El ramo de novia y la guerra entre mujeres

El preciado y maravilloso Ramo de Novia no tiene un origen muy agradable que digamos. Como todos saben (si no lo sabes, deberías leer sobre la falta de higiene en la Edad Media), darse un baño no era algo muy común allá por los siglos XV y XVI.

Entonces, imagina a la novia, sin conocer lo que era un buen baño desde hacía meses, adentro un vestido pesado y pomposo que le cubría todo el cuerpo, incluso el rostro con el velo, entrando en un lugar con poca ventilación y repleto de gente… pues sí, un ramo de novia tenía la función de disimular la pestilencia corporal de la próxima esposa.

Esta falta de higiene en ocasiones tenía una justificación: el inverno. Las casas no contaban con sistemas de calefacción ni sistema hidráulico. Por lo que el primer baño después de un largo inverno no se hacía sino hasta mayo. Y sí, por esa razón mayo es considerado el mes de las novias, pues era hasta entonces que la mujer tomaba un baño para casarse, aunque la mayor parte de los matrimonios tenían lugar en junio.

Volviendo al ramo de novia, se cree que la costumbre de arrojarlo fue una salida para que las novias no quedaran desnudas en el medio de la fiesta. Pasamos a explicar.

En Francia, el liguero de la novia se consideraba un amuleto de la suerte y los invitados corrían tras la mujer para quitárselo ¿Puedes imaginar la escena? Bueno, entonces para evitar que la novia fuera casi violada en el medio de la fiesta, comenzaron a retíralo y arrojarlo ellas mismas. Ahí fue donde entró el ramo, que substituyó al liguero.

Sin el liguero, las novias arrojaban los ramos, algo que después se convirtió en todo un ritual. Y este acto de arrojar el ramo se volvió bastante útil para los hombres. Al arrojar el ramo, solamente las solteras podían ir a atraparlo. Así, los solteros sabían quienes estaban disponibles. Después vino eso de que la que atrapara el ramo era la próxima en matrimoniarse. Y así nació la leyenda tras el ramo de novia.

Actualmente, pareciera que todas las mujeres solteras están ansiosas de casarse, pues no hay boda donde no se peleen hasta con las uñas por atrapar este preciado tesoro. Dale un vistazo a la selección de imágenes a continuación.