A partir del próximo 1 de agosto, para cualquier ciudadano estadounidense será completamente legal descargar cualquier proyecto de Internet e imprimir en resina plástica, valiéndose de su impresora 3D particular, un arma sin ningún tipo de regulación o número de serie. Es el resultado de una intensa batalla legal que encabeza el estudiante de derecho Cody Wilson desde hace un par de años.
The Liberator.
El pasatiempo de este hombre consistía precisamente en elaborar proyectos de armas que pudieran imprimirse en casa, por lo que publicó The Liberator (El libertador, en español), un arma de fuego impresa en 3D de un solo tiro. Al poco tiempo de que empezara a distribuirse este proyecto en la red, rápidamente surgió una prohibición pues el emprendimiento violaba los estatutos de exportación de armas en los Estados Unidos.
Esta fue la justificación para que el pasatiempo se convirtiera en la principal actividad de Wilson. “Todo lo que intenté realizar en la facultad de derecho fue imprimir una pistola y ponerla a disposición del público en Internet”, declaró Wilson durante una entrevista a The Guardian en 2016. “Ahora me encuentro en un camino que no tiene vuelta atrás”.
Wilson se enfrentó a la justicia estadounidense argumentando que la prohibición iba contra la primera enmienda de la Constitución de los Estados Unidos donde, entre otros derechos fundamentales, se especifica la protección de la que goza la libertad de expresión. Para defender la causa también fundó Defense Distributed, una organización sin fines de lucro. Con el objetivo de recolectar dinero para sostener el pleito legal, empezó a vender lo que refiere como el 80% de un arma: un producto que puede colocarse en una impresora 3D para terminar el trabajo.
La era de las armas de descarga.
La lucha de Wilson finalmente ha dado sus frutos. A finales del mes de junio, a través de un acuerdo judicial entre el diseñador y el Departamento de Estado, con el aval del presidente Donald Trump, se determinó que las armas ahora pueden ser impresas prácticamente en su totalidad. La única condición es que se agregue un pasador guía de metal, esto para garantizar la conformidad con la Undetectable Firearms Act de 1988 y que pueda ser identificada por los detectores de metal.
La Defense Distributed conmemoró en su sitio el comienzo de la “era de las armas de descarga”. El fundador y vicepresidente ejecutivo de la Second Amendment Foundation, Alan Gottlieb, que defiende el derecho a las armas comentó que “no sólo es una victoria de la primera enmienda por la libertad de expresión, también es un golpe devastador para el movimiento de prohibición de las armas”.
Evidentemente, esta decisión provocó una serie de protestas. Los defensores de un mayor control sobre las armas, como el director de la organización Everytown for Gun Safety, Nick Suplina, clasificaron el acuerdo como “increíblemente peligroso”. “Dicho acuerdo abre la puerta para que los criminales condenados y abusadores domésticos descarguen esquemas en Internet para imprimir sus propias armas ilegales imposibles de rastrear”.
Ahora, cualquiera que desee imprimir su propia arma, ni siquiera tiene que limitarse a un arma de un solo tiro. Armas de mucho mayor potencia, como un rifle estilo AR-15, pueden ser impresas por cualquier persona, para los motivos que mejor les convengan. Suficiente con tener acceso a una impresora 3D y un poco de resina plástica.
Y?
De todos modos se disparan entre ellos.
Así les ahorran el trabajo a los Rusos y los Iraníes.
Esto solo hará que mas pdejos sin cerebro tengan un mayor acceso a las armas, abogado y todo pero no mame
pasen el zelda
En la ma dre