desde el momento que asimilaste internamente su nombre, sabe de tu existencia. Te necesita.
No temas cuando llegue. El día que se deslice por tu cama, permite que su lengua acaricie tus ojos. Deja que sus ojos acaricien tu lengua. Al principio, el contacto con su carne supurante de pus se sentirá extraño, pero con el tiempo te acostumbrarás. Incluso lo apreciarás. Lo amarás.
Por favor, cuida de él.
Hasta que ya no puedas más.
Buena quizá todos somos isaac
-¿Sí? La creepypasta más aburrida que tenga…
-…
-No, no tan aburrida.
Siendo sincero no entendí
A la grande le puse Cuca
Junji Ito