Pensar que existen personas que, sin siquiera formar parte de una historia, película o comic, son invisibles para muchos de nosotros resulta algo verdaderamente aterrador.
Peor aun, esa invisibilidad poco tiene que ver con la persona en sí, y más con los prejuicios, las posiciones sociales y los ideales de quien (no) los ejerce.
Este experimento realizado por la New York Rescue Mission en colaboración con la agencia Silver + Partners, revela hasta qué punto tan absurdo esas premisas pueden ser ciertas: los seres queridos, cuando son escondidos bajo el manto de los prejuicios y la miseria, también se vuelven invisibles a nuestros ojos.
Lo más interesante del proyecto es darse cuenta de que las personas entrevistadas y las personas disfrazadas guardan relaciones bastante fuertes y cercanas (incluso hay una madre y un hijo), pero eso no es nada que el prejuicio y la diferencia no logren ocultar.
El video es parte de una campaña de divulgación llamada Make Them Visible, que lucha contra esta práctica tan poco humana. Recordemos que las diferencias sociales no necesitan ser tan grandes como se piensa o como se ve en el video.
¿Qué tanto cuesta detenerse por un segundo y tratar de prestar atención a alguien? Y nos referimos a prestar atención de verdad, no solamente a entregar algunas monedas sueltas del bolso o la cartera y continuar con el ciclo que pareciera nunca terminar.
antes de tirarle tierra a los prejuicios, hemos de recordar que sin ellos no hubiera sido posible evolucionar nunca. Rayos, sin prejuicios probablemente ni siqueira estariamos vivos!
Todo tiene un lado bueno y un lado malo, por desgracia
La realidad es que en un mundo inconsciente las personas no se toman el tiempo para detallar quien y como viven las personas en la calle. Es difícil saber quien esta en frente sabiendo que cada persona tiene sus propios problemas. Estamos en una sociedad insensible pero la culpa quien la tiene YO??? o la misma persona que opto por su decisión ???
En Toronto existen cientos, más bien miles de personas «Homeless» y mucha gente se molesta en darles dinero, por que el gobierno los mantiene, les da albergue y les da comida. Y muchas historias de ellos son conmovedoras. Y a mí me pasó que le dí dinero a una chava Homeless (mejor vestida que yo y más elegante) y días después me la encontré en otra calle y me reconoció y por eso me volvió a pedir dinero e insistió y no fue amable. Pobres homeless.
Lo que sucede es: que no sabemos si saldremos »filereados» por acercarnos a prestarles atención, la mayoría de la gente así está trastornada y quien sabe, quizás guardan un cuchillo debajo de su zarape y se alteren fácilmente, no lo sé es una cuestión delicada.
En eso consiste el prejuicio: el hecho es que uno no lo sabe a ciencia cierta. por otro lado para algo esta el prejuicio: para evadir situaciones peligrosas sin detenerse a pensar demasiado. Es un delicado equilibrio entre ver a todas las personas antes que nada como seres humanos y saber que seres humanos y todo, no todos son confiables.
Cuando recien entre a estudiar a la Facultad, tenia unos amigos de la Facultad de Filosofia y Letras los cuales hicieron este mismo experimento y me invitaron a participar. Nos fuimos a un mercado (tipico martes de frutas y verduras) donde yo sabia que mi mama compraba, pues va usté a creer que nomas con un gorro y la cara manchada ahí sentando en una caja de madera con etiquetas de tomates «el huerto» mi propia madre no me reconocio!!! y vaya que la pedi dinero y todo