Desde hace más de tres décadas, el Movimiento de Extinción Humana Voluntaria (VHEM, por sus siglas en inglés) intenta convencer a la humanidad de abandonar este viaje llamado vida. Bajo la premisa de que somos “incompatibles con la biosfera”, la organización postula que la extinción humana es la solución ideal a los problemas ambientales de la Tierra.
El Movimiento de Extinción Humana Voluntaria se fundó en 1991 por el ambientalista estadounidense Les U. Knight. La lógica tras esta idea es que, independientemente de lo que hagamos, los humanos terminaremos por extinguirnos. Pero, en ese proceso arrastraremos a millones de especies de plantas y animales.
Por eso, VHEM considera que deberíamos salvar a esas especies y permitirles prosperar sin nosotros en este planeta. Muchos adeptos a la ideología del VHEM consideran que “el peor crimen ambiental que una persona puede cometer es traer más personas al mundo”. Aunque estas ideas parezcan radicales y francamente absurdas, Les U. Knight y otros individuos con posturas afines tienen argumentos sólidos para respaldarlas.
Un planeta sin humanos.
Más allá de nuestra naturaleza destructiva hacia otras especies y el medioambiente, los humanos pecamos de incapacidad para cuidar a otros miembros de nuestra especie. “La creación deliberada de otro ser humano por cualquier individuo, en cualquier lugar, no puede justificarse en nuestros días. No mientras miles de niños mueren por desnutrición o carencia de cuidados. Tampoco mientras la extinción de especies en masa sea superior a la de cualquier otro momento en los últimos 65 millones de años”, señaló Knight.
Para esta organización, la acción humana ha provocado o exacerbado la mayoría de los problemas medioambientales que enfrenta la Tierra. Y como la población mundial no deja de crecer, pronostican que estos problemas solo se agravarán con el paso de los años.
Obviamente, muchos consideran que las ideas del VHEM son extremadamente radicales. Los detractores del movimiento argumentan que muchos de los problemas señalados por la organización pueden mitigarse. Principalmente a través de enfoques más sostenibles, dónde la humanidad manifieste un mayor respeto por el medio ambiente.
Knight acepta esta posibilidad. Sin embargo, argumenta que esto no previene el riesgo de que los humanos retomen sus hábitos destructivos. Por eso, insiste en que una extinción voluntaria de la humanidad es la única solución viable. Evidentemente, cuando escuchamos el término “extinción voluntaria” irremediablemente nos remitimos al suicidio.
¿Qué es una extinción humana voluntaria?
Pero, este movimiento no incentiva a las personas a terminar con sus propias vidas en beneficio de otras especies. Al contrario, abogan por que los humanos tengamos vidas largas y satisfactorias, pero también anhelan que dejemos de reproducirnos. Si toda la humanidad abrazara esta postura, la extinción sería inevitable y el planeta quedaría a merced de las especies que no están tratando de destruirlo. Al menos es lo que se argumenta en el Movimiento de Extinción Humana Voluntaria.
Durante una aparición en el programa de televisión El show del Dr. Phil, Les U. Knight utilizó el lema: “Aliméntalos, no los críes”. Además, dijo que “si todos dejáramos de procrear, nos extinguiríamos poco a poco, reparando los desastres de la humanidad conforme nos desvanecemos. Solo entonces la biosfera, o lo que quede de ella, tendrá la oportunidad de recuperarse”.
Les U. Knight ha dedicado buena parte de su vida a promover el Movimiento de Extinción Humana Voluntaria. Sin embargo, está consciente de que ver a la humanidad extinguiéndose por decisión propia es un escenario “poco probable”. “Mientras exista una sola pareja reproductora de Homo Sapiens, regresaremos a dónde estamos… somos increíblemente fecundos”, señaló Knight. “La extinción involuntaria es en lo que realmente nos estamos aplicando como comunidad”.
Para todos aquellos que contradicen la idea de Les U. Knight, sobre que el planeta estaría mejor sin humanos, el ambientalista tiene una simple petición: “denme una buena razón por la que el Homo Sapiens debería seguir existiendo. Esta buena razón debe ser una que no involucre a los humanos. Algo en lo que los humanos resultan beneficiosos para otros además de los propios humanos, algo en la biosfera”.