En un aterrador giro del destino, Florida se convirtió en escenario de un suceso desgarrador. Cuando la alegría infantil se transformó en tragedia en la playa Lauderdale-by-the-Sea, en Fort Lauderdale. El ruido de las olas y la risa de dos hermanos, Sloan Mattingly, una pequeña de 7 años, y su hermano Maddox de 9 años, se mezclaban en aquel lugar. Una escena típica de una tarde de ocio y juego.
Provenientes de Fort Wayne, Indiana, los Mattingly viajaron hasta Florida buscando sol, mar y momentos en familia. Una vez alcanzaron la franja de arena, los hermanos cavaron un hoyo de considerables dimensiones, sin presagiar el peligro que aguardaba justo bajo sus pies. La playa, que solemos ver como recinto de esparcimiento, de un momento a otro se convirtió en escena de angustia cuando el juego de Sloan y Maddox tomó un rumbo dramático.
La trágica muerte de Sloan Mattingly.
Aquel suelo arenoso, amigo de castillos y pozas, se rebeló. Un agujero de aproximadamente 1.5 metros profundidad se convirtió en una trampa mortífera. El ocio dio paso a la angustia cuando las paredes del hoyo se derrumbaron, sepultando la vida y las risas de los Mattingly bajo un pesado manto grisáceo. Maddox fue el primero en sentir el abrazo frío de la arena, enterrado hasta el cuello, pero Sloan, la más pequeña, desapareció por completo bajo la superficie.
Las miradas de los presentes pasaron de la diversión al pánico. El reloj empezó su cuenta atrás en una carrera desesperada por la supervivencia. El padre de los niños, en un acto reflejo de amor paternal, se abalanzó hacia el lugar, logrando rescatar a Maddox. Mientras que la comunidad, tanto locales como socorristas, no dudaron en sumarse a la búsqueda de Sloan, cavando con manos, palas y esperanza.
Intento de rescate.
El ambiente en Lauderdale-by-the-Sea se llenó con el sonido de sirenas mientras los rescatistas hacían su entrada, luchando contra la arena y el tiempo. Apoyándose en tablas de soporte para contener el derrumbe, se esforzaron en sacar a los niños. Desafortunadamente para Sloan, la ayuda llegó demasiado tarde. Después de luchar durante aproximadamente 20 minutos bajo la arena, la pequeña fue extraída sin signos vitales.
En una carrera contra el reloj, tanto ella como su hermano fueron trasladados al Broward Health Medical Center. Los esfuerzos por revivir a Sloan fueron incesantes, pero finalmente, en una sala de hospital y rodeada de tecnología y desconocidos, la declararon muerta.
Jason Mattingly, asolado por la pérdida de su pequeña, encontró la fuerza para escribir unas pocas líneas en el Facebook del negocio familiar de mejoras para el hogar, compartiendo su pena y solicitando comprensión en estos momentos de inmensa tristeza. El Departamento de Policía de Broward informó que Maddox se encuentra hospitalizado y su estado es estable, lo que aporta un delgado hilo de alivio a esta familia marcada por la tragedia.
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