Hipócrates es ampliamente considerado como el padre de la medicina. El tratado que lleva su nombre, el juramento hipocrático, muchas veces leído por los médicos en su graduación y a través del cual se comprometen a mantener la normas éticas en su vocación, como no practicar aborto ni eutanasia, no divulgar secretos de sus pacientes, ni sostener relaciones sexuales con éstos, sean hombres o mujeres, libres o esclavos, no fue algo sobre lo que él tuviera participación. Entonces, ¿si no tiene nada que ver con Hipócrates, porqué ha sido relacionado con su nombre?
El médico griego
Hipócrates nació en la isla griega de Kos, cerca de Turquía, en algún punto antes del 460 a.C., probablemente. Él era una Asclepíades, es decir, un miembro de la familia que durante varias generaciones había practicado los cuidados de la salud (dicho término también podría significar que su familia reclamaba ser descendiente de Asclepios, el dios de la medicina).
Fuera de esto, los registros sobre su vida son vanos y muy poco fiables. El filósofo Platón fue quien ofreció uno de los dos únicos informes casi contemporáneos sobre el verdadero Hipócrates. Según este pensador, fue ampliamente conocido como médico en el mundo antiguo, y enseñaba medicina a cambio de una cuota. Sin embargo, no queda claro cuáles eran sus ideales sobre la medicina.
No sólo el mencionado juramento, sino que también otros 60 tratados griegos sobre medicina que han sido llamados “Tratados Hipocráticos”, son completamente anónimos. Se escribieron a lo largo de muchos siglos en diferentes dialectos griegos, y expresan ideas diferentes sobre el cuerpo y la cura. Debido a esto, los eruditos modernos afirman con toda seguridad que éstos no pudieron haber sido escritos por un único hombre.
Maquillando la historia.
Cualquier cosa que leas sobre Hipócrates, generalmente es pura especulación. No hay información confiable sobre su existencia, aunque las referencias de Platón lo sitúen alrededor del 430 a.C. las fechas definitivas de su nacimiento y muerte, sin embargo, son producto de la imaginación de alguien más.
Hipócrates es un ejemplo extremo de ese deseo humano por contar historias y establecer fundadores. Diferentes facetas de los tratados médicos sobrevivientes de la Grecia antigua fueron unidas para fabricarle una personalidad y, después, una biografía completa.
Hoy podemos imaginar a Hipócrates como una persona amable y atenta simplemente porque algunos tratados griegos antiguos hablan de “observar a los pacientes con mucho cuidado”. Otro tratado habla sobre convulsiones y como éstas no vienen de los dioses, sino de un desequilibrio en el organismo, entonces pensamos en Hipócrates como un científico, como alguien que rechazaba la superstición. Y como uno de los tratados sobrevivientes es el Juramento de Hipócrates, el antiguo médico aun es relacionado con los altos estándares morales y éticos.
¿Y cuál es el problema? Bueno, qué eso es lo que quisiéramos que fuera y no lo que realmente era. Quién realmente era Hipócrates y como pensaba, probablemente nunca lo sepamos.
Amalgamar todos esos documentos griegos antiguos tan diferentes y adaptarlos con el nombre de Hipócrates ha sido un común apenas unos siglos después de su existencia. Quizá eso nos haga sentir mejor: tener un médico reconocido que respalde los orígenes de la medicina y de la ética es ciertamente mucho más conveniente que un comité sin rostro. Además, no cualquier médico, sino una figura idealizada, perfecta, experta y cariñosa.
El contenido del juramento y su significado.
La mayoría de las líneas del juramento ni siquiera hablan sobre el tratamiento de los pacientes. En lugar de eso, dicen que los médicos deben enseñar a sus hijos unos de otros sin cobrar nada, y cuidar a sus antiguos profesores. Cualquiera que sea el grupo de médicos antiguos que inventó este documento, su primera preocupación no era la ética con los pacientes, sino su identidad como grupo (casi elitista en nuestros días).
Incluso los famosos párrafos sobre la eutanasia y el aborto son más simples de lo que se espera. En realidad, no hay nada prohibido en el juramento sobre la eutanasia en el sentido moderno de la palabra, de una opción de muerte cuando una persona sufre de una enfermedad incurable.
La palabra viene del griego y significa “buena muerte” pero, para un griego antiguo, una buena muerte era la de un joven en la flor de su juventud que moría en el campo de batalla. En lugar de esto, el juramento sugiere una preocupación mucho más extensa en mantener el control sobre medicamentos potencialmente fatales, en lugar de simplemente entregarlos a los que podrían abusar de ellos.
En cuanto al aborto, el juramento dice: “no voy a dar a cualquier mujer un pesario abortivo”. El verbo “dar” es de los más comunes en el mundo, muy abierto a interpretaciones. ¿Será que, en ese contexto, significa sólo “entregar”, o en términos más técnicos “administrar”? La frase también deja abierta la posibilidad de que exista otro fármaco abortivo que lo haría por otro camino – por vía oral, por ejemplo –, que a su vez podría ser administrado por un médico. Quizá la verdadera preocupación del juramento era que el pesario (insertado en la vagina) era una forma particularmente potente de administración, o de no permitir que los fármacos se salieran del control del médico (no darlos a los pacientes), para que las personas no pudieran abusar de éstos.
En cuanto a “no tener sexo con pacientes de ambos sexos”, esto de hecho sugiera la posibilidad de que el juramento no era una parte normal de la medicina antigua, pero sí un documento muy especial para ser tomado en cuenta en algunas situaciones poco comunes. Quizá los médicos estaban haciendo justamente aquello, y los pacientes habían perdido completamente la fe en quienes alegaban que podían curarlos.
A lo largo de la historia de la medicina, “inventamos” el personaje de Hipócrates para expresar cómo creemos que los médicos, y la propia medicina, deberían ser. Incluso el juramento ha sido editado para adaptarse a diferentes sociedades. ¿No será que ya llegó la hora de hablar sobre medicina sin recurrir a la resurrección de una figura oscura del pasado?
La historia esta llena de simbolismos y de cosas muy de ciencia ficcion, separar los mitos de la realidades es casi imposibles, es como querer volver a escribir los 10 mandamientos