Me desempeño como oficial de rescate en el Servicio Forestal de los Estados Unidos y durante todos estos años he visto algunas cosas que seguramente les resultarán interesantes. Me especializo en encontrar personas desaparecidas. Frecuentemente estos individuos se desvían de los caminos o caen por pequeños peñascos y no son capaces de encontrar el camino de regreso.
La mayoría suele seguir un viejo consejo: “quédate donde estás”, y no se alejan mucho de la última ubicación donde se les ve. Sin embargo, hubo dos casos que fueron la excepción. Los dos me inquietan bastante, pero suelo utilizarlos como motivación para buscar con más dedicación cuando las personas desaparecen.