En seguida conocerás las historias de siete personas que pasaron por una muerte clínica y regresaron a la vida para contar su travesía por el cielo o infierno. Tras el misterioso velo que oculta lo que sucede después de la muerte se desarrollan muchas historias, relatos que confirmarían la extensión de nuestra conciencia. Pero, aunque la ciencia ha sugerido que existe algo más después de la muerte, lo que sabemos del otro mundo es insignificante.
Debbie Cain: murió y vio a Jesús.
En medio de una apendicectomía, los médicos que atendían a Debbie Cain la declararon clínicamente muerta tras un paro cardíaco inesperado. En un relato que compartió posteriormente, la mujer asegura que en ese lapso visitó el paraíso.
“Un enorme amor empezó a invadirme desde el interior. Era cálido y una luz brillante empezó a limpiarlo todo. Allí estaba Jesús. Me miró y, sin mediar palabra, decretó: ‘ahora eres mi hija’. No recuerdo nada más, y lo próximo que supe es que me encontraba en la unidad de cuidados intensivos”.
Colton Burpo: el niño que visitó el cielo.
La experiencia de casi muerte protagonizada por Colton Burpo saltó a la fama tras servir como inspiración para la película El cielo es real (2014). Hijo de un pastor, Colton tenía cuatro años de edad cuando lo sometieron a una cirugía de emergencia y perdió el conocimiento. Más tarde, el niño aseguró que en este periodo visitó el cielo.
Poco después de recibir el alta médica, el pequeño empezó a proporcionar detalles muy específicos de la experiencia. Describió al cirujano que se encontraba a su lado en la sala de operaciones, y la forma en que su padre rezaba mientras él yacía inconsciente. Lo más sorprendente es que Colton aseguró encontrarse con su hermana abortada en el cielo, algo que sus padres jamás le mencionaron, y con su abuela que murió antes de que él naciera.
Colton también refirió un caballo que sólo puede ser montado por Jesús, la inmensidad de Dios y la silla donde descansa, así como al Espíritu Santo derramando poder desde el cielo para ayudar a los humanos. En resumen, este pequeño asegura que el cielo existe, Jesús ama a los niños y que debemos prepararnos pues se aproxima una batalla.
Jose Maniyangat: tour por cielo, Infierno y purgatorio.
Durante un paseo en motocicleta, el sacerdote Jose Maniyangat fue impactado por un conductor en estado de ebriedad. En el camino hacia el hospital, el hombre afirma que pasó por una experiencia extracorporal en la que visitó el cielo, infierno y purgatorio.
“Estaba a 1000 grados Celsius. Un montón de gente era torturada por demonios y gusanos”, describió Jose su paso por el infierno. El equipo médico que lo recibió en el hospital lo declaró clínicamente muerto. De hecho, se encontraba en la morgue cuando mostró signos de vida nuevamente. Inmediatamente lo regresaron al hospital para tratarlo.
Don Piper: el muerto que quería quedarse en el cielo.
En 2008, Don Piper estuvo muerto durante 90 minutos tras sufrir una colisión frontal. El hombre asegura que en ese lapso visitó el cielo, donde lo recibieron familiares y amigos en las puertas del lugar. Aunque no observó a Dios o Jesús, dice que pasó tiempo con sus familiares y se sorprendió al ver que “no envejecieron”. El hombre caminaba hacia las puertas cuando, repentinamente, se despertó.
“En ese lugar vi cosas que no esperaría ver si se tratara de un sueño. Personas con las que no esperaba encontrarme. Muchas cosas de esta experiencia me convencieron plenamente de que fue real y no se trató de algo fugaz. Sucede justo ahora. No puedo esperar para volver allí. No quería regresar aquí”.
Matthew Botsford: murió y visitó el aterrador Infierno.
En marzo de 1992, Matthew Botsford salía de un restaurante en Atlanta, Estados Unidos, cuando se desató un horrible tiroteo. Tuvo tan mala suerte que un disparo de bala 9 mm terminó en su nuca. Camino al hospital, Botsford tuvo muerte clínica en tres ocasiones hasta que finalmente le indujeron un coma.
“Fue un piquete caliente parecido al pinchazo de una aguja, terriblemente doloroso, por unos breves instantes en la parte posterior de mi cabeza”, recordó el hombre. También asegura que instantes después viajó a un lugar que, desde su perspectiva, es el infierno. Un sitio carente de cualquier cosa buena más allá de lo que se puede describir con palabras.
Escribió un libro titulado A Day in Hell, donde narra su experiencia en el Inframundo durante esos 27 días que lo mantuvieron en coma: “una oscuridad absoluta me envolvió, como si hubieran derramado una espesa tinta negra sobre mis ojos”.
Botsford también afirma que experimentó la sensación de estar al borde de un abismo, un lugar donde el calor emanaba de las profundidades mientras ojos demoníacos lo acechaban. Entonces, un ser divino lo tomó por la cintura y le dijo: “aún no es tu tiempo”.
Julie Papievis: la muerta que regresó para describir el cielo.
A los 29 años, Julie Papievis protagonizó un accidente automovilístico que la dejó al borde de la muerte. Un adolescente se pasó una luz roja y terminó impactándose contra el auto de Papievis a 80 km/h. El impacto le produjo terribles lesiones en el tronco del encéfalo.
Minutos después del accidente, los bomberos sacaban a Julie de entre los fierros retorcidos. El pulso y la presión arterial estaban totalmente ausentes, por lo que inmediatamente la trasladaron en ambulancia al Centro Médico de la Universidad de Loyola. La mujer estaba inconsciente y no respondía a los estímulos. El escáner cerebral reveló que su cerebro no presentaba función.
Durante ese coma, Julie Papievis jura que tuvo una visión del cielo. “Era un lugar enorme, sin comienzo ni fin. Abundaba la perfecta paz. Estaba consciente de que me encontraba allí porque había muerto. Lo sabía y no tenía miedo. No tenía miedo de estar allí. Era feliz. Como cuando estás en casa y te quieres quedar allí”.
La mujer también asegura que se encontró con sus abuelas fallecidas. “Mi abuela dijo: ‘no puedes venir con nosotros. Debes regresar’. Le dije que no podía volver. No estaba físicamente bien, y apuntaba a mi lado izquierdo que estaba totalmente paralizado. Ella respondió: ‘tu cuerpo sanará’. En ese momento tuve la sensación de que alguien me abrazó con una manta tibia, y en ese instante supe que estaba en presencia de nuestro Señor. Pude sentirlo. Lo supe, y luego dijo: ‘regresa y sé feliz’. Entonces, lo próximo que recuerdo es despertar en el hospital”.
Carl Knighton: el hombre que fue rescatado del infierno.
“Definitivamente, el infierno es un lugar real. Muy real”, afirma Carl Knighton que fue declarado clínicamente muerto tras ingerir una sobredosis accidental de diazepam.
“Tal y como señala la Biblia, es un lugar de tormento”. Y aunque su experiencia sucedió hace más de dos décadas, Carl lo recuerda tan bien que puede hacer dibujos de lo que vio.
“Ese que está al centro intenta salir del fuego, pero no existe forma de escapar. No hay esperanza para ellos. No pueden salir de ese lugar”, dice el hombre que supuestamente estuvo en el infierno durante más de media hora.
“No paraba de temblar, volteé a la derecha y me dijeron que había muerto. Que llevaba entre 30 y 35 minutos sin vida, pero sé que fue un Dios amoroso que me ama”.
Los que estamos amarrados a un cuerpo físico no podemos juzgar a quienes han cesado en sus funciones vitales y vuelven a ellas por medios clínicos de cualquier tipo.
Decir , la experiencia de el o ella del tiempo en que estuvo muestra clínicamente o en como no es Real es de un autoritarismo absoluto. Esos relatos deben ser respetados más aún si cambian para bien la vida de susbprotagonistas o de otras personas.
La mayoría de personas eran devotas y es clara la influencia obviamente
Es extraño como la glándula pineal libera DMT la cual es una potente droga, lo hace al encontrarnos al borde de la muerte, esto provoca alucinaciones y sensación de bienestar.
Saludos
Existe información en tu cerebro que muchas veces está arraigada desde la niñez y es influenciada por la cultura, pongamos el ejemplo de que para los católicos el infierno no es igual ahora que hace 1500 años. Y si eres hindú tu cielo será hindú, si eres musulmán tu paraíso será musulmán.
También hay relatos de gente volviendo de la muerte en otras culturas (religiones) y lo que describen encaja con el concepto religioso que tienen de infierno y/o paraíso.
Dos de los casos ya se podrían descartar por subjetivos, en el segundo caso se trata del pequeño hijo de un pastor y en el tercero, un sacerdote; dos personas profundamente influenciadas por el ambiente religioso en que se desenvuelve su existencia. Lo que sí admito que es sorprendente y podría aportar validez al testimonio del niño es que afirme que vio a su hermana abortada, cuando no tenía forma de saber que su madre había abortado una niña, aunque también puede ser posible que escuchara casualmente alguna conversación al respecto y no lo recordara (pero tenía cuatro años al momento de la experiencia, aún suponiendo que sus padres fueran lo suficientemente descuidados como para comentar sobre esto en su presencia o de que el hubiera llegado en el momento en que ellos hablaran sobre esto, no podría interpretar adecuadamente esa conversación con 2 o 3 años quizás).
De los demás, el hecho de que se trate de personas que no llevaran una vida religiosa previo a su experiencia cercana a la muerte, siendo a lo sumo teístas, puede aportar validez también; pero aun cuando no llevemos una vida religiosa, el judeocristianismo está tan culturalmente arraigado en nuestra psique que todos compartimos algunas ideas por vagas que sean estas de cómo deberían ser el cielo o el infierno.
Sería interesante, como bien señala Quirino, escuchar los testimonios de personas que no hayan entrado en contacto con el judeocristianismo o en caso de producirse este acercamiento, el mismo no haya sido muy significativo; por ejemplo, un japonés criado en un hogar sintoista, un indio o un maorí (que no haya sido evangelizado).
Me paso una vez, lo único que vi fue destellos de luces en la oscuridad, imágenes de cosas y personas conocidas, acompañado de música suave, todo originado por la falta de oxígeno al cerebro
Habria que ver detalles de la vida de cada uno. Puedo asegurar que en todos los casos la gente se crio dentro de alguna religion basada en el cristianismo. Me pregunto si algun hindu podra ver algo diferente…
Al morir todos se fueron a lugares de la mitología de los cristianos
Es correcto. Creo que nunca han salido testimonios de personas adoctrinadas en el islam.
Un asomo a una nueva realidad, una dimensión improbable; mundo (si así se le puede llamar) celestial cuya comprobación no es en la vida como la conocemos. Un estado de consciencia en otro plano dimensional. Mundo atizado por creencias religiosas
O el cerebro funcionando (mal) por esas condiciones extremas.
Y efectivamente, estas «visiones» están atizadas por las creencias religiosas personales.
Curioso, el último atisbo de la psique individual en los instantes previos a la muerte.
Saluditos.