6 animales con la apariencia más inconveniente

Los seis animales que presentamos a continuación son la prueba de que incluso la madre naturaleza puede despertarse un día con resaca y hacer un pésimo trabajo. No queremos juzgar a nadie, pero sin duda alguna estos animales están entre los más raros y extravagantes que hemos visto.

1 – La rana tortuga

El animal de la imagen es una rana. Este animal es nativo de Australia Occidental y se parece tanto a una tortuga sin caparazón que le dieron el poco creativo nombre de rana tortuga. ¿Recuerdas cuando entregabas los trabajos en la escuela sin terminar? Pues algo así hizo la naturaleza con este ser vivo.

Pero no nos dejemos engañar por las imágenes. La verdad es que las semejanzas con las tortugas terminan con su extraña apariencia, pues estas ranas son bastante pequeñas (solo llegan a crecer hasta 5 cm) y están felices con lo que tienen, pues utilizan sus diminutos brazos para cavar en el suelo y alimentarse de termitas.

Solo es posible verlas después de la lluvia, ya que suelen pasar sus vidas ocultas en el subsuelo. También es después de la lluvia cuando se aparean. Y sus fetos son mucho más extraños que las ranas adultas, pues se saltan la etapa de renacuajo y salen de sus huevos con la apariencia de pequeños fetos abortados.

Para no ser demasiado injustos con estas ranas, en ciertos ángulos llegan a resultar fotogénicas.

2 – El molusco con un estroboscopio en la boca.

Ctenoides ales es el único espécimen conocido capaz de producir un efecto de luz estroboscópica con su tejido blando, misma cualidad que le ha valido los apodos de “almeja discoteca” o “almeja eléctrica”.

En un principio los biólogos creían que el espectáculo de luces era algún tipo de ritual de apareamiento, pero estudios recientes revelan que resulta más probable que el mecanismo sea empleado para atraer presas, o para alejar a los depredadores. En caso de que una fiesta rave no sea suficientemente intimidante, este molusco también eyecta ácido sulfúrico de sus tentáculos.

3 – Langosta psicodélica.

La Galathea pilosa forma parte de una familia de crustáceos conocidos comúnmente como brujas o sastres. Estos nombres resultan absurdos cuando veas al animal, pues se asemeja más a un juguete de plástico que a un personaje de terror.

Dado que no tiene caparazón, cuando este animal quiere pasar bajo el radar, simplemente dobla su cola sobre su tórax. La eficacia de esta técnica es cuestionable en el mejor de los casos, sobre todo si tomamos en cuenta que sus tenazas son enormes y más chillantes que un carnaval mexicano.

Los detalles sobre la especie son escasos, pero se cree que estas langostas psicodélicas viven valientemente, hurtando la comida de anemonas marinas venenosas. Evidentemente, los ladrones subacuáticos se rigen por un código completamente diferente al de nosotros, aquí en la superficie, pues este traje osado de la Galathea pilosa sería equivalente a que un ladrón abandonará la clásica vestimenta negra en favor de un conjunto de Lady Gaga.

4 – Saltamontes con estilo.

La vida de los insectos es muy minimalista: comer, aparearse y no ser comidos. Para lograr esta última parte, los animales como los saltamontes normalmente presentan esquemas de colores relativamente astutos para mimetizarse con el paisaje – verde, marrón o alguna combinación de ambos. Pero existen saltamontes que llevan el equivalente humano a un tatuaje en la frente con colores muy vibrantes que dice “Cómeme, soy fabuloso”.

Se trata del saltamontes arcoíris, también conocido como saltamontes pintado. Puede encontrarse en la parte suroeste de los Estados Unidos y en México, donde se mimetiza con… absolutamente nada.

Y no son los únicos saltamontes que prefieren una vida llena de osadía frente al anonimato del camuflaje. Después de todo, cuando están en una selva de América Latina, resulta muy probable que cada momento sea el último sobre la Tierra, ¿entonces, porque no vivir todos los días en un carnaval?

No hay mucha información sobre este insecto en particular, solo que existe y que probablemente sea un contenedor de veneno con patas gigantes.

Otro nada discreto de la misma especie es el saltamontes de Leichhardt (Petasida ephippigera). Como la mayoría de los insectos que parecen haber tenido la fortuna de pasar por el estudio de Jackson Pollock, el saltamontes de Leichhardt tiene colores chillantes por qué es tóxico. Basándonos en su esquema de color, también parece perfectamente posible que sea radiactivo.

5 – Un pájaro con el pico al revés.

Con esa sonrisa de disgusto perpetua, este pájaro sudamericano parece un juguete mal armado. Clasificado como “hormiguero”, el pico al revés de este pájaro supuestamente lo ayuda a comer hormigas o algo por el estilo.

La ciencia creía que era un caso perdido debido a la deforestación de su hábitat, pero tras una ausencia de cuatro décadas, las aves comenzaron a reaparecer. La primera imagen de este punto fue la primera ocasión en que el pájaro fue capturado por una cámara, un evento que suponemos fue seguido por el fotógrafo preguntándose cómo diablos salió mal esa foto.

6 – El pez cuasimodo.

Los peces adultos de la especie Semicossyphus reticulatus desarrollaron protuberancias agresivamente voluminosas en la frente y la quijada, dotándolos con una apariencia de villanos jorobados del fondo marino.

Y eso de “villano” no es por nada. Una de las pocas cosas que se saben sobre este extraño pez es que su apareamiento implica que el macho más fuerte les dé una paliza a los más débiles y después arrastre a la hembra hasta la superficie para el desove. Es como un Chris Brown del mundo marino.

En cuanto a una razón precisa para que estos animales tengan la apariencia de alguien con un chichón en la frente hecho por un martillo de caricatura, todavía no existe. Y aunque un “que sabroso se ve” sea la última cosa que nos viene a la mente cuando vemos a uno de estos monstruos, en algunos rincones del mundo se les valora como alimento. – Cracked