A lo largo de dos décadas, David Carrick perpetró múltiples ataques sexuales violentos mientras vestía un uniforme de policía y portaba un arma oficial. Obligaba a sus víctimas a protagonizar terribles actos de degradación y sadismo, mientras les decía: “eres mi esclava”. Además, las amenazaba para que no lo denunciaran, advirtiéndoles que sería su palabra contra la de un oficial en servicio.
David Carrick terminó admitiendo 49 acusaciones realizadas por una docena de víctimas. Las confesiones de este criminal llevaron a la Policía Metropolitana, institución para la que trabajó durante años, a pedir disculpas por no atrapar a un criminal con uniforme. La suerte del agresor sexual se terminó cuando una mujer se armó de valor y lo denunció.
La denuncia que reveló al monstruo David Carrick.
Para octubre de 2021, tras la cobertura mediática que siguió a la captura de Wayne Couzens, otro oficial de la Policía Metropolitana de Londres que violó y asesinó a Sarah Everard, una de las víctimas de David Carrick llamó a la policía de Hertfordshire. Ciudad donde el violador vivió y cometió muchos de sus crímenes.
En la denuncia, la mujer detalló que conoció a Carrick vía Tinder un año antes. En esa primera cita, el hombre le mostró su placa de policía y presumió que conocía a personas famosas, incluido el primer ministro del Reino Unido. Además, mencionó que manipulaba armas de fuego y tenía una serpiente como mascota. Finalmente, le aclaró que buscaba una mujer obediente y sumisa.
Tras emborracharla, la llevó a un cuarto de hotel donde habría abusado de ella. Las acusaciones que pesaban sobre Carrick terminaron llevándolo a prisión. Pero, aquello solo era la punta del iceberg, pues el ex oficial de policía ocultaba una parte muy sombría de su vida.
La investigación creció como una bola de nieve.
Durante la primera comparecencia en tribunales, el hombre negó todos los cargos. Afortunadamente, al estar involucrado en un caso judicial la autoridad pudo divulgar el nombre del acusado. El detective Iain Moor, de la policía de Hertfordshire y principal responsable de la investigación, recuerda que esta primera acusación funcionó como un desencadenante para desenmarañar los crímenes de su ex colega.
Cuando apareció en el banquillo de los acusados, todas esas víctimas intimidadas y silenciadas finalmente salieron a la luz. “La investigación creció como una bola de nieve”, recuerda Moor. La primera denunciante jamás imaginó que inspiraría a tantas mujeres a denunciar a este monstruo disfrazado de policía.
La propia Policía Metropolitana llego a pedir disculpas, esto después que se revelara que David Carrick estuvo bajo investigación al menos en nueve ocasiones. Barbara Gray, asistente del comisario, mencionó que la policía “debió percatarse de su patrón de comportamiento abusivo”. Una serie de errores que, definitivamente, prolongaron el sufrimiento de las víctimas y permitieron a Carrick seguir delinquiendo.
Las víctimas de David Carrick.
La víctima más antigua de este abusador señaló que le imputaron cargos falsos y terminó en la cárcel. En 2003, cuando su condena estaba por finalizar, la violaron y amenazaron con una réplica de arma de fuego. El policía se aprovechó de una serie de mujeres a las que llamaba “mis prostitutas”. Las dominaba a tal grado que les decía lo que debían vestir, dónde debían dormir y lo que debían comer.
De hecho, a algunas les prohibía alimentarse, hablar con otros hombres o tener contacto con sus propios hijos. Se sabe que llegó a orinar sobre algunas de sus víctimas. Una de las mujeres que lo denunció describió una ocasión en que Carrick le pegó con un cinturón. Otra, señaló que el abusador disfrutaba de encerrarla regularmente en un pequeño armario bajo las escaleras.
Se quedaba en ese lugar, “completamente humillada e intimidada, hasta que el monstruo decidía sacarla”, señala Moor. “He visto casas para perros más grandes que ese armario”, agrega el investigador.
El objetivo de estas relaciones abusivas entre David Carrick y las mujeres era la “satisfacción de su apetito por la degradación y el control”. Resultó particularmente exitoso a la hora de humillar a sus víctimas. En cierto momento, tres mujeres mantenían una relación controladora y coercitiva con este hombre.
Pese al gran número de mujeres que lo denunciaron, la policía cree que todavía hay más. Tan es así que la policía de Hertfordshire abrió una sección especial en su sitio web. Desde allí, las personas pueden denunciar directamente en línea sin tener que pasar por una estación de policía o por el sistema general de denuncias en Internet.
Una persona “extraña”.
La BBC obtuvo una entrevista con una mujer que conoció a David Carrick mediante un sitio de citas en línea. Afortunadamente, ella no padeció el ataque de este abusador. Y aunque nunca tuvieron una cita, revela que en una ocasión lo visitó en su casa. La mujer describió la forma en que Carrick le envió numerosos mensajes que “realmente me inquietaron”.
“Era un hombre extraño”, asegura este personaje anónimo. “Pensé que me sentiría bien con él porque se trataba de un policía, y también llegué a pensar ‘seguramente puedo confiar en un policía’”. En esos mensajes que intercambiaron, Carrick le confesó que creía estar enamorándose de ella y después la acusó de engañarlo.
Cuando supo de los crímenes que se le adjudicaron a este sujeto no lo podía creer, pues ella solo vio a un hombre extraño y arrogante. A lo largo de todos los interrogatorios policiales, David Carrick mostró una actitud completamente relajada. En todo momento se aferró a que la actividad sexual que tuvo con sus víctimas fue consensuada o simplemente no sucedió.
La inesperada confesión de David Carrick.
Conforme pasaban los meses, parecía que las víctimas del agresor sexual tendrían que demostrar sus acusaciones frente a un tribunal. Pero, en diciembre de 2022 el caso dio giro inesperado cuando David Carrick admitió la mayoría de las acusaciones que pesaban sobre él. Pese a esto, se tiene programado un juicio para el próximo mes de febrero, donde tendrán que demostrarse las acusaciones restantes.
David Carrick ingresó a la Policía Metropolitana de Londres en 2001, cuando todavía era un joven de 26 años y tras un breve servicio en el ejército. Aprobó todas las pruebas de confianza, pese a que un año antes se involucró en posibles delitos. No lo arrestaron ni lo acusaron formalmente, pero se hablaba de que robó a una ex pareja de la que se negaba a separarse.
Un año después, la propia Policía Metropolitana abrió una investigación contra Carrick por la posible comisión de un delito al agredir y acosar a una ex pareja. Como no existi acusación criminal, el oficial no fue remitido a la junta de normas profesionales de la agencia.
Un policía problemático.
A lo largo de la carrera policial de David Carrick se acumularon diversos informes de acoso, agresión y violencia doméstica. Increíblemente, ninguno de estos resultó suficiente como para iniciar un proceso judicial. El hombre estaba bajo sospecha de la policía en Hertfordshire, Hampshire y Thames Valley.
En el año 2009, época en que Carrick se desempeñaba como guardia en las Cámaras del Parlamento, oficinas de gobierno y misiones diplomáticas, una nueva acusación se levantó sobre él. Para 2017 protagonizó otra investigación policial, pues dos años antes tomó a una mujer por el cuello e intentó asfixiarla. Nuevamente, no surgió una acusación criminal y aunque la Policía Metropolitana recibió el reporte, solo lo procesaron por mala conducta.
A mediados de 2021, finalmente David Carrick recibió una acusación formal de violación y la Policía de Hertfordshire lo detuvo. Pese a esto, le permitieron seguir laborando con funciones restringidas.
La policía le falló a las mujeres de Londres.
Tras el asesinato de Sarah Everard, la Policía Metropolitana proclamaba públicamente su misión de proteger a las mujeres. Sin embargo, hoy admiten abiertamente que su departamento de estándares profesionales no hizo el más mínimo esfuerzo por verificar el historial de otro policía acusado de violencia sexual.
El proceso por violación no siguió adelante después que la mujer retirara la denuncia. De hecho, David Carrick estaba a punto de volver a sus funciones como oficial de la ley cuando lo acusaron nuevamente de violación y terminó preso una vez más. Al divulgarse públicamente su nombre y los cargos que se le imputaban, los casi 20 años de ofensas finalmente salieron a la luz.
La Policía Metropolitana solicitó al órgano de vigilancia que se retractara de la decisión que habían tomado sobre Carrick, una decisión que Gray refiere como “devastadora para las víctimas que tuvieron que pasar por el dolor y sufrimiento a manos de un policía en funciones”. “Resulta contraproducente para la confianza que buscamos ganar entre las mujeres y niñas de Londres”, agrega. “Sabemos que, definitivamente, este es un día en que la policía ha dado un paso atrás”.
No se piden disculpas. Pues ino no le dice al agraviado «discúlpese». Uno OFRECE disculpas y pide perdón.