Anastasia Pokreshchuk, las mejillas más grandes del mundo

Anastasia Pokreshchuk es una modelo ucraniana que alcanzó relevancia internacional tras convertirse en la mujer con las mejillas más grandes del mundo. Por supuesto, esta hazaña solo se hizo posible gracias a varias cirugías plásticas. Sin embargo, antes de este cambio tan radical era una joven con un rostro armonioso. De hecho, sus seguidores argumentan que parecía una persona completamente distinta.

A través de una publicación en Instagram, la modelo ucraniana de 32 años reveló imágenes de cuando era una jovencita de 16 años. Y el volumen de sus mejillas era considerablemente menor al que luce en la actualidad. En la publicación, la joven Anastasia parece una persona completamente diferente con cabello oscuro, lápiz labial rojo y mejillas de tamaño normal.

En la otra imagen podemos apreciar su apariencia actual, con el cabello y los labios pintados de fucsia y unas prominentes mejillas. Sus seguidores se mostraron conmocionados en los comentarios. De hecho, una mujer mencionó que no podría reconocerla si la hubiera visto antes. Otro más se atrevió a decir que siempre fue hermosa, y que vale la pena quererse tal y como uno era o es.

Obsesión con las cirugías plásticas.

Anastasia Pokreshchuk se sometió a su primer relleno facial cuando tenía 26 años de edad. Y le gustó tanto, que continuó con relleno en los labios y aplicación regular de botox en la frente. En una entrevista, la ucraniana confesó que se obsesionó con la aplicación de inyecciones en las mejillas. Y tras decenas de aplicaciones, actualmente ostenta el título de las mejillas más grandes del mundo. Dice entender su extraña apariencia, pero realmente no le toma importancia.

El año pasado, reveló en una entrevista que su intención era seguir inyectándose hasta tener las mejillas más grandes del planeta. En esa ocasión, dijo que había gastado más de US$ 2,000 tan solo en las regiones blandas de su rostro. Y a pesar de las múltiples advertencias médicas sobre los riesgos del relleno facial en exceso, dice que no le importa demasiado. De alguna forma se convenció que su nariz era desproporcional con su rostro, y cree que actualmente todo guarda un perfecto equilibrio.