Un grupo de investigadores propone agregar una luz blanca a los semáforos. Este cambio en los tradicionales dispositivos para el control de tráfico volvería más seguros los cruces, especialmente con asistencia de vehículos autónomos. Estos ingenieros de la Universidad de Carolina del Norte también afirman que la propuesta ayudaría a economizar combustible.
Tradicionalmente, los semáforos cuentan con tres colores: el rojo, que obliga a los automovilistas a parar. El ámbar, que indica una disminución en la velocidad y, de ser posible, frenar con seguridad. Finalmente tenemos el verde, que da la orden de avanzar. ¿Imaginas qué utilidad tendría una cuarta luz, blanca, en los semáforos?
Una luz blanca en los semáforos para agilizar el tráfico.
Integrar esta nueva luz a los semáforos sería particularmente útil con la existencia de vehículos autónomos. Aunque en México esta tecnología está lejos de convertirse en una realidad, en países como China y Estados Unidos se despliegan proyectos piloto que muestran todo su potencial. De hecho, a comienzos de este año Mercedes se convirtió en la primera empresa automotriz en hacerse con la certificación de la Sociedad de Ingenieros de Automoción (SAE). Autorizando así su sistema de autopilot sin intervención humana.
Los científicos estadounidenses proponen la implementación de una fase blanca (white phase). Este sistema posibilitará tanto la comunicación del semáforo con el vehículo autónomo, como el intercambio de información entre los vehículos cercanos. Administrando de forma más eficiente el tráfico y ayudando a los conductores humanos a saber lo que deben hacer cuando están rodeados por vehículos autónomos.
“Proporcionar a los vehículos cierto control sobre el flujo del tráfico es una idea relativamente nueva conocida como paradigma de control móvil”, explica Ali Hajbabaie, uno de los autores del estudio publicado hace algunos días en la revista IEEE Transactions on Intelligent Transportation Systems.
“Puede implementarse para coordinar el tráfico en cualquier escenario que involucre vehículos. Pero, consideramos importante añadir el concepto de luz blanca en los cruces para informar a los conductores lo que está sucediendo y que sepan lo que deben hacer”, agrega el investigador.
¿Qué hace la fase blanca de un semáforo?
El objetivo es que la luz blanca de los semáforos encienda cuando determinado número de vehículos autónomos se concentren en una intersección. Para los humanos, esta sería una señal de que las unidades están coordinando sus movimientos para que la conducción en ese cruce sea más eficiente. Básicamente, los conductores humanos se limitarán a imitar lo que hace el vehículo de adelante cuando la fase blanca esté activa.
Si el vehículo se detiene, el conductor humano debe parar también y no intentar avanzar por otro carril. Los investigadores también especifican que el color de la luz no tiene por qué ser blanco. Se puede adoptar cualquier otro color además del verde, ámbar y rojo. Para comprobar la efectividad de esta propuesta, los ingenieros realizaron simulaciones introduciendo la fase blanca con parámetros reales de tráfico.
“En primer lugar, es evidente la mejora en el flujo de tráfico, independientemente de la presencia de la fase blanca. En segundo lugar, cuando los vehículos autónomos están presentes, el sistema mejora todavía más el flujo vehicular. Esto deriva en un ahorro en el consumo de combustible, pues el auto no se tiene que frenar y acelerar tantas veces. Finalmente, entre mayor es el porcentaje de vehículos en una intersección con fase blanca, más rápido se desalojará el tráfico en el cruce y mejores serán los valores de consumo de combustible”.