Hace siglos que los mapas contribuyen a la dinámica de las civilizaciones, tanto para explorar nuevos territorios como para criticar y ridiculizar a los gobernantes. Aunque algunos mapas son producto del humor y los caprichos, la mayoría fueron piezas importantes para los cartógrafos que los elaboraron. Algunos tienen significado histórico, otros son populares en los medios y pocos simplemente resultan extraños.
1 – El mapa del mundo en el gorro del bufón.
Basados en la representación que hicieron del mundo, los historiadores creen que este mapa fue creado por un cartógrafo europeo entre 1580 y 1590. En el mapa se observa la clásica vestimenta de un bufón, individuo cuya posición en la corte implicaba servir de entretenimiento al rey. La posición del bufón es distinguible a partir de las orejas en el gorro y el cetro, aunque el rostro fue sustituido por el mapa en sí. Que el simbolismo de este mapa resulte tan misterioso se debe, en parte, a que la identidad del cartógrafo es desconocida.
También se desconoce el tema que pretendía ridiculizar el autor. Algunos expertos sospechan que el mapa es una creación de Orance Finé, un reconocido cartógrafo y matemático francés. Aunque la época en que supuestamente se creó el mapa no cuadra con la existencia de este personaje, pues habría muerto entre tres y cuatro décadas antes. Sin embargo, Finé llegó a caer preso por practicar la astrología judiciaria. Los individuos involucrados en esta práctica supuestamente empleaban información obtenida de los astros para asesorar a los clientes sobre la ejecución (sobre todo el pago) de decisiones importantes, por ejemplo, procedimientos médicos.
Otros creen que el mapa fue elaborado por un cartógrafo llamado Epicthonius Cosmopolites, pues la ilustración incluye una estela donde se menciona: «Demócrito se rió de él, Heráclito lloró sobre él y Epicthonius Cosmopolites lo retrató«.
2 – Mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster.
Se cree que este mapa de 1265 es replica de uno que adornó el dormitorio del Palacio de Westminster durante el reinado de Enrique III, de la Casa Plantagenet. En esa época, por toda Europa se veía a Jerusalén como centro del mundo dada su reputación de Tierra Santa en la tradición cristiana. En este mapa, Jesucristo se hace acompañar de un par de ángeles mientras custodia el mundo.
Como sede de la Iglesia Católica, Roma aparece justo a la derecha de Jerusalén. El río Danubio, el Ganges y el mar Rojo aparecen pintados de azul. Las islas británicas se ubican a la izquierda. A la derecha también puede encontrarse una antigua guía de viaje inglesa conocida popularmente como “The Marvels of the East”. Al reverso del mapa tenemos una representación de Dios sosteniendo un círculo dividido en tres partes correspondientes a los continentes de Europa, Asia y África.
Actualmente, el mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster se encuentra en la Biblioteca Británica. El documento es un testimonio fiel de la importancia que tenía el cristianismo para los europeos medievales.
3 – El mapamundi con forma de corazón de Petrus Apianus.
En el siglo XVI, el matemático, astrónomo y geógrafo alemán Pedro Apiano (mejor conocido como Petrus Apianus) elaboró uno de los 18 mapas cordiformes que se conocen de esta época. Todos estos mapas con forma de corazón fueron creados entre 1511 y 1566. El término «cordiforme» se forma de dos palabras latinas: «cor» (que significa corazón) y «form» (forma).
En esta clase de mapas, como el de Apiano, el mundo tiene la forma de corazón. Hasta el siglo XVII, académicos y científicos daban por hecho un argumento que Galeno postuló en el siglo II: que el corazón era el órgano más próximo al alma. A causa de este argumento científico, en la Edad Media se creía que el estado emocional de una persona afectaba al mundo físico. Después de todo, el alma era capaz de influir sobre un órgano del cuerpo humano. Los mapas cordiformes son la prueba de esta creencia medieval.
4 – El mapa de los siete pecados capitales.
Hace aproximadamente una década, un equipo de cuatro geógrafos de la Universidad del Estado de Kansas buscaba una idea original para presentar en la reunión anual de la Asociación Americana de Geógrafos. Entonces, se propusieron elaborar un mapa que ilustrara la frecuencia con la que los ciudadanos de Nevada se entregaban a los siete pecados capitales empleando datos oficiales. Para la Iglesia Católica, los siete pecados capitales (orgullo, envidia, ira, pereza, avaricia, lujuria y gula) son las ofensas más graves que pueden cometerse contra Dios.
El proyecto de los investigadores tuvo tanto éxito que ampliaron la recopilación de datos a todo el país. Aunque el resultado es intrigante, los datos que presenta el mapa ciertamente no son definitivos. Por ejemplo, los geógrafos determinaron el nivel de codicia de una población al comparar su ingreso promedio con el porcentaje de individuos que viven por debajo de la línea de pobreza en la misma región. Se dejaron de lado parámetros relevantes que pueden influir en los resultados, como las condiciones sociopolíticas y socioculturales.
5 – El mapa de Waldseemüller.
En 1507, el reconocido cartógrafo alemán Martin Waldeseemüller elaboró un millar de copias de su mapamundi grabado en madera. Sólo sobrevivieron cinco segmentos de madera diseñados para pegarse alrededor de una esfera y un mapa de pared. Este mapa de pared mide 1.2 metros de ancho por 2.4 metros de largo y está dividido en una docena de paneles. Se trata del primer mapa que ilustra y nombra los nuevos continentes y el océano descubiertos por los exploradores europeos.
Por eso, no es de extrañar que el trabajo de Waldeseemüeller posea una relevancia histórica incuestionable. El mapa se encuentra en esta lista no por lo que representa, sino por su valor monetario. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos llegó a pagar diez millones de dólares por el único mapa de pared sobreviviente. Los estadounidenses tienen un interés particular en el mapa de Waldseemüller, pues es el primero donde aparece el nombre “América”. Waldseemüller nombró a América del Norte y América del Sur en honor al explorador italiano Amerigo Vespucci.
6 – John Bull bombardeando los bumboat.
«The French Invasion; – or – John Bull Bombarding the Bum-Boats» es una obra del dibujante británico James Gillray, que llegó a producir alrededor de 1,500 caricaturas durante su carrera. En 1793, elaboró esta caricatura política para ilustrar la inquietud de los británicos por la despiadada Revolución Francesa. Temerosos de las consecuencias políticas y culturales que podía acarrear una guerra civil, los británicos (que habían soportado la Guerra Civil Inglesa entre 1642 y 1651) intentaban contener el descontento de los civiles en Francia.
En esta caricatura, Jorge III del Reino Unido encarna, literalmente, a Inglaterra. También encarna a un personaje imaginario que simboliza al país: John Bull, empleado por primera vez en 1667 por el dibujante John Arbuthnot. El rey aparece pedorreándose frente a las costas Francia, revelando su compromiso de proteger a los ingleses con la asistencia a los franceses. La declaración británica de esta caricatura es un guiño a la promesa de Jorge III de ceder a los franceses los puertos británicos de Toulon una vez que restauraran la monarquía.
Es una de las pocas caricaturas en que Gillray retrató favorablemente a Jorge III. Afortunadamente para el dibujante, tras revisar parte del trabajo de Gillray, el rey dijo: “no entiendo estas caricaturas”.
Buen post
¿Ya no puedo compartir las publicaciones? No me aparece el botón de «compartir».
Saludos.
Sí están, sólo que son de un servicio externo. Quizá tengas algún bloqueador de publicidad activado y por eso no cargan.
al mapa de forma de corazón no le halle la forma, como hay que verlo?
Así se llamaban esos mapas, no le busques forma de corazón.
El ultimo es el mejor jajajjajaja
Worales
¿No era jueves de creppy pasta? Esta haciendo falta por ser halloween!!