Cada persona exitosa ha aprendido esta lección

Era otro día en la oficina y Jeff estaba sentado en su silla de escritorio, mirando las paredes grises sin vida que definían «su» espacio. Jeff odiaba su trabajo y, en general se sentía frustrado con la vida porque era un perdedor y lo sabía.

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Hubo un tiempo que quería correr una maratón. Compró un par de zapatos nuevos y un libro para correr, pero sólo entrenó durante un par de semanas antes de dejarlo.

Hubo un tiempo en que quería construir su propio sitio web. Leyó todo lo referente durante meses e investigó todas sus dudas. Incluso logró poner su propio sitio en línea, pero después de un par de semanas, lo dejó porque nadie lo visitaba.

Había un patrón similar. Jeff se emocionaba por algo y comenzaba a desarrollar su pasión muy rápido, pero al no ver resultados, rápidamente se desanimaba y lo abandonaba. Después de darse por vencido, volvía a caer en los viejos hábitos y la vida era la misma para Jeff día tras día, año tras año. Y ahora estaba aquí, aburrido y frustrado.

Fue este día que Jeff fue enviado atrás en el tiempo.

No sabía lo que había pasado, pero de repente se encontró en medio de una obra de construcción antigua. Miró a su alrededor tratando de orientarse cuando se dio cuenta: el Coliseo Romano se está construyendo frente a sus propios ojos. Pensó para sí:»¿Qué demonios está pasando aquí?”

Jeff exploró el sitio de la construcción con asombro y se encontró con un hombre que parecía ser un picapedrero. Era del mismo tamaño que Jeff y portaba un martillo grande, estaba de pie al lado de una roca aún mayor. Cuando Jeff pasaba al hombre, con un gran golpe, el picapedrero partió la roca gigante en dos.

Jeff pensó:»¡Wow, qué hombre! No puedo creer que cortara la roca con un golpe”

Jeff continuó su viaje a través de la obra de construcción, a veces pensando en el picapedrero, deseando ser lo suficientemente fuerte como para cortar la roca como el cantero lo había hecho, con un solo golpe.

Más adelante, por lo que parecía ser el destino, Jeff terminó cruzando caminos con el picapedrero de antes. Esta vez el hombre estaba descansando a lo largo del borde de la carretera, visiblemente agotado. Jeff tenía que saber el secreto del picapedrero.

Así que le preguntó al cantero, “Cómo lo has hecho antes?”

Confundido, el cantero respondió: “¿Hacer qué?”

Jeff dijo: “Cortar la roca gigante.”

El picapedrero respondió: “Bueno, mi padre era un cantero y desde una edad muy joven, comencé a seguir sus pasos. Me presenté todos los días durante años a cortar piedra tras piedra. Empecé muy pequeño y trabajé en ello día a día».

Jeff todavía estaba asombrado: «¿Cuándo fue finalmente capaz de cortar rocas gigantes con un golpe del martillo »

El picapedrero sonrió: «Nadie puede cortar una roca gigante con un golpe.»

“¡Pero vi que lo hiciste!”, acusó Jeff.

«No, lo que has visto, era el golpe final. Antes estuve golpeando la roca durante horas. Puse toda mi fuerza en cada golpe, aunque sabía que podría tomar todo el día».

Jeff se despertó de su sueño.

«Hey amigo, ¿qué están haciendo? ¿En serio durmiendo en este momento? “Su amigo Dave se rió de él.

«Tranquilo hombre, mi jefe no anda por aquí. Acabo de tener un sueño. Se sentía tan real».

Él recordaba vívidamente los detalles del sueño, por lo que realmente le parecía real. Así que le dijo la historia a Dave, pero Dave no se dejó impresionar. “Ese fue un anticlímax. Hubiera sido más divertido si ese tipo cortara la roca con un golpe».

Cuando pensaba en ello, Jeff se sentía de la misma manera. Ambos querían creer en la magia.

Aquí está la lección…

La moraleja de la historia es la siguiente: la mayoría de la gente quiere creer en el éxito de la noche a la mañana y en los resultados inmediatos. Lo que no se dan cuenta es que no hay tal cosa. A menudo nos concentramos en los éxitos y las victorias que vemos en los demás, pero no reconocemos la ardua labor que los llevaron hasta ahí.

Lo que necesitas saber es que todo lo que vale la pena toma tiempo. Si quieres ver resultados increíbles y hacer que lo increíble suceda, necesitas persistencia y el deseo. Tu capacidad de cultivar el deseo y de actuar de manera persistente es lo que te llevará al éxito, no tus talentos naturales. Todo se basa en la acción diaria y consistente.

Nunca hay que olvidar que lo que haces a diario determina tus hábitos, y los hábitos determinan quién eres, lo que logras, y el legado que dejaras cuando te vayas. La gente suele medirte por lo que haces.

Así que, si quieres ser escritor, desarrolla el hábito de escribir todos los días. Si quieres tener un buen cuerpo, desarrollar los hábitos de comer bien y hacer ejercicio. Si quieres trabajar en un proyecto que es más grande que uno mismo, trabajar en este proyecto todos los días.

Un reto para ti.

Elige una meta o fin que sea importante para ti, tal vez es algo que ha fallado en el pasado. Piensa en las acciones que debes tomar para lograr el objetivo y comenzar a desarrollar los hábitos en este momento. Comprométete a tomar acción cada día durante los 30 días siguientes. No lo dejes antes de esos 30 días, no importa lo que pase. No lo abandones antes de tiempo. ¿Eres realmente tan patético? Solo aférrate a ello. Al final de los 30 días, sabrás si se trata de un hábito que vale pena continuar o si no era lo que realmente querías.

7 comentarios en “Cada persona exitosa ha aprendido esta lección”

  1. Muchas gracias Hery! Yo no soy como Jeff, pero sin trabajo, aquí en mi cuarto 😛 Mi objetivo es grande, personal y con una chica. Trato de luchar por ello día con día. Y empecé hace unos meses. Fue bueno leer esto para refrescar ideas de raíz del deseo. Gracias!!!

  2. pues si basicamente ese es la forma de llegar al exito, solo un detalle para cambiar un abito yo tenia entendi que tenias que hacerlo durante 90 dias o sea 3 meses, despues de eso mentalmente se hace un abito

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