Quizá nunca te hayas tomado una Feria de Ciencias tan enserio, o peor aún (como en mi caso) quizá nunca tuviste la oportunidad de participar en una. Pero hay personas que se apasionan por estos eventos. Y no estamos hablando de las clásicas maquetas de poliestireno, o del gel azul para el cabello, estos son casos de jóvenes que quieren cambiar al mundo en plena adolescencia. Dale un vistazo a la historia de estos estudiantes que presentaron proyectos – increíbles, premiados y celebrados en todos lados.
Una fuente para ahorrar millones de dólares.
Se gasta mucho más dinero con tinta para la impresión de lo que uno podría imaginarse. Las instituciones gubernamentales, las empresas privadas y las instituciones educativas llegan a invertir millones de pesos al año solamente en este recurso.
Pensando en esta problemática, una joven norteamericano llamado Suvir Mirchandani decidió echarle una mano a la escuela donde estudiaba. Para intentar economizar, el muchacho analizó la cantidad de tinta que se gastaban en las cuatro principales tipografías utilizadas por la escuela: Times New Roman, Century Gothic, Garamond y Comic Sans.
Rápidamente, Mirchandani descubrió que si la institución mudaba todas sus impresiones a la Garamond, la institución sería capaz de ahorrarse unos 20 mil dólares al año. Pero el asunto no terminó ahí, después el joven decidió hacer una prueba con las fuentes utilizadas por el gobierno estadounidense. Aplicando la misma técnica, reveló que podrían ahorrarse en torno a los 30 millones de dólares anuales.
Reactor nuclear casero.
A Thiago Olsen no le importuna mucho el hecho de que estemos lejos de alcanzar una producción nuclear energética a gran escala. Pese a esto, con tan sólo 15 años de edad, el joven decidió fabricar su propio reactor nuclear en el garaje de su casa.
Demorándose aproximadamente un año en la investigación, y otro para la realización de su “proyecto”, Olsean ahora forma parte de un selecto grupo de 20 personas que lograron construir su propio reactor nuclear.
Pese a que utiliza energía nuclear, la creación fue considerada segura por los especialistas. Aunque suene aparatoso el término “reactor nuclear”, la cantidad de energía generada por el equipo de Olse no llega a calentar una taza de té, pero incluso así…
Prótesis controladas por la mente
Anand Srinivasan, otro adolescente de 15 años, se hizo conocido por resultar vencedor en las “Ferias de Ciencias” de los Estados Unidos desde muy pequeño. Anand jamás había trabajado en un proyecto tan importante como el “White House Science Fair” de 2012. Durante ese año, el joven fue capaz de desarrollar una prótesis capaz de ser controlada por la mente a través de los impulsos nerviosos.
Para la feria, el joven científico fabricó un brazo robótico que respondía a las señales cerebrales, basándose en una electroencefalografía.
Robot Lego antiterrorismo
Para la Intel’s International Science and Engineering Fair, la estudiante de educación secundaria Anna Simpson, decidió elaborar un proyecto relacionado con la seguridad nacional. Empleando piezas de LEGO, la joven diseñó un pequeño robot capaz de detectar composiciones químicas.
El objetivo de Anna era contribuir con la seguridad de su país, pero su creación ya ha recibido propuestas de gobiernos del mundo entero, quienes se muestran interesados en el artefacto tecnológico antiterrorismo.
Microbios digestores de plástico
El excesivo desperdicio de plástico es uno de los mayores problemas que aqueja a la sustentabilidad de la sociedad moderna. Pensando en ello, el joven Daniel Burd, de Canadá, descubrió un microbio digestor de plástico para la feria de ciencias de Ontario.
Para llevar a cabo su investigación, Burd pensó de una forma muy original: pese a que tarda demasiado tiempo para desintegrarse, en algún momento, el plástico termina por descomponerse. Así fue que decidió ir tras los plásticos que ya pasaban por una etapa de degradación considerable, con el fin de encontrar a los microbios responsables de este “trabajo” y aislarlos.
El resultado final reveló que, en tan sólo seis semanas, el 43% del plástico ya se había deteriorado.
Globo explorador del espacio
Los viajes espaciales históricamente han resultado un gigantesco derroche de dinero. Pero contrariando a esta lógica, estudiantes españoles de la IES La Bisbal probaron que basta un globo de látex y mucha paciencia para lograr una hazaña increíble.
Cuatro alumnos y un profesor decidieron crear un prototipo. La idea inicial del proyecto era un globo que integrara un sensor y una cámara digital para llegar hasta los 10,000 km de altura; pero el experimento continuó sobrevolando hasta que alcanzó los 160,000 km.
Además de comprobar que no se necesitan millones de dólares para llegar al espacio, este sencillo proyecto les proporcionó unas fotos realmente bellas.
Investigación basada en imágenes
El caso de David Liu es diferente. Su proyecto no llega con la intención de salvar vidas o ser utilizado a gran escala, pero sí para mejorar la calidad de vida de las personas. El trabajo de este chico está basado en la creación de un programa (el Semantic Image Retrieval and Interactive Exploration of Large Image Collections) que contribuye en la búsqueda especializada, en este caso, de imágenes. El proyecto fue vencedor del Intel Science Talent Search de 2010.
Detector de armas nucleares
Cansado de vivir bajo el temor de amenazas nucleares, el joven Taylor Wilson decidió crear un detector en el garaje de su casa. El chico de 17 años desarrolló un dispositivo capaz de encontrar materiales radiactivos de la misma forma que lo hace una máquina de rayos x. Su proyecto también contenía un pequeño reactor nuclear al interior del detector, lo que le rindió el primer lugar en la Intel International Science Fair, de 2011.
Enseñando a hablar a los robots
Luke Taylor, un chico de Sudáfrica, inventó un sistema que enseña a los robots a interpretar los comandos verbales. Su software permite traducir el idioma inglés a código binario, comprendido por los dispositivos electrónicos. Pese a que era algo ya “realizado” en otras partes del mundo, el hecho de que un chico de 15 años lograra tal hazaña no deja de ser impresionante.
Software de navegación espacial
Apasionada por el espacio y por lo desconocido, Erika DeBenedictis siempre disfrutó del tema. Con apenas 18 años de edad, esta joven creó un método capaz de calcular toda la influencia gravitacional de los planetas (y la forma en que se mueven) con el fin de facilitar las rutas de las naves espaciales en el Sistema Solar. Eso le valió el primer lugar en la Inter Science Talent Search.
Referencias:
http://edition.cnn.com/2014/03/27/living/student-money-saving-typeface-garamond-schools/index.html
http://www.livescience.com/7881-high-school-student-develops-chemical-detecting-robot.html
http://www.mnn.com/green-tech/research-innovations/blogs/boy-discovers-microbe-that-eats-plastic
http://www.ajc.com/news/news/local/teens-robotic-project-leads-to-meeting-with-obama/nQSJF/
de una vez por todas quiero que de estiben joquin haga su proyecto de ciencias
bueno hay mejores proyectos que esos ja ja ja ja ja ¡
me párese impresionante pero debería estar sus proyectos del cientifico estiben joquin
Esta gente haciendo proyectos de ciencia, yo esa edad andaba probando nuevas mezclas de bebidas
Un globo a 160000 km de altura?
Es un error serán 160000 m o algo similar.
y yo aquí con 20 años …… :I
Ohhhhh estamos agradecidos
Y falto el raton aviador de Bart
Era hamster baboso
¿¿¿ Y donde quedó el volcan de plastilina con bicarbonato y vinagre???
Jajajaja yo pense lo mismo
No hay ni un latino por ahí?! 🙁