Descubren hongo “minero” que acumula oro del ambiente

Australia acaba de agregar otro organismo a su lista de seres exóticos: un hongo que se dedica a la “minería” del oro. Un grupo de investigadores localizó a la peculiar especie en las inmediaciones de Boddington, una región de Australia dedicada tradicionalmente a la minería que se encuentra a unos cien kilómetros de Perth. Aún se desconocen los detalles, pero el Fusarium oxysporum es excelente atrayendo partículas de oro.

hongo

Hongo bañado en oro.

Los investigadores de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO), una agencia independiente del gobierno federal que impulsa la investigación científica en el país, creen que el mecanismo que permite al hongo “bañarse de oro” le proporciona algún tipo de ventaja biológica. Y es que, durante las observaciones, aquellos especímenes cubiertos con la capa dorada se desarrollaban más rápido y crecían más en comparación con los que no tenían interacción con el metal.

Las conclusiones preliminares sugieren que este mecanismo consiste en la absorción de partículas de oro presentes en el ambiente, mismas que son trasladadas a la pared celular del pie o estirpe. Las especies del reino fungí son conocidas por su participación en la descomposición de materia orgánica, aunque también por su intervención en el ciclo de diversos metales como el hierro y aluminio. Pero con el oro es distinto, pues este metal no es afín a reaccionar químicamente.

De hecho, esta característica que define a los metales preciosos es lo que hace de este hallazgo algo tan sorprendente e inusual. “Tuvimos que verlo para creerlo”, dijo Tsing Bohu, investigador de CSIRO. Precisamente, Bohu es quien está desarrollando los análisis y modelos que buscan comprender cómo y porqué el F. oxysporum interactúa con el oro. Aunque descifrar al hongo va más allá del puro interés académico, pues la investigación tiene un trasfondo económico.

Fusarium oxysporum
Fusarium oxysporum

Aplicaciones en la industria minera.

Los científicos buscan la forma de emplear al hongo para detectar los grandes depósitos de oro ocultos en el subsuelo. De hecho, los australianos son los segundos mayores productores de oro a nivel mundial, aunque los yacimientos actuales ya empiezan a mostrar signos de agotamiento. Por esto, la mineras están ansiosas de explorar las habilidades de un organismo como el F. oxysporum, pues les haría mucho más sencilla la detección de nuevas reservas.

Puede parecer novedoso, pero la industria de la minería en Australia ha venido invirtiendo en el desarrollo de métodos poco ortodoxos para incrementar su lucro. Han descubierto formas inesperadas de detectar yacimientos de oro. Por ejemplo, analizando las hojas del eucalipto o los montículos de termitas en busca de trazos del metal precioso.

Ravi Anand, el científico que lidera la investigación en CSIRO, dice: “procuramos entender si el hongo que estudiamos puede combinarse a otras herramientas exploratorias para asistir a la industria minera en las áreas prospectivas”. Y parece un buen trato para ambas partes: mientras el hongo recibe su ventaja biológica, las mineras sacarán una amplia ventaja económica en el mercado.

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