Incluso antes de que se escribiera la historia, diversas civilizaciones humanas surgieron y se apagaron. Trazando su camino a través de las eras y dejando un legado que sigue resonando en la actualidad. La cuestión fundamental planteada en esta publicación es: ¿qué civilización duró más tiempo? Para responder a este enigma, es imperativo entender los criterios que definen a una civilización y cómo se marcan los hitos de su inicio y ocaso.
Esta interrogante nos obliga a explorar las complejidades subyacentes a la identificación de una entidad civilizatoria continua a lo largo de los siglos. Uno de los principales retos es discernir si las sociedades antiguas, subyugadas por el dominio de otras potencias, mantienen una misma identidad o constituyen entidades separadas. La noción de civilización se entrelaza con las tradiciones y cultura arraigadas, lo que podría extender su “permanencia” en el tiempo. Por eso, establecer un lapso exacto para el período de una civilización se convierte en una tarea complicada.
El peculiar caso de China.
Un caso ilustrativo es el de China, cuyo sistema de escritura perdura desde hace seis mil años, en un destacado récord mundial. No obstante, surge la interrogante de si la China contemporánea es realmente la misma entidad que emergió hace milenios. Aunque diversos historiadores han planteados dudas al respecto, la Administración Estatal China de Patrimonio Cultural sostiene la continuidad. En parte, esta discrepancia se debe al alto valor político de que la civilización china se extienda por más de cinco mil años.
No obstante, tanto la vastedad de China como su diversidad étnica y cultural dificultan la amalgama en una única tradición y cultura compartida.
El Antiguo Egipto.
Otro ejemplo resonante es el del Antiguo Egipto, cuya unificación ocurrió en el 3100 a.C. y resistió hasta el 322 a.C., cuando los macedonios lo asimilaron. Curiosamente, su idioma y jeroglíficos subsistieron hasta el siglo V d.C., más de tres mil quinientos años después de su surgimiento. Este epicentro de la civilización se erige en la región conocida como Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, al suroeste de Asia.
En esta cuna de la inventiva humana surgieron hitos fundamentales como la rueda, la escritura, las matemáticas y la cartografía. También la revolución agrícola hace unos doce mil años y la urbana hace cinco mil años, marcaron hitos en la región. Múltiples gobernantes, dinastías y etnias poblaron este fértil terreno. Sumerios, gutis, acadios, babilonios, hititas, asirios y el imperio persa son solo algunos de ellos.
Pero, ¿podría Mesopotamia rivalizar en longevidad con la egipcia? A pesar de sus vastas contribuciones, las dudas persisten: ¿es una entidad única o un mosaico de diversidad cultural?
La cultura Liangzhu.
Un relato que trasciende el umbral de lo antiguo nos lleva a las orillas del río Yangtsé, en el este de China. Donde hace unos 5,300 años surgió una civilización única. La cultura Liangzhu, que floreció durante la Edad de Piedra, dejó un legado arqueológico en el que destacan los avances agrícolas, culturales y tecnológicos. Especialmente la ingeniería hidráulica, que a una ciudad del neolítico le valió el apodo de la “Venecia del Oriente”.
Sin embargo, su esplendor no resultó eterno. Tras mil años de existencia, la cultura Liangzhu desapareció de forma abrupta hace 4,300 años. Las pistas sugieren una posible conexión entre el declive de esta civilización y eventos catastróficos como inundaciones en río Yangtsé o el Mar de China Oriental. Un estudio reciente sugiere que las fuertes lluvias monzónicas, exacerbadas por El Niño Oscilación del Sur, pudieron desatar una serie de inundaciones devastadoras que provocaron la ruina de la ciudad y su abandono.
Este episodio histórico nos recuerda que incluso las civilizaciones más prósperas están sujetas al vaivén implacable del tiempo. A través de sus éxitos y tribulaciones, estas civilizaciones se mantienen como testigos del paso del tiempo, dejando una huella perdurable en la narrativa de la humanidad. Finalmente, cabe aclarar que identificar la civilización que perduró por más tiempo en la historia es una tarea compleja y a menudo depende de cómo se defina “duración” en este contexto. Por eso, a grandes rasgos resumimos las civilizaciones que se consideran la más duraderas de la historia.