El Monte de las Cruces – Kryžių kalnas en lituano – es un sitio de peregrinación ubicado a unos 12 kilómetros al norte de la ciudad de Šiauliai, conocida popularmente como la capital de Lituania del Norte.
Con el paso de los siglos en este lugar se han ido acumulando no solo cruces, sino también crucifijos, esculturas de patriotas nacionales, estatuas de la Virgen María y miles de pequeñas efigies y rosarios llevados por los peregrinos católicos. Se desconoce el número preciso de cruces en este lugar, pero las estimaciones hechas en 1990 decían que había 55,000. En 2006 se aventuraron a conjeturar otra cantidad y subieron el número a 100,000.
La historia de Šiauliai nos remite a 1236, cuando fue fundada. Durante el siglo XIV la ciudad fue tomada por la Orden de los Caballeros Teutones, hecho que dio inicio a más de seiscientos años de represión de la identidad nacional y religiosa. Para 1795, Šiauliai fue incorporada a Rusia, pero terminó siendo devuelta a Lituania en 1918. Durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes capturaron la ciudad, pero Rusia la volvió a tomar durante el final del conflicto. Desde 1944 y hasta la independencia de Lituania en 1991, Šiauliai formaba parte de la República Socialista Soviética de Lituania que a su vez pertenecía a la URSS.
A través de todos esos años de represión nacional y religiosa, el Monte de las Cruces sirvió como un símbolo de libertad y esperanza. Las cruces cristianas fueron removidas en diversas oportunidades por los soviéticos, que fueron tan lejos como intentar nivelar la colina, incinerar las cruces o convertirlas en chatarra, para después cubrir el área con basura y aguas residuales. Dichas profanaciones acontecieron en 1961, 1973, y 1975. Después de cada profanación, los lugareños y peregrinos de todo Lituania reemplazaban rápidamente las cruces en el monte sagrado.
La historia del Monte de las Cruces, y la determinación de los lituanos para preservar su libertad nacional y religiosa, rápidamente se esparció por el mundo.
Esta humilde colina se ha convertido en un símbolo de la determinación del hombre a ser libre y adorar a su Dios. Quizá nos maravillemos por el tamaño, la variedad y el número de cruces, pero el sitio representa algo mucho más grande que una simple atracción turística. Las cruces se han colocado ahí por peregrinos de todo el mundo, personas que han querido dejar su huella o el recuerdo de un ser querido en esta colina de reconocimiento y respeto de la fe inquebrantable del pueblo de Šiauliai.
pues yo me kgo en dios.
Yo pensé que hablarían del de la marquesa
Sí así de ganas le pusieran para otras cosas…
wow! impresionante, no sabía que existía este lugar, mas allá de lo religioso es mas como un lugar de identidad nacionalista…(no me quites mis creencias…)