La fascinante historia del León de Gripsholm Castle nos transporta hasta Suecia. A un castillo homónimo donde una pieza de taxidermia adquirió el estatus de curiosidad y viene despertado el interés de muchos desde hace tiempo. Este león, con una apariencia deforme e inusualmente cómica en el rostro, es un ejemplo emblemático de mala taxidermia y un objeto de diversión para el Internet.
Esta historia empieza en los albores del siglo XVIII, cuando el rey Federico I de Suecia recibió un regalo digno de un monarca: un león. El obsequio provenía de quien por ese entonces se desempeñaba como Dey de Argel. Este león en particular era uno de los primeros de su especie en llegar a Escandinavia. Por eso, se convirtió en toda una atracción para los habitantes locales que iban regularmente hasta las inmediaciones de Junibacken para apreciarlo en su jaula.
En 1731, cuando el león murió, la corona decidió que debía presérvalo mediante taxidermia para honrar a tan majestuosa criatura. Sin embargo, existía un obstáculo importante para los involucrados en el proceso. El encargado de disecar al animal nunca antes tuvo la oportunidad de contemplar a un león en persona. Mucho menos los responsables del museo donde se exhibiría la pieza.
Esto suponía un desafío, ya que carecían de una referencia visual precisa del animal. Para superar esta dificultad, el taxidermista se guio por las representaciones de leones presente en las obras de arte históricas. Desafortunadamente, la idea resultó insuficiente para capturar la esencia del temido rey de la selva. Al final, la pieza de taxidermia distaba considerablemente de la precisión anatómica esperada. Especialmente el rostro del león disecado, donde se notaban con mayor claridad las imprecisiones del artesano.
El León de Gripsholm Castle se vuelve viral.
La pieza pasó varios siglos sin llamar la atención o resultar relevante para los suecos. Sin embargo, todo cambió con la llegada del siglo XXI. Gracias a Internet, el León de Gripsholm Castle se convirtió en una pieza de taxidermia ampliamente satirizada. Su hilarante rostro deforme lo llevó a convertirse en un ícono emblemático de los memes. En un ejemplo de cómo la falta de acceso a especímenes reales puede afectar el resultado final de una taxidermia.
Resaltando la importancia de la investigación exhaustiva y la observación detallada al llevar a cabo este tipo de trabajos. A pesar de sus imperfecciones, esta pieza es una atracción popular en el Castillo de Gripsholm, un importante destino turístico en Suecia.
Les voy a avisar a los de Miniso que ya tienen su proximo peluche!