El queso es un alimento extremadamente rico en grasas saturadas. Pero, a diferencia de otros alimentos con altos niveles de grasa, el queso presenta un efecto Matrix que facilita su digestión en el organismo humano. Así, representa una alternativa mucho más saludable para nuestro corazón.
Como muchos otros alimentos deliciosos, el queso es un arma de doble filo. Por un lado, nos proporciona buena cantidad de proteína y calcio, pero también está repleto de grasas saturadas y sodio. Se sabe que estos dos elementos figuran entre los principales responsables del desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Pero, hay cada vez más indicios de que un efecto Matrix en el queso ofrece cierta protección de los impactos negativos de estas sustancias. La mayoría de los quesos están hechos con una enzima denominada quimosina o rennina, imprescindible para lograr que la leche cuaje. Ciertos quesos frescos, como el queso cottage, se hacen usando sustancias ácidas.
Mientras que otros, como el queso panir, se producen a partir de una combinación entre ácidos y calor. Es precisamente la técnica de fabricación del queso lo que influye en la forma en que el cuerpo lo digiere y el impacto que tiene el alimento en nuestra salud.
Las bondades del queso.
En 2017, un equipo de investigadores canadienses reclutó a 43 voluntarios saludables para demostrar que la grasa presente en el queso crema se digiere y absorbe con mayor velocidad. En el estudio, los científicos señalan que las partículas de grasa más pequeñas del queso crema resultan más accesibles para las enzimas que digieren la grasa en nuestro cuerpo.
Un año después, otro grupo de investigadores irlandeses concluyó que comer queso aumenta los niveles de colesterol mucho menos que cuando sus componentes se consumen por separado en forma de mantequilla, proteínas y calcio. Entonces, la próxima vez que abuses comiendo queso recuerda que tienes cierta protección con este “efecto Matrix” en el alimento.