¿Estamos miserablemente solos en el Universo? Esta pregunta ha intrigado a los científicos de todas las épocas, tanto, que incluso existe un instituto – Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre o SETI, por sus siglas en inglés – dedicado a intentar responderla. Sin embargo, para ofrecer una respuesta quizá sea necesario mover un poco nuestro punto de abordaje.
La lógica nos dice que si un avión ligero pierde su motor en pleno vuelo, seguramente logra planear durante unos instantes. Mientras que un helicóptero sin motores caería del cielo como un ladrillo, ¿cierto? Bueno, la lógica común no siempre atiende a las leyes de la física. Alguien apagó un helicóptero en pleno vuelo solo para demostrar que es perfectamente posible aterrizar con suavidad gracias a algo (que muchos ya conocen) llamado autorrotación.
Hace aproximadamente cuatro décadas, los físicos teóricos hicieron una previsión: en determinadas condiciones, un nuevo estado cuántico de la materia podría ser observado, el “quantum spin liquid”. Empleando alfa tricloruro de rutenio, o a-RuCl3, un material que forma una estructura de dos dimensiones en forma de colmena, los físicos observaron este nuevo estado, que incluye electrones fraccionados.
El espacio-tiempo es un concepto sumamente extraño. Desde nuestra situación, como meros mortales que no somos ningún Einstein, el espacio-tiempo puede ser muy difícil de comprender. La idea de que el tiempo – algo tan aparentemente constante – pueda doblarse y manipularse es particularmente confusa. Pero cierta.
Un grupo de investigadores suizo desarrolla un experimento que podría permitir a los seres humanos ver directamente el entrelazamiento cuántico por primera vez. Además, dicen que esta técnica también podría usarse para entrelazar a dos personas. El experimento tiene como objetivo dar respuesta a algunas preguntas importantes de la física, como con qué tiene parecido el entrelazamiento cuántico y cuál sería la sensación de estar entrelazado a otra persona.
Como la mayoría lo ha atestiguado, cuando un gato tiene visión, comúnmente aterriza sobre sus patas durante una caída. Es una habilidad especial que ha desarrollado a través de eones de años trepando árboles, evadiendo depredadores y viendo el mundo desde lo alto de una rama. Aunque las garras de los gatos evolucionaron de forma arqueada para facilitarles la escalada en lugar de funcionar como armas, no dejan de ser herramientas indispensables de estos ágiles cazadores.
