Los suecos no ofrecen alimentos a sus invitados

¿Sabías que los suecos no ofrecen alimentos cuando tienen invitados en casa? La costumbre aplica incluso cuando se sientan a la mesa, muchas veces solicitando a los presentes que vayan a otro lugar. Solo imagina que un niño invita a su amigo a casa y llega la hora de comer. Tanto el anfitrión como sus padres se sientan en la mesa y empiezan a servir la comida. El exquisito aroma de las albóndigas recién hechas viaja hasta la nariz del invitado, pero no hay un plato servido para él.

¿Por qué los suecos no ofrecen alimentos a sus invitados?

Lo que para nosotros sería una descortesía digna de un capítulo de La rosa de Guadalupe, es la norma en Suecia y otros países nórdicos. Muchas personas alrededor del mundo se sorprendieron al enterarse que los suecos no comparten alimentos con los niños que sus hijos invitan a casa. De hecho, cuando llega la hora de comer lo más usual es que el niño se retire a su hogar. También puede quedarse en la habitación del amigo jugando o sentarse en el comedor a mirar.

Algo tan trivial para los suecos se hizo viral cuando alguien compartió la costumbre en Reddit. En un hilo, un usuario preguntó: “¿qué es lo más extraño que hicieron en casa de alguien debido a su cultura o religión?”. Entre las respuestas más votadas, un usuario explicaba que cuando visitó a un amigo en Suecia, le solicitaron que esperara en la habitación mientras la familia comía.

Evidentemente, los usuarios reaccionaron de diferentes formas. Pero, los padres suecos salieron al quite intentando explicar el hábito para salvar la honra de sus paisanos.

Extraña costumbre.

En un reportaje de The New York Times, se entrevistó a un experto en la materia. Hakan Jonsson es un docente en el departamento de alimentación de la Universidad de Lund. Él entiende mejor que nadie la perplejidad que experimentan los ciudadanos del mundo al conocer este hábito de los suecos. Y es que compartir alimentos figura como un aspecto base para la cultura occidental.

En el pasado, Jonsson participó en un programa que debatía la costumbre de los suecos respecto a los inmigrantes. Pues a estos últimos la práctica de no compartir comida les parecía sumamente extraña. El profesor aclara que no estudió el hábito a profundidad, pero lo detectó en diversos ámbitos de la identidad sueca.

¿Dónde surgió el hábito de evitar ofrecer alimentos a los invitados?

Jonsson sospecha que esta costumbre surgió antes de que sus compatriotas tuvieran la capacidad de almacenar alimentos. En una época donde los suecos disponían de una ventana de entre tres y cuatro meses para cosechar alimentos para todo el año. No olvidemos que el clima en Suecia es predominantemente frío. Así, las comidas espontáneas nunca figuraron en su cultura.

Además, el profesor agrega que los suecos prefieren respetar la independencia de la entidad familiar. Esto quiere decir que, si ofrecen comida al hijo de otra persona, el acto puede considerarse una injerencia en la educación del niño. “Desde hace mucho existe un fuerte deseo de independencia, de que una buena vida no dependa de la voluntad de los demás”, agregó el investigador. “Se trató de un fortísimo impulso para el bienestar, para impulsar esta asistencia impersonal, donde no se debe confiar en ninguna otra persona”.

Aunque el hecho de que los suecos no ofrecen alimentos a sus invitados generó la polémica en Internet, la costumbre no es exclusiva de ese país. Usuarios de Países Bajos, Finlandia y otras regiones de Europa señalan que la práctica les resulta familiar.

Respeto a la unidad familiar.

Lotte Holm, profesora de sociología en la Universidad de Copenhague, señaló que durante su infancia y adolescencia (entre 1950 y 1960) era normal que los niños no comieran en casa de sus amigos daneses. Cuando a ella le tocó tratar a los amigos de sus hijos, Lotte recuerda que tuvo la precaución de llamar a los padres para saber si podía invitar comida a los niños.

“Quizá parezca mezquino y hasta desagradable excluir a una persona si estás a punto de comer. Pero, creo que es una forma de respetar la unidad familiar”, comentó. A la profesora le resultó impactante cuando sus pupilos estadounidenses le describían el hábito de abrir el refrigerador en casa de sus amigos para tomar lo que quisieran.