En un proyecto titulado “Your Colour Perception”, un artista de nombre Liz West ofreció a los asistentes del Biennial Bristol 2015, un festival de arte con sede en Inglaterra, la experiencia de inmersión al interior de un arcoíris. West utilizó lámparas fluorescentes T8 y geles de celulosa para inundar los corredores en una instalación de 465 metros cuadrados con toda una gama de colores impresionantemente viva.
Esta instalación fue diseñada de acuerdo con la arquitectura del lugar y la respuesta psicológica y emocional del ser humano a los colores, y fue guiada durante su construcción por expertos en percepción humana. El proyecto fue creado en las instalaciones de la Castlefield Gallery’s New Art Spaces Federation House, un complejo de cuatro niveles ubicado en Manchester.
Para este trabajo, el artista estaba interesado en la influencia y percepción de colores luminosos del espacio arquitectónico así como en la experiencia de los visitantes. West logró transformar la Federation House en una experiencia sensorial visceral sobrecargando el ambiente con luz cromática artificial, también puso a prueba las respuestas psicológicas, físicas, emocionales y espirituales de los visitantes que se dieron cita en su obra.
Mientras observaba la reacción del público, el artista notó que cuando transitaban entre los espectros de color, las personas siempre regresaban a aquellos que las hacían sentir más cómodas, incluso deteniéndose durante un breve tiempo para “absorber” su tono favorito.
Aparentemente los insectos no son los únicos animales que tienen ciertas preferencias por la luz.