Cuando se leen los datos sobre la vida de Joaquín “El Chapo” Guzmán, muchos parecen sacados directamente de un guion para cine: intentos de asesinato, dominación mundial del tráfico de droga, intrépidos escapes de prisión y encuentros con estrellas de cine en el anonimato de la jungla.
De hecho, si no existiera evidencia que respalda toda esta información sería algo difícil de creer. Por mucho, la vida de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera se aleja mucho de lo ordinario, incluso para los estándares en un capo de la droga.
Primeros pasos en el mundo criminal.
Apodado “El Chapo” por su corta estatura (1.67 m), Guzmán Loera inició su ascenso en el mundo de la droga en sus primeros años de adolescencia como un narcomenudista redituable de marihuana. Eventualmente se movió al negocio de la cocaína en la zona poniente del territorio mexicano, esto con el aval y la guía de Miguel Ángel Félix Gallardo (el “Jefe de jefes”), otro capo de la droga. A mediados de la década de 1980, y tras la captura de Gallardo, El Chapo entra de lleno a las grandes ligas del tráfico internacional de drogas fundando el notable cártel de Sinaloa.
No pasó mucho tiempo antes que Guzmán Loera se convirtiera en un de los traficantes más poderosos del país – acciones que lo pusieron bajo el radar tanto del gobierno mexicano como estadounidense.
Un capo de la droga sin precedentes.
Eventualmente, El Chapo pasaría 8 años en prisión entre la década de 1990 y su famoso primer escape de 2001, pero incluso en este tiempo y con su líder en prisión, el cártel sigue haciéndose de poder. En la década que siguió a su escape, alcanzó la cima de su carrera criminal igualando, e incluso superando, a capos de la droga históricos como Pablo Escobar y Al Capone. En determinado momento, este personaje era responsable por el tráfico de una cuarta parte de las drogas que se vendían en todo el mundo.
La caída de Guzmán Loera inició cuando fue recapturado por la policía en 2014, para escapar una vez más y volver a ser capturado en 2016, fecha desde que es mantenido bajo custodia. Aunque El Chapo está tras las rejas en una prisión de Estados Unidos, su escandaloso legado está muy lejos de desaparecer. Échale un vistazo a algunos de los datos más impresionantes sobre esta leyenda del mundo de las drogas.
Datos indignantes sobre Joaquín “El Chapo” Guzman.
Dado que nació en una zona rural pobre, empezó vendiendo marihuana cuando aún asistía a la escuela primaria y al cumplir los 15 años se había convertido en el principal sostén de su familia.
Su cumpleaños es una especie de misterio. En los documentos oficiales existen dos fechas: el 4 de abril de 1957 y el 25 de diciembre de 1954.
Desde su aprehensión, El Chapo jamás ha sufrido la carencia de visitas en prisión. Familia, abogados y asociados asisten a visitarlo regularmente, sumando un total de 500 visitantes.
Se casó en cuatro ocasiones y se sabe que estuvo en contacto con su primera esposa al menos hasta su más reciente captura.
La entrevista de Sean Penn, que tuvo lugar en el medio de la jungla y fue promovida por Kate del Castillo, recibió crédito por parte de las autoridades mexicanas en la recaptura del capo de la droga.
El Chapo ha sido responsabilizado por la construcción de al menos 62 túneles para el contrabando, mismos que la policía ha localizado en la frontera entre México y los Estados Unidos.
Muchos familiares de Guzmán Loera – entre los que se incluyen su hijo, hermano y sobrino – colaboraron de forma cercana a él en el tráfico de drogas y terminaron asesinados por sus rivales.
Al momento de su última captura, Estados Unidos ofrecía una recompensa de US$ 5 millones por su cabeza.
El método de su primer escape aún es debatido, pero la versión oficial señala que se escapó oculto en un carrito de lavandería.
Durante su reclusión en México entre 1993 y 2001, Guzmán tuvo acceso a drogas, alcohol y prostitutas que le eran suministradas en prisión como una forma de mantenerlo ocupado.
Existen varios testimonios de que Guzmán Loera solía pagar la cuenta de todos los clientes cuando ingresaba a un restaurante, y los clientes no tenían opción pues su equipo de seguridad bloqueaba las puertas del establecimiento.
En un reporte sobre uno de estos incidentes, se dice que un secuaz de El Chapo ingresó y llamó la atención de todos los presentes: “señores, por favor. Permítanme un minuto de su tiempo. Un hombre está apunto de entrar, el patrón. Les solicitamos que se mantengan en sus asientos; las puertas se van a cerrar y no se permitirá la salida de ninguna persona. Tampoco se les permitirá utilizar sus teléfonos celulares. No se preocupen, si hacen todo lo que se les solicita, nada pasará. Sigan comiendo y no se preocupen por la cuenta. El patrón la pagará”.
Solían apodarlo el Osama Bin Laden del tráfico de drogas, debido a sus métodos de trasiego y a su habilidad para evadir la justicia.
Se convirtió en un tema popular entre los escritores de canciones. Y en lugar de condenar sus acciones, su vida es romantizada en los narcocorridos.
En 1993 un grupo contrario atentó contra su vida, los sicarios accionaron las armas contra un automóvil donde creían que se encontraba el Chapo Guzmán en el aeropuerto de Guadalajara. Siete personas perdieron la vida, entre estos Juan Jesús Posadas Ocampo, cardenal de la Iglesia católica en México y obispo de Guadalajara, pero El Chapo ni siquiera estaba en el automóvil.
Su segundo escape implicó la participación de 78 cómplices y sobornos que ascendieron al total de US$ 2.5 millones.
Una parte del plan orquestado para este escape de El Chapo implicaba utilizar una motocicleta para viajar a lo largo del túnel.
Durante su reclusión en la década de 1990, Guzmán Loera tuvo un romance en prisión con una oficial de policía. Zulema Hernández fue a prisión por prestar ayuda en el tráfico de drogas y entablar un romance con Guzmán. Poco tiempo después de salir de prisión la asesinaron.
El imperio de la droga de Guzmán eventualmente creció tanto que llevaba a cabo operaciones masivas vinculando a cinco continentes.
Dado que el cártel de Sinaloa llegó a traficar más de 4,000 libras de cocaína en Chicago cada mes, Guzmán Loera fue el primer criminal en ser nombrado “enemigo público número 1” por la ciudad desde Al Capone.
Pos ráscate
gracias a esta pagina mis kiwis me pican
aclarenme pues si ese tal Miguel Ángel Félix Gallardo es uno que está preso o que?
ahí dicen que murió…
La palabra correcta era «captura», no asesinato. Ya corregí ese dato.
tks
Para los que siguen idolatrando a este tipo de lacras…
No pos… al menos les pagaba la comida :v