Según las estimaciones, el 3.6% de la población mundial padece sonambulismo. Sin embargo, la condición puede afectar a cualquier persona que consume un fármaco contra el insomnio llamado zolpidem. Muchos incidentes describen a los sonámbulos hablando, caminando y hasta preparando o ingiriendo alimentos. Pero, incluso aquellos individuos que han padecido insomnio mucho tiempo han sufrido experiencias de sonambulismo aterradoras. Cualquiera de los siguientes relatos es capaz de hacer que termines atado a la cama antes de caer en los brazos de Morfeo.
De paseo por la ciudad.
Este incidente sucedió a una mujer llamada Stacie que consumía zolpidem para tratar el insomnio. Durante un par de años, despertó para enterarse que había protagonizado extraños episodios de sonambulismo, la mayoría de los cuales resultaban inofensivos. Varias veces despertó con un montón de comida sobre su cama, en otras ocasiones encontraba publicaciones en sus redes sociales que no recordaba haber hecho. Pero, los episodios de sonambulismo terminaron saliéndose de control.
Recuerda que pasó a un estado de lucidez mientras conducía un automóvil y lloraba desesperadamente. Inmediatamente reconoció el sitio donde se encontraba, pero le resultó imposible recordar cómo llegó hasta ese lugar. Tras detener el auto y recuperarse un poco, volvió a casa. Confesó que no dejó de tomar el fármaco tras ese episodio, pero una vez que su médico se enteró canceló el tratamiento.
Nadando en el estanque.
En 1998, James Currens, un hombre de 70 años, sufrió un episodio de sonambulismo en el que salió de su casa por la madrugada y se dirigió a un estanque. Despertó con el nivel del agua hasta su pecho y los pies atrapados en el fango. Instantes después, mientras luchaba por salir, distinguió a los caimanes que mostraban interés por la situación.
Afortunadamente llevaba su bastón, que utilizó como arma para replegar a los caimanes mientras pedía auxilio a gritos. Un vecino lo escuchó y llamó a la policía, que rescató a Currens con algunos rasguños y contusiones.
Despertar en el baño.
Eleanor ha padecido sonambulismo durante toda su vida y, la mayoría de las veces, sus episodios tuvieron consecuencias risibles en lugar de peligrosas. Cuando era pequeña, su madre solía encontrarla por las mañanas escondida en el clóset cubierta de ropa. Sin embargo, la situación se volvió molesta cuando Eleanor cumplió 21 años.
Una noche se despertó en la bañera con un rastrillo de afeitar en la mano. De hecho, había rasurado una parte de su pierna mientras dormía. Este incidente la hizo darse cuenta de lo peligrosos que podían resultar sus episodios de sonambulismo. “Desperté y entré en pánico. Empecé a hiperventilar y fue algo muy aterrador”.
Haciendo amigos.
En Reddit, el usuario mrcoldplay publicó una historia muy peculiar sobre su experiencia como sonámbulo. Mientras dormía, salió de su apartamento e invitó a un completo extraño. Al despertar la mañana siguiente, notó que su computadora portátil y cartera desaparecieron. Aunque era la primera vez que se paseaba fuera de casa, menciona que casi todo el vecindario sabía de su sonambulismo.
Un vecino que logró atestiguar el episodio le aclaró el panorama. “Casi me da un infarto cuando el vecino me dijo: ‘creí que era tu amigo’”.
Sueño de altura.
A las 2 de la madrugada, un transeúnte con vista de águila distinguió el cuerpo acurrucado de una adolescente en la cima de una grúa. Cuando la policía llegó al lugar y subió a la grúa, encontraron que estaba dormida. Ahora, la preocupación más grande era que si llegaban a despertarla podría sobresaltarse, caer al vacío y encontrar una muerte segura.
Por eso, solicitaron a uno de sus familiares para que la llamara por su nombre y de esta forma la despertara. La chica se despertó y bajó de la grúa por unas escaleras hidráulicas sin que el incidente pasara a mayores.
Yo sufro de sonambulismo, en mi época de estudiante mis papás me encontraban leyendo libros o haciendo trabajos o vistiendo e para ir a la escuela a las 4 de la mañana.
En la actualidad, una noche me comí medio litro de dulce de leche, anduve caminado por toda mi casa y en una ocasión choque con un mueble y al despertar tenía mi ceja hinchada, yo solo recuerdo que me pegue y fui a limpiar la sangre que tenía en mi cara. A raíz de esto mi esposa optó por cerrar con llave la casa.
A la ultima no hubiera sido mas facil subir por ella y bajarla con arneses
No habría emoción.
durante un tiempo solía masturbarme sonámbulo…
Algunas de estas historias si suenan más que inquietantes muy interesante este post Hery