7 recomendaciones para no sexualizar a las heroínas en los cómics

Los trajes ajustados exaltados por poses imposibles, escotes gigantescos, traseros y senos con silicona. La “objetificación” del cuerpo femenino aún prevalece como toda una norma en los cómics, pero una artista parece tener una solución para escapar de esta práctica que a muchos les parece deleznable.

No es ninguna novedad que en el mundo de los cómics el cuerpo femenino ha sido súper-sexualizado de forma muy poco sutil – algo que no vemos en los héroes de forma tan común.

Si lo dudas, basta con que te des una vuelta por el sitio de The Hawkeye Initiative, un Tumblr que transporta a Hawkeye a la incómoda posición que ocupan muchas heroínas en las tiras cómicas – para que nos demos cuenta que la desigualdad de género es una realidad en las páginas de estas obras. La lógica debería ser muy sencilla: si un personaje masculino se ve ridículo en una situación, dicha situación tampoco debería ser apropiada para los personajes femeninos.

Sin embargo, como hacer de la mujer un objeto aún parece una regla en este juego, la dibujante Renae De Liz decidió mostrar que existe otra forma de representación para las súper heroínas de los cómics. La artista publicó en su Facebook un dibujo comparativo que analiza las líneas cliché de los personajes femeninos y ofrece alternativas para tratar a las mujeres de los cómics como… personas.

Además del dibujo, compartió los siete puntos de vista comparativos. Si eres un artista y tienes la intención de unirte a la práctica de desobjetificar a los personajes femeninos, tratándolos más que como simples accesorios visuales, quizá esto sea de tu interés.

Número 1: a la izquierda, la heroína nos ofrece un rostro con una expresión muy común en los cómics: sus ojos están entrecerrados, los labios carnosos. “Es una apariencia que promueve la sensualidad y disminuye la personalidad”, asegura la artista. Mientras que en la derecha, el personaje nos presenta una expresión facial distinta y sus ojos sugieren reflexión. “Personalidad y singularidad en primer lugar”.

Número 2: a la izquierda, “la forma en que se acostumbra a dibujar los senos (completamente separados que escapan del escote). La intención es aumentar el atractivo sexual, poco realista para una heroína”, dice. A la derecha, con un tamaño más realista, la artista toma en consideración que, en el ajetreado día a día de una heroína, los tops deportivos son una elección mucho más sensata. Y aclara: no todas las mujeres tienen senos gigantes.

Número 3: adiós a los brazos de modelo. “Si es fuerte, probablemente tendrá un físico consistente. Dale unos músculos”.

Número 4: los detalles cuentan. Mientras que a la izquierda las manos son dibujadas de una forma que transmite suavidad (lo que disminuye su poder), a la derecha el dibujo muestra fuerza y firmeza.

Número 5: en este punto, la dibujante destaca la pose común en las heroínas que suelen aparecer en los cómics (y en los posters de las películas). Con el cuerpo arqueado y retorcido, mostrando senos y trasero. “Las torceduras en el cuerpo son un recurso poderoso del arte, pero es mejor enfocarse en aquello que puede ser hecho de una forma realista y usar dichos arcos sin la intención de ofrecer un ‘dos por uno’”, sugiere.

Número 6: mientras que la heroína de la izquierda parece estar posando, la de la derecha hace una posición heroica. Pensar en lo que el dibujo quiere decir (en lugar de enfocarse en trazar líneas sexualmente atractivas) es una buena práctica.

Número 7: “Los saltos generalmente son empleados para destacar posturas y aumentar el atractivo visual. A mí me gustan, pero si fuera una heroína usarlos no sería algo muy realista”, asegura.

Según la artista, el objetivo de este trabajo es auxiliar a otras personas que deseen promover este tipo de cambios a través de su trabajo. “Dibujar mujeres de forma sensual es una respuesta automática en muchos artistas. Lo hacen sin reflexionar. Así fue que dibujé durante muchos años hasta que me di cuenta. Si es una elección pensada dibujar una mujer sensual, perfecto – discutir alternativas y reconocer estándares no es ninguna amenaza para nadie. No es más que la punta del iceberg”.

¿Ustedes qué opinan?