Creyentes y ateos poseen valores morales con pequeñas diferencias

¿Sabes lo que tienen en común ateos y creyentes? Ambos comparten valores morales relacionados a la protección de personas vulnerables. Sin embargo, los ateos manifiestan una menor tendencia a respaldar aquellos valores que promueven la cohesión grupal. Además, juzgan la moralidad de los actos en función de las consecuencias. Esas son las conclusiones generales de un estudio encabezado por Tomas Ståhl, de la Universidad de Illinois en Chicago.

Valores morales de ateos y creyentes.

En muchas culturas alrededor del mundo, prevalece la idea de que los ateos carecen de una brújula moral. Sin embargo, hasta ahora no existían estudios que analizaran las diferencias sobre los conceptos de moralidad entre ateos y creyentes. Para reducir la brecha, Ståhl llevó a cabo dos levantamientos de datos en la plataforma Amazon Mechanical Turk. El objetivo era examinar los valores morales de 429 ateos y creyentes de los Estados Unidos (un país donde predomina la religión) y Suecia (una nación mayoritariamente atea).

En el análisis, el investigador observó que los creyentes tienden a adoptar y respaldar valores que promueven la cohesión grupal. Por otro lado, los ateos juzgan la moralidad de las acciones en función de las consecuencias. Los únicos puntos donde convergen ateos y creyentes son en aquellos valores morales relacionados con la protección de personas vulnerables, la libertad y lo epistémicamente racional. En otras palabras, creen en las afirmaciones sólo cuando están basadas en evidencia.

Esas encuestas también proporcionaron pistas sobre la diferencia que existe entre la brújula moral de los ateos y los creyentes. En parte, esa diferencia atiende a que los creyentes tienen una mayor exposición a la participación comunitaria en comportamientos que les resultarían costosos si sus creencias fueran falsas, como asistir a los servicios religiosos.

Renegados sociales.

A grandes rasgos, esta información sugiere que la idea generalizada de que los ateos son personas inmorales subyace, parcialmente, en su débil respaldo a los valores que promueven la cohesión grupal. Además, también influye mucho su juicio moral basado en consecuencias.

Ståhl dice que “el mensaje general del estudio es que los individuos que no creen en Dios poseen una brújula moral. De hecho, comparten diversas preocupaciones morales con los creyentes religiosos. Tales como la búsqueda de la justicia y la protección a personas vulnerables. Sin embargo, estos [que carecen de creencias religiosas] son menos propensos a respaldar los valores morales que promueven la cohesión del grupo, como el respeto por la autoridad, la lealtad al grupo y la santidad”.

Es posible que el estereotipo negativo que pesa sobre los ateos tenga mucho que ver con el poco respeto que muestran por esos tres factores que menciona el investigador, pues para los creyentes son aspectos relevantes para la moralidad. También es más probable que hagan juicios morales en función de las consecuencias y de manera individual.