¿Te has preguntado cuál es la diferencia entre toxinas y venenos? Aunque resulta común emplear estas palabras como sinónimos, no estamos ante un hábito con precisión científica. En un hipotético escenario donde no tienes la certeza de lo que afecta tu cuerpo, esta confusión puede conducir a resultados potencialmente letales.
¿Qué son las toxinas?
Empecemos por dejar en claro que no todos los venenos son toxinas. El término “toxinas” refiere al tipo de sustancias creadas por plantas y animales que resultan venenosas (tóxicas) para los humanos. Por ejemplo, una bacteria es capaz de liberar toxinas que afectan al organismo humano, envenenando al individuo afectado.
Pero, las toxinas también están presentes en metales como el plomo, arsénico y cadmio. Otra distinción importante que debemos tener en cuenta es que las toxinas sintéticas se denominan tóxicos, y no toxinas. Generalmente, estos tóxicos se diseñan artificialmente para determinado propósito y se producen en masa.
¿Qué son los venenos?
Venenos se consideran todas aquellas sustancias con capacidad para causar daños al organismo. Aunque esta definición resulta similar a la de las toxinas, la diferencia radica en que el veneno es cualquier cosa que daña a los seres vivos. Por otro lado, una toxina es una sustancia perjudicial creada por seres vivos.
Por ejemplo, un hongo parásito llamado cornezuelo que afecta al centeno produce una toxina que envenena a los humanos que lo consumen. Pero, un humano también puede envenenarse por una sobredosis de píldoras, al beber cloro o inhalar gases tóxicos. Si te fijas bien, hablamos de compuestos sintéticos con potencial para causar daños a los seres vivos.
Es decir, tanto las toxinas como los compuestos tóxicos pueden considerarse venenos, aunque las toxinas se producen específicamente en organismos. ¿Y cuál es la diferencia entre algo venenoso y algo ponzoñoso?
¿Y la ponzoña?
La diferencia entre venenos y ponzoñas es incluso más sutil. Cuando hablamos de venenos nos referimos a las sustancias dañinas que los seres vivos pueden absorber o ingerir de alguna forma. Por otro lado, las ponzoñas son toxinas que ingresan al organismo a través de una mordida o picadura de una criatura venenosa.
Existen formas lamentables de morir en la naturaleza, y una de ellas es por la picadura de una cubomedusa. Este animal ponzoñoso puede llegar a medir unos tres metros de largo y produce uno de las ponzoñas más mortíferas del planeta. Afecta directamente al sistema nervioso y desestabiliza el ritmo cardíaco. También afecta gravemente las células de la piel, produciendo un dolor tan intenso que las víctimas entran en estado de shock y se ahogan.
Algunos animales ponzoñosos son capaces de absorber toxinas y utilizarlas a su favor. Tal es el caso de la serpiente yamakagashi (Rhabdophis tigrinus), que cuándo es atacada por un depredador libera toxinas esteroides obtenidas de los sapos venenosos de los que se alimenta.
La importancia de diferenciar.
Sabemos que resulta algo confuso, pero es importante entender la diferencia entre toxinas y venenos. Si sabes con precisión lo que afecta a tu cuerpo, ayudarás al personal médico a tomar medidas sobre el tratamiento adecuado. Por ejemplo, los animales ponzoñosos generalmente producen toxinas que afectan células específicas, desgarran el tejido muscular y pueden tratarse con ciertos fármacos o antídotos.
Los compuestos tóxicos causan padecimientos como el cáncer, y por eso deben regularse de forma independiente. Si sabes lo que te está afectando, tu cuerpo puede recibir el tratamiento que necesita de forma mucho más oportuna.