Los guerreros fantasmas de Towton

Una tarde de agosto del año 1936, un adolescente de 16 años llamado Stephen Jekins, deambulaba por la región de Selby, en Yorkshire, muy cerca de lugar donde se había suscitado la Batalla de Towton en el siglo XV. El joven sabía muy poco de la región y no sabía prácticamente nada sobre el lugar. Se pasaba las vacaciones escolares en casa de sus familiares y le encantaba vagar por los alrededores apreciando los idílicos paisajes.

Mientras contemplaba el atardecer, de repente, Jekins se vio frente a un escenario imposible: un enorme ejército de guerreros medievales con armaduras había aparecido frente a él. Iban vestidos con túnicas rojas, blancas o negras y sus caballos enjaezados de acuerdo con su vestimenta. Estos hombres tenían miradas perdidas y uno de los guerreros, con espada en mano, miraba fijamente hacía donde se encontraba el muchacho.

Todo aquello parecía real, excepto porque resultaba imposible escuchar algún tipo de sonido proveniente de la caballería, aunque fueran cientos y con expresiones bastante curiosas. Ansioso por observarlos de cerca, Jenkins dio un paso al frente pero, apenas terminó de avanzar, el ejército se había esfumado tan repentinamente como había aparecido.

Jenkins volvió al pueblo y contó a todos lo que había visto, pero en aquella ocasión nadie lo tomó en serio, aunque las personas ya sabían sobre la sangrienta batalla que tuvo lugar en aquellas mismas planicies en el lejano año de 1461.

Jenkins regresó al lugar 38 años después, esta vez con un mapa en las manos y acompañado de su esposa; quería regresar al lugar donde tuvo aquella visión de la que nunca se olvidó. Según él, mientras buscaba el lugar exacto la visión surgió exactamente como antes y desapareció del mismo modo. Igual de estupefacta, la mujer le dijo que también fue capaz de ver claramente al ejército medieval.

Pero esta vez Jenkins no estaba solo y cuando contó lo que había visto en Selby descubrió que en aquellos años, muchas personas habían tenido la misma experiencia. Un enorme número de individuos que andaban por las planicies se habían encontrado con el ejército medieval: caballos de batalla, caballeros en armaduras, soldados armados y arqueros marchando.

Jenkins se sorprendió cuando supo que algunas personas afirmaron ser capaces, no solo de ver a la tropa, sino también de interactuar con ellos, hablar e incluso tocarlos durante algún momento.

En 1943, un pastor de ovejas llamado Paul Sutcliffe informó haberse encontrado con el ejército en plena marcha, no en la lejanías como contó Jenkins, sino muy de cerca. Los hombres surgieron de la nada a su alrededor y Paul estaba lo bastante cerca como para sentir el olor del sudor emanando de sus armaduras y escuchar palabras en un inglés arcaico. Sutcliffe dijo que los hombres lo miraban como si fuera un extraño (de hecho lo era) y lo ignoraban a medida que marchaban. La visión se esfumó cuando intentó tocar uno de los caballos.

En 1952 se informó otro caso, esta vez estaba involucrada una familia entera que afirmó haber detenido en auto en que viajaban en la carretera y bajar para ver a una multitud de hombres y caballos que se desplazaba hacia el Este. Los caballeros miraban asustados a la pradera donde estaba estacionado el automóvil y algunos apuntaban incrédulos como si no pudieran comprender lo que estaban viendo a la distancia. La familia dijo que gritaron en dirección al ejército, imaginando que se trataba de algún tipo de representación teatral, y cuando pudieron percibir la reacción de algunos en seguida desaparecieron.

Rory Getty y Silvia Perth, una par de novios, testificaron algo increíble cuando cruzaban las planicies después de un picnic en 1968. Los dos relataron que mientras regresaban a Selby escucharon el sonido atronador de un galope. Al voltear, se encontraron con un enorme caballo de batalla montado por un hombre con armadura medieval. El caballero pasó por ellos velozmente lanzándolos fuera del camino y continuó galopando rumbo al bosque donde desapareció sin dejar rastro.

Lo que todas estas visiones tienen en común es que parecieran involucrar a los guerreros que protagonizaron la sangrienta Batalla de Towton.

La parapsicología, una Pseudociencia que estudia las manifestaciones sobrenaturales, explica que el lugar donde se suscitan emociones intensas – como la escena de un asesinato o los lugares de tragedias a gran escala – mantienen una energía residual activa. La analogía usada para explicar el fenómeno tiene que ver con un incendio. Supongamos que el fuego consumió una casa. Días después las llamas ya se apagaron y el lugar incluso puede ser limpiado, pero el olor a humo aún puede sentirse en el aire poniendo en evidencia que algo tuvo lugar allí. Con las emociones sucede los mismo, la diferencia es que permanecen en al aire durante siglos, viviendo en el lugar. Es esta energía la detectada la que propicia las apariciones como las de los soldados medievales.

Los expertos en asuntos paranormales creen que Towton es un sitio donde se despertaron emociones extremadamente fuertes por la Batalla de 1461. El horror de aquellos desgraciados continuó suspendido en el aire, explicando porqué aún son capaces de materializarse frente a testigos incrédulos. Algunos aseguran que los soldados son espectros de los guerreros marchando a una de las más terribles batallas de la Guerra de las Dos Rosas, hombres condenados a vagar por los siglos eternamente en un limbo.

Uno de los casos más notables tuvo lugar el mes de septiembre de 1977, cuando un comerciante llamado Donald Pearson, residente de la zona, recorría las planicies camino a casa cuando escuchó el sonido de una persona pidiendo ayuda. El hombre corrió rápidamente en dirección al sonido de los gritos y casi pisa a un hombre tendido en la hierba. Creyendo que había sufrido un accidente, Pearson comenzó a hacer preguntas pero el hombre era incapaz de explicar con lógica lo que había sucedido. Pearson encendió un mechero y se dio cuenta que el hombre iba vestido con ropa medieval, una túnica blanca con rojo y tenía una flecha enterrada en el estómago. Pierson trató de tranquilizar al sujeto, pero finalmente murió en sus brazos.

Pierson regresó a Towton y cuando llegó contó lo que había presenciado. Las personas, sin embrago, estaban más preocupadas con el comerciante que tenía la ropa cubierta de sangre. Regresando al lugar donde aconteció todo, el guerrero moribundo había desparecido sin dejar rastro.

Los defensores de las ciencias ocultas tienen una explicación aún más fantástica para el fenómeno.

Ellos creen que las planicies en torno a Yorkshire son rutas cubiertas por Líneas de Ley (Ley Lines). El supuesto es que se trata de líneas invisibles que cortan la tierra como si se tratara de ríos, y que en lugar de correr agua transportan energía psíquica. Especialmente en ciertos lugares, la líneas se cruzan creando nodos o intersecciones donde esta energía psíquica se desborda.

Se dice que varios fenómenos paranormales están asociados a los cruces de Leys, y los investigadores defienden que estas “líneas” existen en todo el planeta.

Para algunos, las líneas de Ley serían una especie de conexión entre el mundo visible, ósea el nuestro, y los mundos invisibles, que en cierto momento funcionan como pasadizos dimensionales entre realidades diferentes, en el tiempo y en el espacio.

En el pasado, los hechiceros y druidas que desarrollaban una habilidad especial eran capaces de seguir las energías que emanaban de estas líneas. Los lugares donde las líneas se interceptaban se consideraban especiales, monumentos sagrados o mágicos. Los monumentos de piedra y memoriales eran erigidos en estos lugares que tenían una importancia ritual en el sentido de que magnificaban los hechizos que ahí se hacían.

Para los defensores de esta teoría, las Leys que existen en las planicies de Towton se cruzan en determinadas zonas generando los nodos donde el pasado y el presente se encuentran. Jenkins y otros testigos, entonces fueron transportados temporalmente a un lugar en el pasado y vieron a los soldados poco antes de la batalla.

Pero ¿sería posible que los soldados hubiesen compartido la misma visión? No hay ninguna mención o registro histórico sobre visiones perturbadoras el día en que la batalla tuvo lugar y probablemente la propia crónica de la batalla desvanecería cualquiera de estos relatos.

No se trata de un acontecimiento aislado, existen diversos informes de suceso extraños en sitios que tuvieron un pasado perturbador o que fueron escenarios de episodios violentos.

Para los que creen en fenómenos de esta naturaleza, las planicies de Towton son una prueba de que aún falta mucho que comprender sobre la naturaleza del tiempo y las realidades alternas.