Un estudio arqueológico en un sitio de Inglaterra que data de la Edad de Hierro reveló esqueletos de animales híbridos, entre los que se encontraba una “vaca-caballo” y ovejas de seis patas. Los extraños restos pertenecieron a un antiguo pueblo que habitó la región al sur de Inglaterra alrededor del 400 a.C., antes de la invasión de los romanos en el 43 d.C.
Paul Cheetham, profesor de arqueología de la Universidad Bournemouth en el Reino Unido y jefe adjunto de la excavación, dice que aparentemente este pueblo cavaba pozos para almacenar alimentos, como granos y semillas, cerca de sus viviendas. Carecían por completo de “una forma decente de refrigerar las cosas” en la época, y la piedra caliza les habría ofrecido una buena área para proteger sus suministros.
Las personas utilizaban cada pozo durante uno o dos años antes de volver a cavar otro. Poco antes de que abandonaran uno de esos pozos, según sugiere la evidencia, enterraban a un animal híbrido en el lugar, a veces todavía con carne (lo que significa que estos no servían como alimento), posiblemente como una forma de rendir culto a alguno de sus dioses.
Los investigadores saben cuándo un animal fue sepultado con carne pues el esqueleto está bien ligado o articulado.
Sumamente extraño.
Los animales híbridos descubiertos en el lugar fueron constituidos a partir de distintas partes del cuerpo de varios animales. “(fueron) creando combinaciones de animales como una ofrenda a deidades específicas”, dice el codirector de la excavación Miles Russell, profesor de arqueología prehistórica y romana en la Universidad Bournemouth. “Lo que esto significaba para la tribu no lo sabemos con precisión ya que, desafortunadamente, nunca se escribió nada sobre el periodo y no hay un registro de los nombres o naturaleza de los dioses que eran venerados”.
Los arqueólogos descubrieron todo tipo de animales mezclados. Muchos partían de combinaciones entre un caballo y una vaca, como una cabeza de vaca con la mandíbula de caballo o un cráneo de caballo con un cuerno de la vaca, resultando en algo que parecía un extraño unicornio.
Algunos cuantos de estos esqueletos contenían objetos de fabricación humana, como peines fabricados a partir de hueso. Otros presentaban combinaciones de vacas y ovejas, y cuerpos enteros de perros y cerdos sacrificados. En un pozo, los arqueólogos encontraron el cuerpo decapitado de un ternero con el cráneo de una vaca en su parte trasera.
Según los arqueólogos, estos animales probablemente formaban la base de la economía y una fuente de alimento en la época, de modo que sacrificar a un animal debió ser algo muy relevante.
La mujer híbrida.
Los arqueólogos también descubrieron el esqueleto de una mujer enterrada bocabajo sobre una cama de huesos. Un rastro de corte en su clavícula sugiere que alguien le cortó la garganta.
“Las personas no eran sepultadas durante la Edad de Hierro en esta parte de Gran Bretaña”, dice Cheetham. “No sabemos lo que hacían con los cuerpos. Probablemente los lanzaban al agua o los exponían a los elementos”, especula.
De la misma forma que los animales híbridos, es probable que esa mujer haya formado parte de un ritual de sacrificio. Su cuerpo fue colocado sobre huesos de vacas, caballos, ovejas, cerdos y perros. Curiosamente, la posicionaron de forma que quedara exactamente encima de ellos: sus piernas estaban arriba de los miembros posteriores de los animales, su pelvis sobre las pelvis de ellos y así sucesivamente.
“Es como si ella fuera un complemento para este animal híbrido humano”, siguiere Cheetham.
Tribu antigua.
Los arqueólogos no nombraron al pueblo de la Edad de Hierro que vivía en el asentamiento, pero el sitio arqueológico es llamado “Duropolis” como homenaje a la tribu Durotriges, que se estableció en la región alrededor del 50 a.C. y hasta la invasión por parte de Roma. El origen de los Durotriges no está claro, pero posiblemente llegaron desde Europa continental.
Los Durotriges dejaron toda una colección de artefactos, incluidas piezas de cerámica, monedas y tumbas con forma de ovalo. Sin embargo, no está claro si la tribu se unió a las personas de la Edad de Hierro (responsables por los pozos de animales híbridos), o se trasladaron.
Dado que no existen muchos registros, los arqueólogos intentan aprender lo máximo posible sobre el pueblo de la Edad de Hierro. Han estudiado la región desde el 2009, pero encontraron este lugar con los animales híbridos hace apenas un par de meses, durante un estudio geofísico.
Casas de la Edad de Hierro.
Los resultados del estudio geofísico, que reveló un área aproximada de 30 hectáreas con pozos, fueron totalmente inesperados. Hasta ahora, los científicos han excavado 16 casas ovales y quedan unas 200 más por descubrir. Cada una posee de 11 a 15 metros de diámetro, y las estructuras probablemente estaban cubiertas por barro y paja.
El descubrimiento ofrece a los arqueólogos una idea más clara sobre la forma en que las personas de la Edad de Hierro en el sur de Inglaterra organizaban su vida. También podría ayudar a los investigadores a aprender sobre la transición de la pre a la pos-influencia romana.
El sitio es una ventana abierta para analizar la forma en que la invasión romana afectó a la Gran Bretaña prehistórica. Los científicos planean rastrear el estilo de vida y otros aspectos que llegaron tras la invasión romana al lugar. “¿Cuándo comenzó a cambiar la vivienda, comida, costumbres y sociedad?”, se cuestiona Russell. “Y si tal cosa ocurrió ¿en qué momento los británicos nativos se convirtieron en romanos?”. Con información de LiveScience.
No me puedo morir sin visitar Europa… con historias como esa no puedo dejar de pensar en que cada lugar que pisas tiene una historia increíble, terrible y maravillosa.
Osea que no nacian naci , mas bien los enterraban juntos ( 2 o mas especies diferentes) y estos se fusionaban(por asi decirlo) con el paso del tiempo…