5 símbolos que no significan lo que piensas

De la misma forma que la esvástica, que era usada por diversas culturas antiguas mucho antes de convertirse en el máximo símbolo del nazismo, otros símbolos famosos alrededor del mundo poseen significados que distan un poco (o mucho) del significado original con el que fueron concebidos.

Y es que por muy extraño que parezca, los humanos nos sentimos atraídos por las cosas abstractas. Por ejemplo, si deseas motivar a un grupo de individuos en torno a una idea u objetivo, lo único que necesitas es un símbolo, una frase, una bandera o la cara de un héroe.

Creo que el punto principal de emplear un símbolo desde una perspectiva social es que, precisamente, transmite un significado expedito y economiza espacio. Por ejemplo, cuando se ve el listón negro en la puerta de una casa inmediatamente deducimos que la familia se encuentra atravesando un periodo de luto por la muerte de algún ser querido. Pero la parte fascinante de este fenómeno cultural es que, en ocasiones, el significado de los símbolos se va perdiendo con el paso del tiempo, pero insistimos en mantener el derecho a utilizarlos como mejor nos plazca.

Pero, ¿realmente seguiríamos haciéndolo si supiéramos que…?

Guy Fawkes

Pese a los constantes fracasos entre los movimientos anarquistas en sus intentos de hacer un progreso notable contra sus enemigos de ideología (capitalismo, democracia, comunismo, etc.), todos poseen algo en común. Uno de los símbolos más prominentes entre estos grupos es un revolucionario inglés del siglo XVII llamado Guy Fawkes, cuya hazaña más notable fue un intento por plantar una bomba en el Parlamento con el objetivo de desestabilizar al gobierno de Gran Bretaña.

La referencia más lógica parece provenir de la novela gráfica V de Venganza, donde un sujeto utiliza una máscara con las características del rostro de Fawkes para abolir una malvada teocracia distópica. En los últimos años, la máscara ha sido empleada por multitud de jóvenes alrededor del mundo para representar, de alguna manera, a cualquier tipo de reivindicación popular. En México incluso puedes encontrarla en los desfiles de los movimientos LGTB.

¿Qué tiene de malo esto?

Básicamente que se da por sentado que Fawkes fue el único ser que ingresó al Parlamento con intenciones honestas; sin embargo, el problema reside en la naturaleza de esas intenciones.

Fawkes, al mismo tiempo que pretendía desestabilizar a la dictadura fascista, también pretendía instaurar otro tipo de dictadura. Realmente se trataba de un soldado fiel a la Iglesia Católica y a la corona Española. Su objetivo era echar abajo la revolución protestante (un poco más igualitaria, dicho sea de paso) en Inglaterra, y abrir paso a la mano de hierro de la Iglesia Católica. Si realmente hubiera logrado su objetivo, probablemente Gran Bretaña se habría convertido en un estado policial fascista.

Cruz invertida

Los satanistas modernos trazan una línea muy delgada entre religión como tal y una farsa adolescente en busca de atención. Casi siempre identificados por mostrar el dedo medio a cualquier seguidor del cristianismo, el satanismo sencillamente ama adornarse con símbolos que, desde su punto de vista, pueden molestar y provocar a las personas normales en un vago intento por transmitir la idea de que son malos.

La cruz invertida se encuentra entre los símbolos satánicos más conocidos. La lógica detrás de este símbolo parece muy obvia. A excepción del pentagrama invertido con la cabeza de Baphomet al centro, la cruz invertida es uno de los símbolos más asociados a la rebeldía contra la doctrina cristiana.

Esta idea puede parecer bastante agresiva. Pero solo existe un hombre en el mundo lo suficiente “hardcore” como para tener una cruz invertida esculpida en su propio trono: su santidad, el Papa. Si los satanistas hubieran estudiado un poco más de religión, seguramente habrían descubierto que la cruz invertida es, en realidad, el emblema personal de San Pedro, el primer Papa de la historia, y una de las figuras más importantes para el catolicismo.

Empleando la cruz invertida y de forma totalmente inconsciente, los satanistas se muestran humildes e indignos ante Cristo.

El pez cristiano

Además de la cruz, uno de los símbolos más frecuentes del cristianismo es el pez. Y en nuestros días suele aparecer de forma casi invariable en su hábitat natural… en la parte trasera de los automóviles, justo al lado de frases como “Regalo de Dios”.

Pero en realidad el símbolo tiene sus orígenes en tiempo antiguos, cuando el cristianismo todavía era una secta pagana. Se considera que los peces y la pesca frecuentemente son referidos como símbolos en la Biblia, e incluso se puede argumentar que es un símbolo mucho más apropiado que la cruz, el dispositivo donde torturaron y asesinaron al hijo de Dios.

Sin embargo, te sentirás todo un pecador cuando descubras que el símbolo realmente podría ser la representación de una vagina.

Uno de los nombres dados a este símbolo es vesica piscis (vejiga de pez, en latín), y se utilizó para representar a las mujeres y a varias diosas de la mitología, la mayoría de las cuales se relacionaba con la fertilidad como el caso de la diosa madre.

Corazón

Se trata de uno de los símbolos más generalizados en todo el mundo, ya sea en calcomanías auto adheribles o en forma de tatuaje sobre el brazo de algún miembro de los Hell Angels. La forma de corazón es algo tan presente en nuestro cotidiano que terminaron ignorando que, de hecho, nada tiene que ver con la apariencia de un corazón de verdad.

Bueno, existen diversas teorías sobre el surgimiento del símbolo del corazón, y la que analizamos hoy es una que afirma que esta forma nació como el símbolo de un anticonceptivo en el antiguo Imperio Romano.

El símbolo ni siquiera es la representación del músculo cardiaco de un humano, sino de la semilla de silfio, una hierba tan codiciada por sus capacidades de control de natalidad en la antigüedad, que los romanos simplemente terminaron extinguiéndola. Las representaciones de la semilla de esta planta se extendieron por todo el Imperio Romano, hasta el grado que llegó a aparecer en las monedad acuñadas en la época. Para comprender un poco mejor lo mucho que los romanos se preocupaban por no andar regando hijos por ahí, imagina que los padres modernos decidieran plasmar la imagen de un condón en moneda corriente.

Los historiadores no tienen una certeza absoluta de que este sea el origen del símbolo que usamos en nuestros días, pero es una coincidencia muy loca, y de ser verdad entonces se podría afirmar que el símbolo universal del amor comenzó como un incentivo a las relaciones sexuales libres de compromiso. Esto es algo que arruina por completo aquellos recuerdos de la infancia en que se dibujaba un corazón sobre una tarjeta para regalar el Día del Amor y la Amistad.

Sin embargo, hay una teoría adjunta mucho más extraña. Verás… los romanos realmente comparaban la forma de la planta de silfio con un órgano del cuerpo, pero no precisamente con el corazón. Para apreciar la idea original, tendrías que voltear la imagen. Y sí, esa caja de chocolates que te regalaron en San Valentín con un “corazón” dibujado, en realidad contenía un par de testículos víctimas de la gravedad. Amor puro 🙂

El símbolo de la paz

El símbolo de la paz fue adoptado y popularizado por la comunidad hippie y los pacifistas, y todavía en nuestros días es uno de los símbolos más inspiradores del planeta. Quizá se deba a su geometría elemental que comunica, de alguna forma, con una parte primitiva de nuestro cerebro. Pero es un hecho que al mirar este símbolo es posible sentir algo especial. Desafortunadamente, es totalmente lo contrario a lo que su creador tenía en mente.

Gerald Holtom, un diseñador gráfico de Gran Bretaña, originalmente lo sugirió como un proyecto para señal de paz en 1958, y la intención era usarlo como protesta contra el armamento nuclear. Generalmente se le interpreta como dos letras superpuestas del alfabeto semáforo, mismas que representan las letras N y D – siglas de “Nuclear Disarmament”.

Pero también se termina pasando por alto la imagen principal que Holtom pretendía plasmar: en sus propias palabras, su logotipo nació para ser un “ser humano desesperado”. La inspiradora señal de “paz” en realidad en la representación de un hombre que ha perdido la esperanza en un mundo caótico; es la figura de un humano agotado, hincado y con los brazos extendidos sobre el suelo en señal de derrota.

Holtom se lamentó por haber creado el símbolo una vez que las corrientes mainstream lo adoptaron y alteraron su significado. Sin quererlo, un hombre vencido y derrotado se convirtió en el símbolo de inspiración para una serie de movimientos progresistas que se extendieron en el último periodo del siglo XX, de Vietnam hasta la lucha por los derechos civiles.