Nuestros teléfonos nos acompañan a todos lados y para muchas personas son lo primero con que interactúan al despertar. Las más recientes estimaciones sugieren que 9 de cada 10 humanos poseen o utilizan un teléfono celular. Y, siendo sinceros, muchos de nosotros no podríamos funcionar sin uno. Generalmente, las preocupaciones de salud relacionadas con el uso de teléfonos celulares suelen enfocarse en su uso durante la conducción, sobre los posibles efectos de la exposición a radiofrecuencias o en el hecho de que pueden convertirse en una adicción.
Sin embargo, estos dispositivos ocultan un peligro mucho más directo para nuestra salud. Según una encuesta de 2019, la mayoría de los adultos en el Reino Unido usan sus teléfonos en el baño. Seguramente ya lo escuchaste o leíste por ahí, pero nuestros teléfonos celulares son más sucios que el asiento de un inodoro. Estos pequeños aparatos tocan diversas superficies y algunos tienen la costumbre de usarlos incluso cuando comen, o entregárselos a sus hijos para que jueguen con ellos.
Colonización microbiana en teléfonos celulares.
Solo imagina el inmenso potencial de estas actividades para transferir bacterias al teléfono, así como restos de comida que sirven de alimento a estos microorganismos. Se estima que las personas tocan sus teléfonos cientos, si no miles, de veces al día. Y aunque muchos tenemos la buena costumbre de lavarnos las manos después de usar el baño o limpiar, son muy pocos los que se lavan las manos después de usar un teléfono. Pero, tal vez es momento de reconsiderar la higiene de estos dispositivos.
Las manos, reconocidas tradicionalmente como una vía para contraer infecciones, recogen bacterias y virus todo el tiempo. Algo parecido sucede cuando tocamos un teléfono. Diversas investigaciones sobre la colonización microbiana en teléfonos celulares revelan que están contaminados con una amplia gama de bacterias patógenas.
Tales como la Staphylococcus, que puede causar infecciones de la piel. O las actinobacterias, responsables de padecimientos como la tuberculosis y difteria. Ni que decir de la Citrobacter, capaz de causar infecciones en las vías urinarias. Quizá la peor es el Enterococcus faecalis, responsable de la meningitis.
Bacterias resistentes.
Para empeorar las cosas, una investigación encontró que muchas de las bacterias presentes en los teléfonos celulares frecuentemente muestran resistencia a los antibióticos. Haciendo que el tratamiento con fármacos convencionales sea inviable. Es sumamente preocupante, pues estas bacterias tienen potencial para causar infecciones letales en la piel, intestinos y pulmones.
Además, también descubrieron que algunas bacterias insidiosas pueden recolonizar un teléfono incluso después de desinfectarlo con toallitas antibacteriales o alcohol. Lo que demuestra que la higiene del dispositivo debe practicarse con regularidad.
Los teléfonos celulares son reservorios de infecciones.
Algunos virus pueden sobrevivir en superficies de plástico duro hasta una semana. Y los teléfonos celulares contienen polímeros que pueden albergar y transmitir estas infecciones. Otros virus, incluyendo al que provoca la Covid-19, el rotavirus, la gripe y el norovirus, pueden sobrevivir durante varios días en un estado infeccioso. De hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, se esfuerzan por divulgar instrucciones sobre cómo limpiar y desinfectar los teléfonos celulares.
Y es que, junto con las manijas de las puertas, cajeros automáticos y botones del elevador, se consideran reservorios de infección. Dichas pautas se publicaron por primera vez al comienzo de la pandemia. Además, se hace énfasis en el papel que los teléfonos celulares desempeñan en la propagación de microorganismos infecciosos en entornos sanitarios y educativos.
Desinfecta tu teléfono celular regularmente.
Entonces, lo más recomendable es desinfectar nuestros teléfonos con frecuencia. Estos y otros dispositivos deben desinfectarse a diario, según la Comisión Federal de Comunicaciones de EE.UU. Las toallitas o aerosoles a base de alcohol son una opción. Para desinfectar los teléfonos celulares y otros dispositivos con pantallas táctiles, debes usar un producto que contenga al menos 70% de alcohol. Y, de ser posible, hacerlo diario.
No es recomendable rociar desinfectantes directamente sobre los teléfonos, pues siempre debemos mantener los líquidos alejados de los puertos y otras aberturas. Además, tampoco debe usarse cloro u otros suministros de limpieza abrasivos. Y cuando termines la limpieza, debes lavar tus manos a conciencia. Tomar conocimiento sobre cómo usamos nuestros teléfonos también puede ayudar a mantenerlos limpios y libres de gérmenes.
En lugar de revisar a cada rato nuestros teléfonos cuando estamos fuera de casa, deberíamos mantenerlos en nuestros bolsillos o bolsos en la medida de lo posible. Hay otras medidas que podemos tomar para evitar que nuestro teléfono sea una fuente de infección. Compartir un teléfono con otra persona no es una buena idea, especialmente si está enferma o no lo hemos desinfectado previamente. Si los niños usan nuestro teléfono, también debemos limpiarlo lo antes posible.
Está demás explicar los motivos por lo que no deberías usarlo en el baño. Pero, oye. Esas Marcianadas se disfrutan más en el trono, ¿verdad?