Quizá no lo sepas, pero el tablero Ouija nació en la época del espiritualismo, un movimiento religioso que se disparó a mediados del siglo XIX donde se promovía una visión optimista sobre el futuro y la existencia humana más allá de la muerte. Aunque la popularidad del movimiento disminuyó después de algunos años, tuvieron que pasar varias décadas para que la Ouija terminara convirtiéndose en el juego de mesa demoníaco que suele ilustrar el mundo cinematográfico.
Tras las infames consecuencias de la Gran Guerra, muchas familias guardaban luto y tenían un especial interés en hablar con sus familiares muertos. Aprovechándose de esta situación, el movimiento espiritualista les ofreció un medio. Pese a que existe mucha información sobre la intención original del tablero, incluso aquellas personas que lo utilizan hoy desconocen muchas cosas sobre el artículo. Hoy te presentaremos una serie de datos misteriosos sobre el popular tablero Ouija.
¿Cómo nació el nombre Ouija?
¿Cuál es el origen preciso del nombre Ouija? En la cultura popular se supone que la palabra «Ouija» se generó a partir de la palabra «Sí» en francés y alemán (“Oui” y “ja”). Sin embargo, hay otra historia donde se menciona que Charles Kennard, uno de los titulares del juego, tras haberlo cuestionado sobre el significado del nombre, respondió que Ouija era una palabra egipcia cuyo significado es «buena suerte».
El tablero era un artículo de uso común en los Estados Unidos.
Durante la Primera Guerra Mundial, muchas de las casas estadounidenses disponían de un tablero Ouija. Para 1992, el tablero era todo un éxito, incluso superando en ventas al famoso juego de mesa Monopoly. Aunque la mayoría de las personas veía a la Ouija como un juego totalmente inofensivo, un pequeño grupo empezó a usarlo para comunicarse con el mundo de los muertos.
La popularidad del tablero se extendió por todos los Estados Unidos e incluso llegó a ser incluido en algunas películas. Es decir, muchos no sabían en realidad para qué servía el tablero pero casi todos tenían uno en casa.
«Dejen de vender los tableros Ouija».
Cuando William Fuld, el fabricante responsable por la comercialización del artículo, se encontraba en su lecho de muerte exclamó las siguientes palabras: «dejen de vender los tableros Ouija». Fuld murió a causa de una caída de su edificio de 3 pisos, precisamente en el lugar donde se fabricaba el tablero.
Una costilla rota le perforó el corazón y William Fuld murió poco después en el hospital, pero antes de irse solicitó a su hijo que dejara de vender el tablero Ouija pues su muerte tenía relación con el juego. ¿Fue a partir de aquí que las personas empezaron a temer al tablero?
El exorcista provocó la destrucción de miles de tableros.
Cuando la película El exorcista se publicó en 1973, un gran número de ciudadanos estadounidenses entró en pánico y destruyó sus tableros, motivados por el miedo de lo que el juego podía hacer. Las ventas del tablero se vinieron abajo, pero por increíble que parezca poco tiempo después volvieron a repuntar. Esto último se debió a que algunas personas se sentían motivadas por la intensidad de los eventos paranormales en los que estaban involucradas.
La Ouija fue una forma de diversión entre familias y jóvenes.
Durante la década de 1890, el tablero se comercializó como un divertido juego para parejas, donde el hombre y la mujer se sentaban uno frente al otro y empezaban a comunicarse con el mundo de los muertos. Hoy nos puede parecer algo aterrador, pero esta fue una forma de lograr cierta cercanía e intimidad entre los jóvenes. Sin embargo, esto no sucedía sólo entre parejas, algunas familias adineradas también se reunían para jugar con el tablero en fiestas y eventos importantes.
Ignorar las reglas podría resultar en una posesión demoníaca.
Resulta perfectamente comprensible que algunos jugadores sientan ansiedad a la hora de manipular el tablero Ouija y que acaben pasando por alto algunas reglas, pero este es un enorme error. Una leyenda dice que aquellos que no siguen las reglas pueden terminar siendo poseídos por un demonio, o simplemente por un espíritu. Algunas de las reglas que siempre se deben seguir son: «jamás pedir información sobre la fecha de la muerte propia», «nunca jugar a solas» y «nunca hablar de Dios».
Autorización para conversar con los espíritus.
El concepto de conversar con espíritus del más allá poco tiene que ver con la religión o con la creencia en Cristo; sin embargo, en aquel movimiento espiritual, varias personas tenían autorización para comunicarse con los espíritus, incluso los parroquianos más estrictos.
quien quiere jugar vatos
Ed, tienes razón pero no creo que tu hermana Sarah te permita hacerlo…
cállense y vamos a jugar!
Yo lo intente y no paso nada, sigo sin creer en este tipo de juegos y si se me aparece un fantasma ojala sea mujer y este buena
Cuando era pequeño intenté varias veces jugar esto con mi hermano.
Gracias a Dios no sucedió nada, por lo visto.
Mi vecina, huérfana de padre, en su adolescencia jugó con unos amigos y dice que fue impresionante. Hablaban con un fantasma europeo, creo que era alemán. Les pedía cosas, que hicieran cosas simples al principio. Se volvieron adictos a jugar. Hasta que un día intervino el papá de mi vecina y le pidió que dejara de hacer eso, que estaban poniéndo su vida en riesgo.
También a mi hermano, a los veintitantos, intentó con unos amigos, al principio no creía que algo iba a suceder luego de las tantas veces sin resultado conmigo, hasta que igual, se movió de una manera increíble. En este caso el tío de una de las presentes se había suicidado y la muchacha se sentía de alguna maner culpable del hecho. El tío la contactó para decirle que no había sido su culpa y que lo perdonara pues la había dejado sola…
A mi en la secundaria me paso algo similar, había una chica que quería saber si su novio la engañaba y para eso se comunicó con otra chica que era experta en el tema de la ouija, esta última trajo consigo un tablero de ouija hecha por ella misma de cartón, pusieron una moneda en el medio y empezaron a llamar a «Damian», cuando de pronto la moneda se empezó a mover de un lado a otro, acto seguido la experta dijo lo siguiente: «Si realmente estás aquí te pido que te manifiestes» y acto seguido una ventana del aula se cerro de una forma bastante violenta, cabe recordar que estábamos en verano y no corría ningún viento. Después que sucedió eso todos salimos corriendo del aula asustados.