En la comunidad de Tantará, en la región Huancavelica del Perú, sucedió un acontecimiento tan grotesco que parece sacado directamente de una sitcom estadounidense. En medio de la pandemia que aflige a los peruanos, un hombre llamado Jaime Rolando Urbina Torres (alcalde de la localidad antes mencionada) evitó que la policía lo detuviera colocándose un cubrebocas, metiéndose a un ataúd y cerrando los ojos.
Y es que el lunes 4 de mayo violó el toque de queda para emborracharse con un grupo de amigos al interior de una bodega, simultáneamente violando las medidas de sana distancia.
Cuando la policía arribó al lugar, Urbina se metió en el ataúd y fingió ser una de las victimas mortales del nuevo coronavirus. Sus compinches procedieron con el mismo engaño. Sin embargo, todos los presentes terminaron detenidos y, según información divulgada por la prensa local, el alcalde se encontraba ebrio al momento de la detención.
La prensa acusa a Rolando Urbina de un comportamiento cuestionable en la administración de la crisis sanitaria en el territorio a su cargo. Por eso, el 9 de mayo tuvo que presentarse a una comparecencia comunal de emergencia en donde se defendió de las denuncias de sus gobernados respecto a su inacción en el manejo de la crisis.
El alcalde de Tantará en Huancavelica, Jaime Urbina Torres, fue intervenido por la Policía cuando libara licor, sin embargo para evitar su detención, se escondió dentro de un ataúd para que creyeran había fallecido por #coronavirus.
Foto: Esteban Saldaña @diariocorreo pic.twitter.com/CoorlRRisd— Carlos Javier León Ugarte (@carlosjavierlu) May 20, 2020
En el evento, los vecinos de Tantará lo acusaron de que en los primeros 54 días de la emergencia sanitaria sólo estuvo en la ciudad una semana. El alcalde se defendió diciendo que no habían sido tantos días de ausencia, y que se vio en la necesidad de ausentarse para solucionar algunos problemas prioritarios.
Apuesto a que se asustó cuando el necrófilo local lo encontró.
Jajajjajaja mamste