El siguiente video obra del canal Kurzgesagt es una adaptación del best-seller Chasing the Scream de Johann Hari (del New York Times) y pone sobre la mesa un tema bastante interesante sobre la adicción y las drogas.
Solemos creer que la adicción proviene de una profunda dependencia a determinada sustancia que subyace en los componentes químicos de la droga. Pero, según el video, cuando limitamos las relaciones con amigos y familiares, aislándonos o cayendo en una situación de tedio, nos volvemos adictos a algo – drogas, celular, videojuegos o lo que sea – para suplir una necesidad de algo que nos hace falta. Esta es la parte psicológica involucrada en la adicción de la que muy pocos hablan y que, ciertamente, puede ser incluso mucho más relevante que una explicación desde el punto de vista químico, sobre todo cuando se trata de “rehabilitación”.
Una adicción nos ofrece una especie de perspectiva – para ser más precisos y profundos: una razón para vivir. Y esto tiene mucho sentido, pues los seres humanos vivimos en una necesidad profunda de establecer relaciones y conectarnos. Cuando estamos felices y saludables formamos lazos con las personas a nuestro alrededor.
Pero cuando no, buscamos algo que nos ofrezca algún tipo de alivio, como una especie de protección interna. Se trata de un mecanismo de auto preservación (aunque destructivo), que se activa incluso sin que tengamos la más mínima idea de esto.
https://youtu.be/ao8L-0nSYzg
Cuando habitamos en una comunidad, completos y serenos nos olvidamos de cualquier necesidad externa. En otras palabras y como se explica en el video:
“Lo opuesto del vicio no es la sobriedad. Lo opuesto del vicio es la conexión”.
no me convence…
KHÉ!?