Dobri Dobrev, un ser humano increíble

Dobri Dobrev casi alcanza el siglo de vida pero aún se mantiene fuerte y en condiciones. Se trata de un hombre nacido en Bulgaria, veterano de guerra de la Segunda Guerra Mundial y cuya participación, además de los recuerdos, le dejó una pérdida casi total en la audición.

Por las calles de Sofía, la ciudad capital de la República de Bulgaria, es conocido por casi todo el mundo debido a que mendiga en las calles del centro de la ciudad. Las personas suelen llamarlo «Dyado Dobri» (abuelo Dobri) como una forma de demostrarle cariño y generalmente a todos les cae bien, razón por la que al final de su actividad de mendicidad siempre logra un buen puñado de monedas.

Pero su labor de pedir va más allá del beneficio personal. Durante varias décadas, el Sr. Dobri recorrió los 15 kilómetros que separan a su pequeña casa en el poblado de Bajlovo de la capital, donde pasa el día entero pidiendo limosna (actualmente viaja en autobús). El Sr. Dobri es bastante religioso, muy simpático y jamás se cansa de hablar con los extraños acerca de su fe y de lo que cree es mejor para las personas. Así es que muy pocas personas se niegan a regalarle una moneda, misma que agradece cordialmente, a veces besando la mano de un niño en señal de agradecimiento y respeto. Así lo ha hecho durante muchos años.

Sin embargo, recién en el 2013 las personas se enteraron que el Sr. Dobri no se queda con el dinero para su beneficio personal. Durante todos estos años llegó a recolectar unos 78,000 levs (unos $ 700,000 pesos), que fueron donados hasta el último centavo para obras de caridad, orfanatos y restauraciones en iglesias y monasterios de toda Bulgaria. Su mayor contribución fue para la restauración del monumento a San Alexander Nevsky, en la iglesia más grandes del país.

El año pasado, el redditor Nullvoid123, contó en el portal que solía encontrase al Sr. Dobri y que en cierta ocasión le confesó que había hecho algo malo –posiblemente haber participado en la guerra– , y que por eso se sentía obligado a ayudar a otros como una forma de enmendar sus acciones del pasado.

¿Y cómo vive entonces el Sr. Dobri? Suele subsistir con su sueldo del retiro de unos $ 1,500 pesos que recibe cada mes. Según él, es más que suficiente. Dobri Dobrev arregla su propia ropa, confecciona su propio calzado rustico de cuero y se alimenta comiendo nada más que pan y una rebanada de tomate todos los días. Algunos líderes religiosos y la misma autoridad fueron a visitarlo para ofrecerle muebles nuevos y asistencia financiera, pero le dijo que no lo necesitaba, que era muy feliz como estaba.

Gracias a sus acciones, muchas personas han empezado a llamarlo el Santo de Baylovo, un testimonio vivo y esperanzador de que la humanidad puede tener verdadera humildad y abnegación.