Nunca confíes en los mapas

Uno esperaría nada menos que precisión absoluta en un mapa, ¿verdad? Sin embargo, nunca tendremos eso. La verdad es que cada mapa nos muestra alguna mentira, pero cada uno está errado sobre diferentes cosas.

Esto ha sido un problema constante en la cartografía. La dificultad respecto a los mapas es la proyección: el intento de transformar una figura esférica en una superficie plana. Así, métodos diferentes arrojan resultados diferentes.

Para ejemplo tenemos la proyección de Mercator, uno de los mapas más populares vigentes en nuestro tiempo (aparece en la imagen superior), es un tipo de proyección cilíndrica del globo terrestre. Los meridianos son trazados como líneas rectas paralelas verticales que resultan equidistantes en el plano horizontal, mientras que los paralelos se consideran líneas rectas paralelas horizontales de modo que la distancia vertical entre dos paralelos sucesivos se va reduciendo a medida que se aproximan a la línea del ecuador.

Este tipo de proyección exagera las regiones distantes al ecuador. Por otro lado, la proyección homolosena (imagen a continuación) muestra los continentes dimensionados de forma adecuada entre uno y otro, pero con muchas interrupciones y distorsiones entre las distancias.

Cómo elegir el mapa correcto.

La proyección de Mercator presenta múltiples errores. África realmente es 14 veces más grande que Groenlandia, Canadá tiene apenas 1.2 veces el tamaño de los Estados Unidos y la Antártida definitivamente no es el continente colosal que solemos ver retratado.

Sin embargo, no te hagas a la idea de que es un mal mapa. Nada que ver. Como una brújula, el mapa es ideal porque preserva la orientación entre cualquiera de los puntos, lo que lo convirtió en un estándar en la navegación náutica.

Sin embargo, no es ideal para todas las ocasiones. Ningún mapa lo es. Lo mejor que se puede hacer es identificar lo que se requiere de un mapa para, a continuación, comparar las ventajas y desventajas de cada uno según el objetivo.

La versión popular de los mapas antiguos.

El video a continuación muestra algunos errores garrafales en la proyección de Mercator. Por ejemplo, Rusia es 2.1 veces más masivo que los Estados Unidos, pero parece mucho más aventajado. El montaje también revela el formato con el que debería ser retratado Canadá. La forma del Reino Unido también está equivocada, mientras que Madagascar debería ser más grande, pues tiene un territorio considerablemente mayor que el de los británicos.

Sin embargo, el gran absurdo es el minimizado papel de África. Parece que la persecución por el continente continúa a través de su representación inferior en el mapa más usado del mundo. Por ejemplo, mientras Groenlandia parece tener el mismo tamaño que todo el continente africano, en realidad África es 14 veces más grande. Además, África es más masiva que muchos otros lugares: que Australia, que todo Norteamérica y que la Antártida.

vía IFLS