Los registros históricos apuntan a que eran los mejores comediantes de su tiempo, en el Medioevo. Contrario a la creencia popular, popularizada principalmente por el cine, estos plebeyos pagados para entretener a la nobleza no estaban locos, ni formaban parte exclusiva de un grupo víctima de deformidades físicas, como jorobados y enanos, que muchas cortes designaban como su circo particular.
Los bufones no tenían un pelo de tontos. En realidad eran personas con talentos y habilidades: cantaban himnos, hacían malabarismo y mímica. En esencia eran seres humanos con talento, sabiduría y sensibilidad en el arte de divertir a los demás.
Entre los siglos XIV y XV, el bufón formaba parte del equipo de artistas que mantenían las cortes; era colega de pintores, músicos y poetas. El genio del teatro inglés, William Shakespeare, fue quien mejor definió su posición al lado de los poderosos al destacar la figura del bufón con papeles grandes y relevantes en su obra. En obras como Noche de Reyes o El rey Lear, el bufón es el más inteligente de los personajes. Tiene permiso para expresar aquello que nadie más se atreve a decir.
La libertad del personaje es tanta que llega al grado de hacer críticas sobre los propios reyes, con comentarios cargados de ironía que divierten al público. En el teatro de Shakespeare, las personas no se ríen de los bufones, se ríen con ellos.
Hay una historia muy curiosa sobre los bufones, no es real y ciertamente es más una especie de parábola. Se dice que cierta vez, un rey perturbado por el descontento de los barones, convocó a la corte para que le explicaran por qué habían aumentado los impuestos pero no así su distribución entre la nobleza. Mientras daba el discurso el bufón se retorcía de risa, de tal forma que su majestad, irritado, le preguntó que dónde estaba la gracia, a lo que el bufón respondió: “hay ciertas explicaciones que resultan peores que un insulto”.
El rey no entendió (o fingió no hacerlo) y le dijo que si, para cuando terminara el día, no le explicaba ofreciendo un ejemplo concreto, mandaría a que le cortaran la cabeza. Haciendo mil reverencias, pero sin dejar de carcajearse, el bufón se retiró de la sala de audiencias. Al terminar, el rey se dirigía a sus aposentos cuando fue sorprendido por el bufón que lo tomó por detrás, apretándole fuertemente las asentaderas. Sorprendido e indignado al ver al bufón, preguntó qué había sido aquello y éste le respondió que había confundido al rey con la reina.
El rey explotó. “¡QUÉ!”. Pero el bufón le dijo “según me lo solicitó su majestad, le acabo de demostrar que hay ciertas explicaciones que son peores que un insulto”.
Es el portero del Juventus
existe una gran diferencia entre payaso y bufón. Como bien dice el artículo el bufón era mas… letrado. Era un payaso, un malabarista, un mimo…todo en uno solo. Además, hacia lo que hacen ahora los «teatristas callejeros», aprovechar de situaciones cotidiandas y hacerlas cómicas….
Yo cuando estaba en el colegio(no llegue a terminar) me decian que era el bufon de la clase y me molestaba mucho despues de leer esto pienso en lo bruto que fui por molestarme
El bufón es aquel comediante medieval estadounidense que investiga Ovnis?