Cuando la convulsión de la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin, en Occidente proliferó un modelo de economía donde el capitalismo se hizo cada vez más dominante. De todas partes surgían nuevas empresas, nuevos productos y nuevos utensilios que se disputaban la atención del consumidor en un mercado cada vez más feroz y competitivo.
Estas tierras fértiles de oferta y demanda propiciaron el surgimiento del marketing moderno, hace ya más de seis décadas. En nuestra realidad actual industrializada, estandarizada y enfocada en el aspecto visual, es posible hacer marketing con casi cualquier cosa, desde el entretenimiento hasta la investigación científica.
Aunque los gurús del marketing se autoproclamen pioneros en la actividad, ignoran que en realidad fue la Iglesia Católica quien inventó los principios infalibles de las estrategias de mercado, hace dos mil años. Así lo muestra el profesor de la Universidad de Roma La Sapienza, Bruno Ballardini, especialista en Comunicación Estratégica, en su libro Jesús lava más blanco – Cómo la Iglesia inventó el marketing. En esta obra, el autor echa mano de diversos términos técnicos y prácticas propias del marketing moderno para mostrar que ya existían en los albores de la Iglesia Católica, cuando tenía que hacer frente a las ideas de las doctrinas rivales y engordar su lista de fieles.
Pablo de Tarso y la publicidad.
El marketing es una disputa donde no se distinguen con claridad las fronteras éticas. En este campo de batalla se vale casi de todo, incluso desestabilizar emocionalmente al público objetivo (target). Una forma de lograr esto es proporcionar a los consumidores dos sentimientos relacionados entre sí: el sentimiento de deuda y el sentimiento de culpa. Mediante la comunicación, los evangelistas (como si fueran del departamento de relaciones públicas de una empresa) procuraron divulgar no solamente la “buena nueva”, sino también una buena dosis de culpa a todo mundo.
Según los creadores del nuevo emprendimiento cristiano, existió un tiempo remoto donde teníamos una mejor condición de vida, una Era de Oro que nos fue arrancada. En aquel periodo inicial de la creación de la Multinacional (así refiere el autor a la Iglesia Católica en el libro), el primer product manager fue, nada más y nada menos que, Pablo de Tarso, la mente que ideó la estrategia de persuasión en dos fases, según lo relata Bruno Ballardini:
“En la primera, sembró una carga de culpa sobre el mito. Nosotros nos habríamos perdido el Edén por ser descendientes del primer pecador, ese que, por su falta, fue justamente expulsado del paraíso”. Así quedó de manifiesto en Romanos 5:19
“En la segunda parte genial de su estrategia de comunicación, por su parte, Pablo relacionó indisolublemente este hecho a la remisión del pecado original, gracias al sacrificio de Jesús”. Así puede verse en 1 Corintios 15:22.
El sentimiento de culpa mezclado con el sentimiento de deuda… esa fue la fórmula para el éxito de la Iglesia.
Pablo de Tarso también fue responsable por otra estrategia crucial de marketing: para atraer nuevos adeptos y otorgar de identidad incipiente a la Multinacional, adoptó como “logotipo” un poderoso instrumento de persuasión: la propia cruz donde Jesús – el primer “testimonial” (una técnica publicitaria que consiste en alardear de los méritos del “producto” a través de una persona famosa o influyente) – supuestamente fue crucificado.
Tras este competente trabajo de desestabilización emocional del target, el próximo paso sería la conquista de la uniqueness, es decir, afirmar la exclusividad del producto frente a la concurrencia. No eran pocas las sectas judías en Palestina que concurrían para hacerse de un mayor número de fieles. Para lograr destacar entre las demás, Pablo de Tarso relacionó un producto aparentemente semejante a los demás (el cristianismo) con la garantía ofrecida por su primer testimonial: Jesús. Un testimonial aún más atractivo por presentarse como parte integrante del producto, cuya eficacia él mismo había comprobado con una demostración absolutamente realista e impresionante.
Sin lugar a dudas Pablo de Tarso inauguró el proceso, pudiendo así considerarlo el primer publicista de la historia. Este hombre preparó el terreno de las grandes campañas publicitarias y del marketing directo, con sus diversas cartas (epístolas) enviadas a grupos (Tesalonicenses, Corintios, Gálatas, Romanos, Efesios, etc.) y formadores de opinión (Filemón, Timoteo, Tito). Un verdadero gurú de la publicidad postal, que mandó cartas a todos los rincones conocidos.
La historia del éxito de la Iglesia Católica hasta aquí ha sido una historia escrita por muchas manos a través de los siglos, mediante el empleo de diversos testimoniales (teólogos que citan a otros teólogos, Aquino que usa a Agustín, Agustín que reafirma a Ireneo de Lyon), de “melodías” exitosas, de un monopolio que conquistó durante mucho tiempo y de las más variadas técnicas de marketing muy bien aplicadas. El éxito de esta campaña se mantiene vigente, frente a nosotros, cuando Jesús se convierte en una marca en sí misma en estampas para automóviles y en pasajes bíblicos que se vuelven meros lemas propagandísticos.
Pablo de Tarso fue evangelista del cristianismo no del catolicismo que es una vertiente totalmente torcida de los principios espirituales proclamados, es bien sabido que la palabra católico ni siquiera se menciona en las escrituras
SI ELLOS USARAN LAS EPISTOLAS PAULINAS NO FUERAN CATOLICOS
No inventaron nada nuevo,la culpa ha sido siempre el motor y la justificación principal de todas las religiones,menos el budismo.Porque el hombre el hombre es terriblemente culpable y hdp debe hacer sacrifios ya sean humanos o animales,u ofrendas o penitencias para aplacar la ira de sus dioses.Esto es un factor común en casi todas las religiones
Contiene una gran cantidad de errores, para empezar es Saulo de Tarso.
Después de convertirse al cristianismo, se cambio el nombre de Saulo por el de Pablo, infórmate bien…PENDEJ0!!!!
Cometes un error, Saulo de Tarso fue su nombre como Judio, sin embargo después de convertirse al cristianismo utilizó su nombre Romano (el era ciudadano romano) por lo cual se le conoció como Pablo («de Tarso» ya no se utilizaba).
La iglesia católica creo en si muchas formas de trabajo, inventaron también el concepto de BANCO entre otras cosas.
Es interesante como la religion que tan odiada es en estos tiempos (sea cual sea), ha formado muchos de los conceptos de negocios que manejamos en la actualidad.
Una vez leí no recuerdo donde que anteriormente la iglesia no presentaba al Jesús en la cruz que conocemos, ese que sangra y tiene la costilla sangrando, ese que tiene espinas y las manos clavadas, si no que era un Jesús bueno, que adoraba a mujeres y niños, a enfermos y viejos, etc. etc. con sus túnicas de colores claros y una luz en su cabeza como lo pintan en muchos cuadros, total que al «descubrir América» para los europeos se hizo un plan de MKT para conquistar y educar a los nativos que para los Europeos eran un grupo de bárbaros que gustaban de saquear pueblos, matar y esclavizar, de hacer rituales sangrientos donde sacaban corazones para sus falsos dioses, eran unos cuasi animales que debían ser amaestrados y así en una mano traían una biblia y en la otra un látigo, sometieron al pueblo y encima de sus templos instalaron las iglesias, monasterios y conventos para demostrar que la supremacía de su Dios europeo era mejor, claro, prohibieron todo culto a otros dioses pero para hacerlos «entender» les inventaron la historia de la pasión de Cristo, que no solo dio el corazón, si no que su padre lo envió a el a entregarse completo por nuestros pecados, eso y la historia de Juan Diego (san Juan Diego ya) que hace ver que un indio tal como ellos, fue bendecido por la aparición de la madre de Jesús y que le pidió un templo, etc. etc. cosas muy adecuadas para estos nuevos «creyentes» que a pesar de todo lo que hicieron hicieron un catolicismo nuevo, que hoy en día es lo mismo, pero diferente, como eso de las peregrinaciones donde van personas disfrazadas de indígenas danzando, en un principio era una burla a la iglesia, pero esta la adopto como una tradición de los pueblos para venerar a la «morenita», etc. etc. todo un negocio que hasta el día de hoy sigue siendo muy productivo, aunque ahora le sale mas competencia por muchas partes.
Antes de llamar se Pablo era Saulo de Tarso, y Pablo ya como converso
Y no olvidamos que el mazdeísmo influyó sobre el judaísmo y el cristianismo en lo referente de muchas cosas que conocemos en día de hoy, prácticamente hemos copiado todo de cristianismo.
Me parece que se confunden terriblemente los términos católico y cristiano. La iglesia católica surgió 300 años después de todo el periodo apostólico de la iglesia primitiva y no tiene nada que ver con los postulados de las epístolas paulinas ni del resto del nuevo testamento.
Exactamente, totalmente de acuerdo contigo Pepe
Ese es el punto: la iglesia católica es el triunfo de la doctrina paulista sobre la de lso apostoles.