El ataque de un “ejército” de escorpiones venenosos dejó un saldo de tres personas muertas y cientos de heridos en las calles de Asuán, al sur de Egipto. El Al-Ahram, un periódico estatal, señala que tanto las lluvias torrenciales, como las tormentas de arena y nieve provocaron que escorpiones y serpientes buscaran refugio en esta ciudad ubicada en los márgenes del río Nilo.
Los informes apuntan que 450 personas resultaron heridas. Desafortunadamente, tres más murieron por el ataque de los artrópodos. El periódico también menciona que la gran mayoría de las víctimas recibieron tratamiento con suero antialacrán en hospitales y centros de salud locales.
Según NPR, las autoridades sanitarias tuvieron que interrumpir las vacaciones de sus médicos ante la gravedad de esta emergencia. Y es que el flujo de pacientes terminó colapsando las unidades de salud en la zona. Lo peor es que las “hordas” de escorpiones todavía se pasean por Asuán, por lo que se indicó a los habitantes resguardarse dentro de sus hogares.
Ashraf Attia, alcalde de Asuán, cerró algunas calles a la circulación tanto vehicular como peatonal. Además, estableció restricciones temporales a la circulación en toda la ciudad para evitar accidentes debido a las afectaciones causadas por los fenómenos meteorológicos.
La especie responsable de este ataque es el Androctonus australis, uno de los escorpiones más letales del planeta cuyo hábitat se extiende por el norte de África. Pero, por muy malvado que parezca el animal, la verdad es que resulta inmensamente benéfico para los humanos. Actualmente, los científicos experimentan con su veneno en el tratamiento de un cáncer cerebral extremadamente agresivo. La característica más distintiva de la especie es su enorme cola.