Éste es otro de esos casos que desafían cualquier explicación científica y cuya justificación más rápida sería la de un milagro. Es el caso de Maisy Vignes, una niña irlandesa que nació completamente sin sangre y, casi cinco años después de una recuperación sin explicación médica, inició su asistencia al colegio como cualquier niña de su edad, completamente sin secuelas.
El suministro sanguíneo total de Maisy fue absorbido por el organismo de su madre, Emma Vignes, durante el embarazo, pero el feto se sobrepuso y sobrevivió a este escenario tan poco esperanzador. Los médicos quedaron realmente impactados con lo sucedido y temían que la niña, que nació prematuramente, terminaría con severos daños cerebrales a causa de la privación de oxigeno dentro del útero.
La niña recibió en total tres transfusiones sanguíneas en las primeras dos semanas después de su nacimiento, en diciembre de 2009, y completó todos los procedimientos necesarios para su alta en el hospital. Hoy, con casi cinco años de edad, la pequeña impresiona a sus profesores en la escuela, demostrando una inteligencia por encima del promedio.
Un caso increíble.
La señora Vignes, que solía trabajar como recepcionista en un hotel, declaró que la situación le resultaba completamente increíble y que ninguno de sus antepasados había escuchado hablar de algo parecido.
“Hubo casos anteriores de niños que nacieron con cantidades pequeñas de sangre, pero Maisy tenía un nivel de hemoglobina que tendía a cero. Existen historias de personas que sobrevivieron hasta con niveles cuatro de hemoglobina, pero que cualquier humano resista después de quedarse completamente sin sangre, es algo que jamás se había visto”, resalta.
Según la madre, el embarazo avanzó sin problemas hasta la 43ª semana, cuando percibió algunos golpes preocupantes y después su hija dejó de moverse. “Hice una cita en el hospital al día siguiente y, antes de que me diera cuenta, los empleados me estaban diciendo que necesitaban hacerme una cesárea de emergencia. Fui llevada hasta la sala de operaciones antes de tener oportunidad de decirle a cualquier otra persona”, dice.
Momentos de tensión.
Maisy fue llevada a la unidad de terapia intensiva después de su nacimiento y Emma ni siquiera tuvo la oportunidad de ver a su hija. “Las enfermeras me visitaban a toda prisa y me mantenían informada, pero todas parecían entristecidas y con rostros serios. Fue muy confuso y atemorizante”, dice la madre.
Cuando nació, la única sustancia en el sistema circulatorio de Maisy era el plasma sanguíneo, sin hemoglobina – los glóbulos rojos que transportan el oxígeno. Los médicos intentaron encontrar una vena para retirar una muestra del material, pero no consiguieron extraer nada. La primera transfusión a la pequeña se hizo a través de su cordón umbilical.
El primer familiar que pudo ver a la niña fue su padre, Mook Vignes, quien notó que era anormalmente pálida. Cuando la madre finalmente pudo ver a su hija por primera vez, el aparato respiratorio de la niña ya había sido removido, pero aún era alimentada a través de tubos. “Estaba envuelta por cables, pero era más fuerte de lo que esperaba. Aunque no puede amamantarla naturalmente”, apuntó Emma.
Alivio y alegría
La niña recibió dos transfusiones de sangre y una de plaquetas en las semanas posteriores y fue dada de alta para que fuera a casa el día de Navidad. “Fue el mejor regalo que pudimos imaginar”, dice Emma. Pese a esto, hubo un periodo de tensión, durante el que los padres se mantuvieron preocupados por las posibles secuelas.
“Se nos advirtió que Maisy podría haber sufrido daños cerebrales por la falta de oxígeno. El gran hito era verla comenzar a hablar a los 18 meses. Si eso sucedía, sería una buena señal de que su cerebro se estaba desarrollando correctamente. Cuando dijo su primera palabra – ‘dada’ –, a los 15 meses, fue un momento muy emocionante”, dijo la madre.
La señora Vignes dio a luz al segundo hijo de la pareja hace aproximadamente cuatro meses, un niño llamado Ellis. Aunque temían que la situación volviera a repetirse, nada anormal tuvo lugar durante la gestación y el parto. Hasta hoy, nadie puede decir a ciencia cierta cómo es que la sangre de Maisy dejó su cuerpo y fue a parar al de su madre, y mucho menos cómo fue que la niña sobrevivió, pero siempre es un alivio cuando un milagro sucede y todos son felices, ¿no?
es muy sorprendente esta historia… y ah la vez muy linda la unica respuesta ah esto fue que Dios hizo un milagro mas nadie, y sobre lo de 43 semanas si lo creo y lo testifico xq yo tengo 2 nenas y con mi primer embarzo dure 42 semanas y 3 dias un embarazo super pasado de semana pero gracias a Dios mi hija esta sana en el nombre de Dios.
El deseo de vivir de un organismo pluricelular es más fuerte de lo que se piensa……….Si esto hubiera sucedido en el medioevo donde la religión tenía un gran peso hubiera muerto de seguro.
No fue a la semana 43 fue a la semana 34.. corrijan eso..
¿Cómo es que nació a las 43 semanas? Un embarazo no debe superar las 40 semanas D:
nunca falta el fanatico religioso, como en la pelicula de Ted, diciendo: «look what Jesus did!!»
x_x
milagros,,, no creo… la adaptación del cuerpo mas bien a sobrevivir… por que todo lo que no entendemos lo tenemos que asociar con milagros,la humanidad esta todavía muy ignorante.
Un milagro?, fue una hazaña de la ciencia y de los médicos, su rapidez, su actuación, el saber que hacer en esos momentos el tratamiento las transfusiones, eso es lo que salvo a la niña, un milagro seria que pesar de ese cuadro clínico la niña viviera y empezara a generar sus propios glóbulos rojos y que no necesitara oxigeno para vivir en el proceso, dicen que los milagros son proporcionales al nivel de salud del país donde suceden los casos, si ella hubiera nacido en las montañas de Afganistán también pasaría ese milagro?
Toda la razon… No es q no crea en milagros.. Pero el hombre tambn lo puede hacer…
linda la nena 🙂 =P mmmmh!
no queda mas que aceptar en un milagro!!! bien por la pequeña!!
totalmente de acuerdo , fue un milagro cuando los doctores no tiene la respuesta y no saben que hacer , dios en el que hace lo que falta para dar ese respiro de vida, que linda historia.
Sencillamente biología. Dios no existe