A algún curioso diseñador se le ocurrió explicar el orígenes de las señales de trafico de una forma muy divertida. Así por ejemplo tenemos que el clásico anuncio de “zona escolar” es una captura de una persecución por parte de un oso muy conocido a unos indefensos menores.
Probando el tobogán
Señor, le reporto que el tobogán funciona a la perfección. Solo que algún gracioso el puso aceite al carril 3.