5 intentos de suicidio que terminaron muy mal… para otros

Aquellos que consideran al suicidio una acción egoísta, tienen una perspectiva bastante tergiversada de la enfermedad que lleva a esta conclusión. Y es que un suicida pasa por una depresión tan fuerte y mala, pero tan mala, que le resulta imposible darse cuenta que aún ama a determinadas personas y viceversa, el egoísmo es una de las últimas cosas que pasa por la cabeza de alguien que decide quitarse la vida, sus días se convierten en un deseo ingobernable por hacer desaparecer ese sentimiento y el dolor que acarrea.

Muchas veces el suicidio es visto como tema de broma, sobre todo en Internet, pero de ninguna forma es así. Es más, existe toda una especie de culto en torno al tema, sobre todo en culturas donde es una actividad relativamente frecuente. Como ejemplo tenemos a los japoneses y el Manual Completo del Suicidio (un libro donde se detalla toda clase de formas de quitarse la vida) que, por muy raro que se escuche, durante algún tiempo fue un auténtico éxito en ventas.

Pero los suicidas no siempre logran su cometido, algunas veces las cosas les salen tan mal que termina perjudicando a sus seres queridos, como en varias de las historias que te presentamos a continuación.

1 – Un ruso alcoholizado salta del noveno piso.

Corría el año 2010 cuando un ruso pasado de copas discutía con su novia, en determinado momento la situación se salió de control y el hombre decidió arrojarse desde el noveno piso de su edificio con la intención de morir al alcanzar el suelo. Por increíble que parezca, el hombre sobrevivió a la caída – probablemente porque esta última fue “amortiguada” por un infante de 7 años que pasaba por el lugar.

La pequeña resultó con lesiones bastante graves pero afortunadamente, tras pasar algunos meses internada en un hospital, salió con vida. Debido a la gravedad de sus lesiones, la cuenta por pagar en el hospital era altísima, por lo que los tutores de la niña decidieron entablar una demanda legal para obligar al suicida a pagar la cantidad requerida, que superaba los US$ 50 mil.

2 – Una explosión inesperada.

Un joven británico llamado Kevin Carroll decidió poner fin a su existencia el pasado mes de julio. El motivo que lo condujo a tan terrible decisión fue el final de una relación amorosa de 10 años. Creyendo que sería la forma menos dolorosa de morir, Kevin rompió la tubería de gas, se tiró sobre la cama y se cubrió con un edredón esperando la llegada de la muerte.

Pero apenas se quedó dormido, un compañero le interrumpió el viaje al más allá tocando a la puerta. Somnoliento por los efectos del gas y en total oscuridad, Carrol decidió encender un fósforo para buscar el interruptor. El resultado fue una explosión dantesca.

Su compañero terminó recibiendo la peor parte al ser impactado directamente por la onda de choque, y tuvieron que inducirle un coma durante varios días debido a las secuelas que le había dejado la inhalación de humo. Los daños ascendieron a 135,000 € y el total fue absorbido por el dueño del inmueble, pues el seguro rechazó la indemnización. El potencial suicida solamente resultó con heridas leves, y tendrá mucho tiempo para reconsiderar su vida pues lo condenaron a 32 meses en la cárcel por los estragos que causó.

3 – Un suicida y cuatro muertos.

Khun Jalaepat, un joven tailandés de 19 años, se encontraba consumiendo bebidas alcohólicas en una playa con sus colegas cuando decidió poner fin a su vida en junio de 2012. Estaba sumamente perturbado por la dinámica social que había desarrollado su novia con otros hombres en Facebook, así que decidió arrojarse al mar en una región conocida como “La madre que llora”.

Cuatro de sus amigos, con edades comprendidas entre los 17 y 19 años, intentaron evitar que Khun se quitara la vida y se arrojaron al mar para intentar un rescate. Tristemente, los cuatro rescatistas improvisados murieron ahogados, mientras que el potencial suicida fue sacado del mar por otros dos compañeros que no se habían arrojado al agua.

4 – Dos pájaros de un tiro.

Victor Sibson y su pareja sentimental, Brittany Mae Haag, agonizaban al interior de un apartamento cuando fueron encontrados por un grupo de paramédicos en abril de 2017. Él tenía un agujero en la cabeza y ella una herida de bala en el pecho. Curiosamente, el revólver encontrado en la escena del crimen evidenciaba que sólo se había disparado en una ocasión.

Antes de perder el conocimiento, Brittany explicó que encontró a su novio intentando matarse, saltó sobre él para evitar la tragedia, pero la bala terminó atravesando la cabeza de Victor hasta llegar a su pecho.

En ese momento, el sujeto estaba sumamente alcoholizado. Victor terminó sobreviviendo al disparo, sin ningún recuerdo sobre aquella fatídica noche. Sin embargo, su novia terminó muriendo en el hospital. Actualmente espera su condena ya que está acusado de homicidio involuntario. Durante el juicio, el pasado mes de mayo, Sibson se presentó con un casco para cubrir las heridas en su cabeza.

5 – Karma instantáneo.

Nos ubicamos en Praga, capital de la República Checa (para nuestro caso todavía Checoslovaquia), en la década de 1970. Una mujer llamada Vera Czermak acababa de descubrir las infidelidades de su esposo cuando una extraña coincidencia aconteció.

Frente a una profunda depresión, la mujer decidió poner fin a su sufrimiento saltando por la ventana de un tercer piso. Al igual que el primer caso de esta lista, Vera cayó sobre una persona que pasaba por el lugar y que terminó sirviendo como un amortiguador. Sin embargo, esta persona no tuvo la fortuna de sobrevivir al fuerte impacto. Extrañamente, la “víctima” de esta tragedia fue el propio marido infiel de Vera.