Poitou, los burros con rastas

La hermosa región francesa de Poitou, situada en las costas del Golfo de Vizcaya, alberga un secreto. Algunos secretos son oscuros y aberrantes, pero este no, este secreto es bastante curioso y lindo.

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Los especímenes de burro en Poitou, tan adorables como un burro puede ser, tienen una característica que los diferencia del resto y que los convierte en una historia digna de contar. Se trata de una especie que pisó los límites de la extinción, pero gracias a la dedicación y al trabajo de los ambientalistas, parece que finalmente tienen un futuro garantizado.

El Poitou es una especie Equus asinus y, en palabras simples, es un burro con dreadlocks. Según el rumor, fue el capricho de la hija de un multimillonario lo que provocó una modificación genética en estos animales, pero nadie sabe si esto es verdad. Lo que sí se sabe es que fueron utilizados para trabajar como mulas – en las actividades tradicionales de la región.

Sin embargo, la historia de éxito del Poitou estaba condenada a ser efímera. Con la llegada de la industria y de la agricultura asistida por máquinas, los trabajos del Poitou disminuyeron y la demanda de animales terminó por caer, así como la cantidad de especímenes a números realmente sorprendentes. La especie casi llegó a un declive terminal con muchos de los agricultores locales exterminando a sus propios animales o vendiendo sus rebaños, cuyo destino era desconocido, pero basta con poner un poco de imaginación para saber a dónde fueron a parar estos animales.

En 1977, un censo estableció la cantidad de sementales en nada más que doce – conocidos por los locales como Baudets – y trece hembras – Anesses. Si no se hacía algo rápidamente, el Poitou estaba condenado a extinguirse. Las autoridades locales de la época, interesadas en mantener esta reminiscencia única como un vestigio de la historia local, en colaboración con los parques nacionales de Francia, criadores y científicos, elaboraron un libro genealógico que les permitió recrear la especie.

Gracias a estas acciones actualmente existen más de un centenar de Poitous de cada género en sus respectivas regiones; viviendo bien y listos para reproducirse un poco más. En todo el mundo existen aproximadamente mil especímenes. Con determinación, la organización en pro del Poitou mostró al resto del mundo que las especies en alto peligro de extinción pueden traerse de vuelta desde el borde del abismo.

Los animales más apreciados son aquellos con los dreadlocks más llamativos: una marca registrada del Poitou. La especie se está haciendo popular debido a su naturaleza altamente dócil. Contrario a muchas especies de burros, este es pura diversión e, incluso, es capaz de establecer lazos afectivos con los seres humanos.

Pero lo cierto es que hay que hacer una inversión considerable para tener uno: para empezar, un Poitou puede costar hasta cinco mil dólares, y también requieren de un espacio grande para vivir. Un burro puede alcanzar hasta el metro y medio de altura.

Como mínimo se requiere de una hectárea por animal y, como son animales altamente sociables, requieren de compañía íntima y constante de su propia especie, por lo que se requiere mantenerlos en grupos.

Según los criadores de estos animales, su popularidad entre personas acaudaladas y estrellas de rock terminó siendo una ventaja ya que, debido a esto, difícilmente volverán a estar en cualquier lista de extinción.

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