Rostros simétricos de los famosos resultan poco agradables.

La ciencia ha declarado tres puntos representativos de un rostro: A. Un rostro perfectamente simétrico es más bello. B. El rostro es representativo del carácter C. Existe una relación entre la simetría facial y el estado de salud de la persona.

Para probar esto, existen varios estudios de índole científico que ofrecen dos juegos de rostros. Una imagen toma la mitad izquierda del rostro de una persona y lo refleja de forma exacta en el lado opuesto para formar un rostro completo, mientras que la imagen adyacente ofrece información similar pero con el lado derecho del rostro.

Si el rostro no corresponde a una simetría perfecta (99%), el retrato resultante no ofrece una imagen realista de la persona, sino una versión bastante distorsionada. Por ejemplo, la imagen de arriba, donde la simetría facial de la mismísima Florence Colgate, considerada la mujer con el rostro más perfecto del mundo, muestra notables diferencias en ambas versiones.

Debido a los dilemas éticos que dichos estudios pueden levantar, no resulta muy sencillo realizar o incluso dar algún tipo de credibilidad a este tipo de investigación. Sin embargo, varios científicos encontraron una asociación entre la simetría facial y el estado de salud de un individuo. Así lo demostrarían Anthony Little de la Universidad de Stirling en Escocia y Annika Paukner del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos en un estudio publicado en la revista científica Behavioural Ecology and Sociobiology.

Este estudio realizado con monos sugiere que de hecho existe una conexión. El experimento se realizó con 93 monos del sexo femenino que fueron fotografiados de frente. Luego, Anthony y sus colegas analizaron la simetría facial en una computadora y midieron las distancias entre los diferentes trazos: los pliegues de nariz, labios y ojos desde una línea trazada al centro de la cara del animal.

Posteriormente comparaban las distancias y cualquier diferencia entre estas (por ejemplo entre una fosa nasal y la otra) servía como una suma que daría una puntuación total de simetría. Un rostro perfectamente simétrico con ojos, labios y fosas nasales a la misma distancia de la línea central tendría una puntuación de cero. Un rostro asimétrico sumaría las diferencias entre las distancias de los diferentes trazos faciales.

Los monos miraban durante más tiempo las fotos de aquellos cuyas proporciones se aproximaban a cero, es decir, aquellos cuyos trazos eran más simétricos. La evolución nos ofrece una respuesta lógica para esto: es menos probable que los individuos menos aptos mantengan un desarrollo simétrico de sus cuerpos mientras se exponen al peligro y las enfermedades.

Varias partes del cuerpo deben ser simétricas y, según dejan entrever los investigadores, la simetría de estas revela que un individuo no se desarrolló como debía. Por esta razón un animal no querrá mezclar sus genes con otro que no sea apto o esté enfermo. La evolución selecciona la simetría como una característica de atracción.

Estudios previos en este mismo tipo de animales demostraron que los monos miraban más tiempo los rostros más simétricos, signo que los investigadores relacionaron con la atracción y que, así como en los humanos, tenían una preferencia por la simetría facial.

De cualquier manera, los investigadores también tomaron en cuenta el estado de salud de los monos durante sus primeros cuatro años de vida. Las heridas, los niveles de grasa subcutánea, la musculatura, la calidad de su pelaje y su ganancia de peso.

El estudio reveló que las puntuaciones que indicaban el estado general de salud de los monos disminuían paralelamente a su puntación de simetría. De esta manera, la simetría fácil parece ser un indicador del estado de salud, al menos entre los monos.

Maldita sea con Jay-Z, no cambió en nada.