Con la llegada del 1 de enero de 2024, las puertas del dominio público se abren de par en par con la entrada de Mickey Mouse. Y es que el icónico personaje de Walt Disney está libre de derechos de autor. Ahora, creadores de todo el mundo tienen la libertad de reinventar, reinterpretar y revivir la figura de Mickey como nunca antes. Desde su introducción en «Steamboat Willie» hace 95 años, este amado personaje ya no se encuentra bajo la exclusiva batuta de Disney.
Esta transición histórica reaviva el debate sobre las políticas de derechos de autor en los Estados Unidos. Otrora, una extensión tras otra mantuvo las obras artísticas lejos del alcance público por hasta 95 años. Hoy, marcando un giro en la historia del entretenimiento, esos amarres legales finalmente se soltaron. Y con ello, surge la oportunidad de explorar nuevos horizontes para la figura animada que conquistó a varias generaciones alrededor del globo.
Solo la versión más antigua de Mickey Mouse es de dominio público.
Jennifer Jenkins, directora del Centro Duke para el Estudio del Dominio Público, compartió con Forbes su visión de este cambio como un momento cargado de significado y gran expectativa. Según Jenkins, la liberación de los derechos de autor de las primeras obras de Disney, como «Steamboat Willie» y «Plane Crazy«, significa que tanto Mickey como Minnie pueden adaptarse libremente. Siempre y cuando se respeten los límites del personaje en su versión original de 1928.
¿Qué podemos esperar de esta nueva libertad? La creatividad no conoce fronteras, y las posibles narrativas abarcan desde historias con mensajes ecológicos hasta reinterpretaciones feministas. Sin olvidar las perspectivas únicas y sorprendentes que han surgido en la industria, como las que transforman personajes clásicos en protagonistas de películas de terror o aventuras con zombis.
Los cineastas, entusiastas y juristas miran hacia delante, mientras que Disney, conocida por su celo protector, puede enfrentarse a interesantes desafíos legales en defensa de las iteraciones más actuales del personaje. Este cambio trascendental es producto de una evolución en las leyes de propiedad intelectual en los Estados Unidos.
Jennifer Jenkins enfatizó la naturaleza simbólica de este hito. La libertad del primer Mickey promete una cascada de ingeniosas reinterpretaciones: desde relatos sensibles a la crisis climática hasta visiones rompedoras que puedan seguir los pasos de adaptaciones recientes, tales como «Orgullo, prejuicio y zombies» o » Winnie the Pooh: Miel y sangre«.
Las estrategias de Disney para conservar los derechos sobre Mickey Mouse.
No obstante, la defensa del legado de Mickey permanece firme en las oficinas de Disney, que se empeñan en proteger las versiones posteriores del roedor más famoso y que todavía gozan de protección de derechos de autor. La diferenciación entre el «Mickey astuto» de 1928 y su contraparte más moderna, cariñosa y redondeada podría ser clave para futuras acciones legales.
Justin Hughes, experto legal citado por la AFP, predice un horizonte con tenues limites donde la ley de marcas resultará crucial. Las características icónicas de Mickey, introducidas posteriormente como las pantalonetas rojas y guantes blancos, podrían generar disputas en los tribunales.
Aunque los derechos de autor limitan la reproducción de obras creativas, las marcas registradas tienen el poder de proteger la procedencia y pueden renovarse indefinidamente. Astutamente, Disney ha marcado territorio, incluyendo un clip de «Steamboat Willie» en los títulos de apertura de sus filmes, transformando esas imágenes en una marca registrada impenetrable frente a usos no autorizados.
Ante la complejidad de esta nueva realidad legal, Jenkins se muestra optimista, mientras Hughes propone prudencia y asesoría legal para aquellos que deseen utilizar la emblemática imagen de Mickey. Mientras tanto, con nuestra propia cautela, utilizamos una imagen de «Steamboat Willie» para ilustrar esta discusión, pues incluso con sus recientes cambios de estatus, tratar con el tío Disney… sigue siendo un terreno donde hay que navegar con extremo cuidado.