El Poseidón 2M39 es un torpedo de fabricación rusa capaz de deslizarse bajo el mar antes de detonar una bomba nuclear. Una vez que se produce la explosión, la energía liberada inunda las costas cercanas con lo que un funcionario del gobierno de los Estados Unidos refirió como “tsunamis radiactivos”.
En una publicación de CNN, se destaca la preocupación de los expertos en torno al arma nuclear Poseidón 2M39. Pues si los rusos llegan a utilizarla, las ondas radioactivas volverían inhabitables por muchos años grandes porciones de tierra costera y devastarían ciudades importantes para la economía global.
Desde hace años se maneja la hipótesis de que este dispositivo no es más que una farsa tecnológica de Rusia. Sin embargo, la evidencia reciente de pruebas militares y otra clase de actividades en regiones árticas aporta credibilidad a la amenaza. Christopher Ashley Ford, ex subsecretario del State for International Security and Nonproliferation, señaló durante una entrevista el año pasado que la horripilante arma nuclear “se diseñó para inundar ciudades costeras estadounidenses con tsunamis radiactivos”.
El «tigre de papel».
Los primeros rumores sobre el desarrollo del torpedo Poseidón 2M39 surgieron en 2015. Sin embargo, los expertos de occidente clasificaron el arma como un “tigre de papel”. Dicho de otra forma, una clase de tecnología que parece aterradora, pero resulta ineficaz en el campo de batalla. En esa época, consideraron que los rusos sólo buscaban intimidar en las negociaciones y que jamás buscarían desplegar un arma de esta clase en el mundo real.
Estaban terriblemente equivocados, y parece que los rusos han avanzado mucho en el desarrollo del Poseidón 2M39. De hecho, a últimas fechas los expertos se están dando cuenta que Rusia está invirtiendo mucho en tecnología militar de avanzada, como los misiles hipersónicos.
“Sin lugar a dudas, el proyecto se utilizará para intimidar, como una tarjeta de negociación en el futuro, quizá en las negociaciones sobre el control de armas”, señaló Katarzyna Zysk, profesora de relaciones internacionales del Instituto Noruego de Estudios de Defensa. “Para que surta efecto, tiene que parecer creíble. Y esto parece muy real”.
Un dispositivo nuclear capaz de generar tsunamis, ya de por sí mortales, de agua radiactiva en las principales ciudades costeras es, sin lugar a dudas, un arma inquietante. Y más allá de las implicaciones militares y socio políticas, el despliegue del Poseidón 2M39 causaría en la región un severo impacto ambiental que se extendería por décadas.
“Estamos preocupados por la ecología. Y no sólo se trata de aspectos teóricos, pues ya vimos accidentes graves en los últimos años”, señaló el vicealmirante Nils Andreas Stensønes, de la inteligencia noruega. “El potencial de una contaminación nuclear está ahí”.