Una victima más del Synthol

Hay una famosa expresión que reza «No pain, no gain!«, en su idioma se utiliza para expresar la idea de que sin esfuerzo (hasta que duela), no hay ganancia (el cuerpo soñado), es decir, sin trabajo dedicado y disciplinado nada se consigue, sin un esfuerzo constante no hay recompensa. Pero es bastante común ver al tipo «inteligente» buscando atajos para no tener que trabajar tan duro recurriendo a inyectarse todo tipo de porquería en el cuerpo, los tipos “musculosos” que lograr su apariencia en base a inyecciones de Synthol casi siempre obtienen los resultados más inesperados.

Arlindo Anomalia

La aplicación de Synthol preocupa a médicos y especialistas, ya que el producto causa una inflamación en el músculo, sin ningún proceso anabólico o aumento de la fuerza o energía. Básicamente el Synthol entra en el músculo causando una abolladura cuando hace contacto con las fibras musculares, destruyéndolas, haciendo que el cuerpo, como medio de defensa, trate de contener este aceite con tejido conjuntivo.

Muchas personas, incluso a sabiendas de los peligros, hacen uso de estas sustancias y se convierten en bolas andantes de la noche a la mañana. Uno de ellos es un tipo loco llamado Arlindo Anomalia.

Pobre hombre, es como si llevara una botarga encima.

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